Este año la comida de Navidad sería en La Madriguera, de modo que Molly se afanaba en la cocina para tenerlo todo a punto para el día siguiente y estaba muy feliz. Cada año que les había tocado reunirse allí, para ella era la mayor de las alegrías, y ese año en particular lo estaba mucho más, porque Percy finalmente había venido con su familia y para mayor sorpresa de Arthur y ella, Charlie había aparecido de improviso la noche anterior. De modo que aquel año su familia estaría completa, ya que Jason también se encontraría entre ellos.
En aquellos momentos sus nietas Molly y Lucy, estaban sentadas desayunando y conversaban con Arthur. Molly tenía quince años y Lucy catorce, eran muy parecidas entre sí, ambas tenían los cabellos rojo Weasley y los ojos azules, y aunque hablaban perfectamente el idioma de sus padres, la mayor parte del tiempo especialmente entre ellas, se comunicaban en francés, ya que llevaban casi toda su vida viviendo en Francia.
Hasta ese momento nadie sabía que él había llegado, por lo que las niñas corrieron hacia él y lo abrazaron muy emocionadas.
Unos minutos después bajaron Percy y Audrey que también se alegraron mucho de ver a Charlie.
Finalmente, Charlie marchó a la casa de los Potter en compañía de las dos niñas, librando a Arthur del compromiso de llevarlas al Ministerio. Cuando llegaron, la casa de los Potter era un manicomio como de costumbre. Ya la mayoría de los chicos estaban alborotando en la cocina y Ginny hacía esfuerzos por hacerse oír en medio del griterío, pero cuando vio aparecer a su hermano ella gritó más alto que todos.
Harry que había estado intentando de la manera más inútil concentrarse en el diario, levantó la cabeza, sorprendido, pero en ese momento los chicos corrían en tropel hacia el desprevenido Charlie que terminó tirado en el piso.
Después de los saludos, preguntó por la cumpleañera a quien no veía entre el mar de cabelleras de distintos colores.
En ese momento venían entrando Rowena y sus hermanos, pero Jason que venía tras ellos y a quien Charlie no vio, les dio un susto de muerte al hacer aparecer la figura de un Dragón rugiente frente a su primo y en medio de los gritos de las chicas.
Los hermanos Black saludaron a Charlie con un poco más de formalidad, ya que, de los tres, quien había tenido un poco más de contacto con él había sido Rowena
Jason había perdido su alegre sonrisa, una arruga apareció en su frente y quien se hubiese tomado la molestia de mirarlo, habría concluido que Charlie estaba en serios problemas.
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Editado: 09.02.2023