Capítulo 10
SFPS
Cassidy.
—No quería lastimarla.
—¿Por qué no me dijiste nada?
—No sabía cómo actuar—contesta con frustración—. Ella es mi hermana. Es la única familia que he tenido durante años. Maximilian me arrebató a mi familia. Pensé que él debía tener su merecido. Quería venganza. Así que cuando ella me dijo su plan no dudé. A fin de cuentas es mi hermana. Quien me ha protegido. Confié en todo lo que ella me dijo.
—Déjame ir, Eva—suplico—. Déjame ir. Te prometo que Maximilian no les hará daño.
—Confío en usted, señora. No en él. Ya me hizo daño.
—¿Cómo te ha hecho daño?
—Maximilian mató a Akon—responde Karina que se adentra en la habitación con pasos silenciosos.
Eva le dedica una mirada de miedo.
—¿Qué tiene que ver Akon? —cuestiono, confundida alternando la vista entre ambas.
—Era mi compañero—murmura Eva mirándome a los ojos en el momento exacto en el que comienza a llorar en silencio.
—Lo siento mucho, Eva—murmuro, colocando mi mano sobre la suya.
—Sal de aquí, Eva—ordena Karina, antes de que ella pueda responder.
Eva se pone de pie sin protestar. Antes de salir de la habitación me dedica una última mirada llena de pena y vergüenza.
Furiosa miro a Karina quien mantiene un semblante serio.
—Ya casi son las 10—anuncia—. La hora limite para que Maximilian me entregue lo que he pedido a cambio de ti.
—¿Qué es lo que le pediste?
—Su anillo familiar. Para él ya no tiene significado. Pero para mí sí.
—¿Qué es lo que quieres hacer con él?
Karina avanza hacia mí y toma asiento en la misma silla que antes.
—No te he terminado de contar toda la historia. Cuando todo termina—suelta un sonoro suspiro—, o así es como yo lo creo, Eva y yo decidimos irnos de aquí. No queríamos vivir bajo el mando y “cuidado” de quien nos arrebató a nuestros padres. Me había resignado a vivir sin Josh toda mi vida entera. Pero luego lo volví a ver. Cuando menos lo pensé. Cuando imaginé que no volvería a pasar. Cuando ya había aceptado su vida.
—¿A Josh? —cuestiono, confundida—. ¿Miraste a Josh?
Asiente con lentitud.
—No entendía qué pasaba. Nadie lo hacía. El lazo era relativamente nuevo. Entonces entendí que si muere un ser sobrenatural reencarna. Somos un ancla para la otra persona. Es mutuo. Así que no desapareces hasta que la otra persona lo hace también. Pero no recuerdas nada. Hubiera preferido seguir creyendo que Josh estaba muerto a saber que estaba vivo y no sabía quién soy. Saber que… —su voz se rompe—, que ya no me ama.
—¿Cómo sabes eso?
—Me acerqué a él—sorbe su nariz y limpia sus lágrimas en un movimiento rápido— creyendo que al verme se lanzaría sobre mí y me besaría. Pero ni siquiera sabía quién era. Perdí a Josh dos veces—su mirada se profundiza y lo único que transmite es rencor—. Y si yo no pude tenerlo. Tener mi final feliz. Nadie lo tendrá.
—¿A qué te refieres?
—Voy a romper el lazo. Aunque eso cueste mi muerte. De igual manera, ¿qué sentido tiene vivirla sin Josh?
🦇🦇🦇
Maximilian.
—No podemos darle el anillo. Pero necesitamos hacerle creer que sí. Necesito algo qué disfrazar de tu anillo familiar. Y necesito encerrarla en un circulo de protección en dónde no pueda hacer magia.
—Esa es mucha carga para ti—señala Glenn, preocupado por su esposa.
—Lo sé. Pero soy la única bruja.
—Úsame—digo sin dudarlo—. Soy un vampiro fuerte. Inmortal. Canaliza mi poder.
—Eres fuerte, pero no será suficiente.
—Úsame también a mí—dice Glenn—. Nuestro lazo también es una fuente de energía.
Shopie se acerca a Glenn y deposita un beso en sus labios.
Ruedo los ojos.
—Pueden besarse después todo lo que quieran—me quejo.
Ella se ríe.
—Necesito el anillo—me dice.
—¿Para qué? —enarco una ceja.
—No te puedo poner en el circulo de canalización si serás tú quien guíe a Karina a la trampa. Pero te canalizaré de otra forma.
—Bien. Iré a buscarlo.
Ella asiente.
—Estaré preparando las demás cosas que necesitaremos—anuncia.
Giro sobre mi propio eje y subo las escaleras hasta el segundo piso caminando por el extenso y oscuro pasillo hasta la habitación que he evitado durante años. Antes de tomar la puerta para abrirla siento un escalofrío que me recorre cada célula muerta de mi frío cuerpo. Al abrir la puerta escucho el lento chillido que emite el cual es tormentoso. Mi cuerpo se tensa tanto que me comienza a doler el cuello. Trago grueso y comienzo a caminar en su interior. Decido centrar mi vista en el punto fijo en que sé que se encuentra la caja con el anillo. Abro la caja sólo para cerciorarme de que continúa aquí. Siento alivio cuando veo que así es. Salgo de la habitación en cuanto antes y pongo la puerta bajo llave debatiéndome si debería de tragármela para no entrar aquí nunca más.