Lazo Familiar || Diabolik Lovers

✿; 008 — La Comida Favorita de Subaru

Tipo de Escrito: One Shot.

Personajes: Reiji Sakamaki y Subaru Sakamaki.

Advertencias: Ninguna en específico.

─━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━─

La Comida Favorita de Subaru

─━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━─

El menor de los hermanos Sakamaki no tenía gustos específicos, nada en particular.

Algo tan simple como una comida favorita, un color preferido; era difícil ver algo relacionado al respecto.

Y tal vez y sólo tal vez, Reiji le estaba dando demasiadas vueltas al asunto.

¿Una tarta de chocolate? ¿Para mí? —preguntó el albino con desconfianza.

¿Reiji lo quiere envenenar?

—Sí, pruébala.

Subaru lo dudó por un momento, pero realmente no tenía nada por lo cual esmerarse en esa vida; así que sea lo que sea que tenga ese postre, más le vale hacer que su cuerpo colapse.

Subaru tomó el tenedor al lado del plato y lo probó; dulce, bien hecho. Nada en especial, pero muy sabroso.

¿Y? ¿Qué tal? —preguntó el azabache.

—Bien, supongo —Subaru se sintió un tanto decepcionado y confundido, sólo era una tarta como cualquier otra, esto molestó a Reiji pero su rostro se mantuvo inexpresivo.

—Disfrútalo —Reiji sin más qué decir, se marchó, dejando atrás a Subaru para regresar de nuevo a la cocina.

El albino lo siguió sin hacer mucho ruido y lo vio a escondidas del marco de la puerta.

Vio que el segundo hijo de la familia tenía un proceso muy curioso en la habitación, como si tuviera planeado ese día preparar mil y un recetas de prueba, o cocinar un banquete para la llegada de alguna visita.

Subaru frunció el ceño, ¿Esa persona venía de visita?

¿Otra molesta aparición del Tío Richter?

No sabe cómo Reiji puede tolerarlos sin perder los estribos; es fastidioso.

Terminó su trozo de pastel, recorriendo con su vista encontró la pequeña tarta que su hermano mayor había preparado; suponía que ya llamaría al resto para compartirla. Dejó el plato en la mesa, y antes de siquiera marcharse escuchó a Reiji.

—No te vayas —Subaru se volteó.

¿Por...? —Reiji le hizo una señal de que se sentara en un banquito cercano.

—Necesito que seas mi catador, quiero probar algo —explicó, sin embargo, también agregó—: ¿Hay algo en específico que quieras?

Al albino la pregunta se le hizo muy rara, ¿Por qué quería su opinión?

—No —respondió a secas, Reiji se sintió un poco frustrado pero igual quiso formular la pregunta de nuevo, con otras palabras.

—Piensa en alguna comida, la que sea, ¿Alguna idea? ¿Qué se te viene a la mente primero?

—Hm... No lo sé —murmuró el menor, sus dedos hicieron un gesto de tamborileo contra el cimiento de la cocina—. Agh, lo que sea... ¿Un bistec? Quizá puré de papas.

Reiji asintio, y se puso manos a la obra, sin permitir que Subaru se alejara mucho de la cocina. El de ojos magenta no sólo preparó lo que su hermanito había mencionado, sino que aprovechó para ir preparando de forma simultánea otras comidas.

¿Bistec con puré de papas?

—Está bueno —una buena crítica, pero no era suficiente para Reiji.

¿Sushi?

—Hm... Supongo que sí está bueno —Al menos le daba una pista en cuanto a preferencias, o eso quería pensar el de lentes.

¿Qué tal algunos Macarons?

A Subaru se le hizo curioso el cambio.

¿De salado pasamos a dulce? —Se le va a revolver el estómago, pero el azabache aún se veía motivado.

Subaru comió de las galletas, estaban ricas, pero no dijo nada al respecto de ellas.

Tampoco expresó nada más allá de un «Está rico» cuando Reiji hizo takoyakis, mochis, pudines, pollo, un bistec mejor aliñado y otros platos más; era una respuesta demasiado sosa para él.

Una respuesta que simplemente no lo complacía; y suspiró cuando el resto de los niños comenzaron a colarse para robar la comida y huir, incluso su estúpido, torpe y vago hermano mayor, Shu, se prestó para el sabotaje.

Reiji se veía cansado, esto Subaru lo notó. Miró cómo su hermano por fin se sentaba con él en el cimiento, arrastrando otro banquito y pasándole un plato de pasta a la carbonara.

Ahora que lo pensaba, en todo este tiempo Reiji no había probado bocado alguno de nada de lo que preparó; Subaru rechazó el plato y lo extendió hacia el de ojos magenta. El de cabellos negros por un momento pareció sentir la derrota.

—Estoy lleno, ¿Quieres acaso engordarme como a un cerdo? Tómalo tú.

Reiji ante esto sonrió ligeramente, Subaru al parecer no se dio cuenta del gesto amable que acaba de hacer.

—No tengo hambre, pruébalo —insistió Reiji, mintiendo sobre lo de tener hambre.

En realidad, se estaba muriendo de hambre, pero trataba de ignorarlo. Desde que pasó por aquel...

Castigo, sentía que su apetito estaba un poco descontrolado a pesar de comer lo que creía estaba bien para él; además, prefería darle esto a sus hermanitos.

Subaru no luchó mucho, sólo suspiró, tomó el cubierto que estaba en la pasta, la enroscó y se la llevó a la boca. Reiji se sintió un poco ansioso, se le hizo una eternidad los segundos en los que su hermano menor masticó y tragó.

¿Y...? —cuestionó el mayor.

—... La verdad es que esto también está muy rico.

Y a pesar de la buena crítica, Reiji se sintió de todas formas insatisfecho. El peso de la derrota lo desanimó, mas no quiso demostrarlo; su rostro nunca cambió.

Subaru volvió a llevar el plato de pasta hacia Reiji, el mayor no se negó esta vez.

—Puedes retirarte —Subaru abrió ligeramente sus ojos.



#638 en Fanfic
#2830 en Otros
#735 en Relatos cortos

En el texto hay: fanfic, diabolik lovers, misceláneo

Editado: 16.06.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.