✿; 003 — Belleza Divina

Belleza Divina
❝Un rostro que está por encima de cualquier otra criatura que haya conocido❞
—Karlheinz.

En el mundo habían criaturas de aspecto impoluto, un ejemplo claro podría ser la familiar del actual Rey de los Vampiros, Christa. La tan exótica «Rosa Blanca» del linaje.

¿No era acaso ella muy hermosa?

De aspecto frágil, delicado y encantador; ¿No era una de las mujeres más hermosas que jamás había existido?

Bueno, Cordelia también tenía su encanto, ella igualmente poseía un aspecto exótico. ¿No es acaso la mujer demonio más deseada?

¿Y qué hay de Beatrix?

Sin necesidad de tener un cabello de un color extravagante o un porte único, era tu clásica mujer de bello aspecto tradicional, ¿No son acaso sus ojos de un azul profundo que podrías perderte en ellos?

O él, quien debería ser la cúspide de la belleza, con la capacidad de tomar cualquier apariencia que le sea conveniente, ¿No es él, Karlheinz, el mayor símbolo de la misma?

Si es así, ¿Podría alguien explicarle este... Fenómeno?

—Richter.

Llamó a su querido hermano menor.

Su querido, miserable, patético e inútil hermano.

—¿Sí, Alteza?

Aun si él fue desterrado por su propia mano, Richter seguía siendo educado y solemne, digno del estatus de un príncipe, a pesar de los siglos de estar vagando por el mundo.

Él, quien no le quedaba más que obedecer, se acercó un poco más hacia el Rey; Karlheinz sonrió y colocó una de sus manos en la barbilla de Richter, delineando mejor sus facciones.

Los ojos de su hermano eran los ojos más hermosos que podían existir, su cabello azabache verdoso era bastante único y fuera de los tonos comunes, y sus expresiones eran tan similares a los de una agraciada muñeca de porcelana. No se trataba de extravagancia, se trataba de que incluso si hubiese algo que manchara algo de lo ya mencionado, su hermano menor seguiría siendo la criatura más apuesta.

¿Beatrix?

Los ojos de Beatrix brillaban en un profundo azul, pero si estos dejaran de titilar serían tan desagradables como los orbes de un animal muerto.

¿Cordelia?

Aunque ella es hermosa y en la muerte lo seguiría siendo, su cuerpo se iría deteriorando hasta apagarse y no quedar ni la mitad de lo que habría sido en vida.

¿Christa?

Es quien más fácil la tiene de perder todo lo que la hace ella, al ser tan pura y frágil, su belleza ante el más mínimo daño y tormento la arruinaría.

¿Pero y Richter?

Él puede cambiar de aspecto, pero su hermano no necesita de una modificación para ya sobrepasar al suyo. Incluso si tratase de recrear la apariencia de Richter, le daría demasiado en el orgullo fallar en el proceso puesto que se trata de algo que sólo le puede pertenecer al de cabellos azabaches oliváceo.

Sus ojos carmesíes carecientes de brillo, incluso sin ese distinguido resplandor, seguían siendo preciosos y únicos.

Podría garantizar que si él falleciese, así como nació siendo el más apuesto, se mantendría siendo el más apuesto de entre todas las criaturas por muchos centenares sin pudrirse.

Y lo que más le fascinaba, si su hermano tuviese quemaduras o cicatrices en su cara...

En esa linda y miserable cara...

Seguiría siendo aún así el más hermoso.

Ya no se trata de un pensamiento amable de «seguiría siendo lindo a pesar de todo». No, sería un hecho; seguiría siendo el más atractivo de todos sin importar lo que le suceda.

—¿Necesitas algo?

Ah, ¿Se atrevió a hablar sin permiso?

Oh, no podría enojarse con él. Lo soltó, con una ligera risa en el proceso.

—Nada, puedes retirarte.

Sin comprender mucho lo que acaba de suceder, Richter asiente, se marcha de su lugar y Karlheinz sólo sigue regocijándose de tener entre su poder un ser de una belleza divina que fue capaz hasta de superarlo a él.

Le emocionaba.

De alguna forma, hacia que pensara de más.

¿Podría estudiar el origen de este aspecto maldito?

Pero siente que aunque lo hiciera, estaría haciendo un trabajo en vano, esto ya era algo que le pertenecía a Richter.

Solamente a él y nadie más.

[ • • • ]

Palabras: 719.
Publicado: 06 de Junio de 2025.
Nota: Me gusta pensar que Richter, dentro de ese mundo, posee una belleza divina, maldita, antinatural. Lo que tiene de patético lo tiene de bonito.