Lazos de Amor

Cap. 11 Padres e hijos (II)

 

Harry y Bill habían regresado del Ministerio poco antes de la hora de la cena. Bill se extrañó de no ver a Victorie en el Salón con los demás, de modo que subió a la habitación a fin de asegurarse que estuviese bien. La encontró de pie mirando por la ventana, pero cuando se acercó se dio cuenta que la chica lloraba.

  • ¿Victorie?

Ella no lo había sentido entrar, pero al verlo y contrario a sus costumbres, se refugió en sus brazos. Esto extrañó sobremanera a Bill, porque la mayor de sus hijas era generalmente muy serena, la visceral era Dominique. De modo que se alarmó y pensó que tal vez la niña se sentía mal y no había dicho nada.

  • Hija…  --  intentó apartándola un poco para verla bien  --  ¿Te duele algo?
  • El corazón, papá  --  dijo ella, lo que lo confundió aún más
  • ¿Cómo dices?

Pero la chica lloraba con más desaliento y Bill comenzó a desesperarse. Consideró prudente llamar a su primo para que examinase a Victorie, así que intentó que su hija se acostara.

  • Vamos Victorie, acuéstate un momento mientras voy por Jason
  • ¡No!  --  exclamó ella  --  Él no puede hacer nada por mí
  • A ver, linda  --  intentó Bill armándose de paciencia  --  ¿Puedes explicarme qué te sucede y por qué Jason no podría ayudarte?

Victorie lo miró y se preguntó si sería prudente decírselo. No es que no confiase o amase a su padre, porque de hecho lo hacía y con locura, en su opinión no había un hombre mejor que él, y aunque nunca lo había visto comportarse en forma violenta por celos como era el caso de Louis, tal vez se debiese a que estaba consciente que su madre no tenía la culpa de atraer a los hombres y porque Fleur se esforzaba en no desplegar sus encantos ante nadie, pero no estaba muy segura de cómo reaccionaría tratándose de una de sus hijas. Sin embargo, los azules ojos de su padre estaban mirándola con auténtica preocupación y ella tomó su decisión.

  • Papá, me siento terriblemente mal
  • Por eso digo que voy a buscar a…
  • No papá, solo necesito que me escuches, pero prométeme que solo me escucharás y no harás nada
  • De acuerdo, te lo prometo  --  dijo él sin entender mucho aun
  • Papá… me gusta Anthar y… creo que estoy enamorada de él  --  dijo con simplicidad

Bill escuchó las palabras, pero éstas tardaron algunos segundos en unirse y formar una idea concreta, y cuando lo hicieron, sus ojos adquirieron el doble de su tamaño. Por un momento pensó que había escuchado mal, o que había interpretado erróneamente lo que le estaba diciendo su hija, pero su bien entrenada mente, acostumbrada a sacar rápidas y acertadas conclusiones de las más complicadas situaciones, por un momento se negó a aceptar la claridad meridiana con la que había sido expuesta la información y reaccionó en consecuencia, es decir, buscó una salida alternativa.

  • Veamos Victorie, a veces suponemos cosas que…
  • Papá  --  lo interrumpió ella  --  no estoy suponiendo nada, desde que lo vi por primera vez, me pareció el niño más lindo que había visto nunca incluido Louis. Ese día, cuando tío Sirius y ustedes lo trajeron de vuelta a casa, lo vi tan desvalido y tan asustado que sentí la necesidad de abrazarlo y asegurarle que todos lo queríamos y que entre nosotros estaría seguro, pero yo no era más que una niña y no sabía cómo expresar todo eso. Pero con el tiempo, eso que sentí en aquel momento se fue transformando, y aunque aún soy muy joven y puedo estar equivocada, pienso que estoy enamorada de Anthar.

Apartando cualquier otra consideración, si Bill Weasley hubiese tenido alguna duda de que aquella linda jovencita era su hija, esta habría quedado totalmente anulada, porque apartando la evidencia de sus rojos cabellos, Victorie acaba de exhibir su misma capacidad para exponer los hechos en forma clara, precisa, cronológicamente ordenados y aun dejando margen a un posible error de juicio, y aún no había finalizado.

  • Él no sabe ni nunca ha sabido nada de todo esto, ni él ni nadie. En primer lugar, porque creo que no es algo que una va diciendo por ahí, y en segundo, porque desde el inicio, Anthar mostró un marcado interés en Lyra, pero ella nunca le prestó ni la más mínima atención como no fuese para enviarlo a la enfermería tantas veces como le fue posible. Después de eso, no sé bien por qué motivo dejó de interesarse en ella y comenzó su interminable lista de relaciones amorosas que estoy segura pronto superará la de su padre, y te aclaro que no lo digo por celos, es algo que ustedes mismos pudieron constatar a raíz de lo que acaba de sucedernos  --  hizo una pausa y miró a su boquiabierto padre  --  Solo quisiera saber cómo hago para sacármelo de aquí  --  concluyó llevándose la mano al pecho

Bill se sentía impotente, triste y furioso por no tener ni la más mínima idea de qué decirle a su hija. Victorie era hermosa por dentro y por fuera, pero él estaba consciente de que en los sentimientos no se manda, de modo que no podía culpar de nada a Anthar si no albergaba los mismos sentimientos que ella, pero debía decir algo y optó por ser honesto.

  • Linda, así como no hay un método para querer a nadie, tampoco lo hay para dejar de hacerlo. Sin embargo, y como tú misma dijiste, aun eres muy joven y siendo que entre ustedes nunca ha habido una relación distinta a la familiar, te sugiero no cerrar tu corazón a otra posibilidad, porque estoy seguro y confío en que así será, que en algún momento aparecerá el indicado para ti, ese que el universo te tiene destinado y que debo agregar que será un sujeto tremendamente afortunado.
  • Gracias, papá  --  dijo ella abrazándolo




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