La cena estuvo tan bulliciosa y alegre como la de navidad, pero en esta ocasión hicieron menos referencia a las pasadas vidas amorosas de los mayores de la familia y se concentraron en los chicos. Por supuesto Anthar, Tyler, James y Louis fueron los que salieron peor parados de todo aquello, pero en el caso de los dos menores se lo tomaron James con su habitual desvergüenza y Louis a chiste como todo lo suyo, mientras que Tyler procuraba hacerse invisible y Anthar tenía cara del gato que se comió al canario, para enorme regocijo de Sirius.
Las señoritas de la familia por su parte, como Lyra, no tenía, ni había tenido novio conocido, no prestó ni la más mínima atención cuando los chicos intentaron meterse con ella, de modo que la dejaron en paz muy pronto, lo que fue una buena cosa teniendo en cuenta que Jason estaba presente.
Cuando los chicos desviaron sus comentarios hacia Rowena, fueron silenciados de forma muy poco delicada, aparte de que Sirius miró a James con poca simpatía.
Ginny optó por dejarlo en paz en beneficio de su propia salud mental. Con Victorie y Rose tuvieron mucho menos éxito que con Lyra, porque ni a la una ni a la otra se le conocían ni siquiera amigos. En el caso de Dominique sí tenían mucha tela de dónde cortar, y las expresiones de Bill y Tyler no diferían mucho.
Para los chicos era natural verlos discutir en aquellos términos, pero Molly tenía cara de querer asesinar a su prima. Fleur estaba sumamente complacida, porque tenía una confianza ciega en Tyler y sabía que él nunca dejaría que su hija se metiera en verdaderos problemas. Mientras que Bill había abierto mucho los ojos, porque había visto mucho más en aquel diálogo de lo que habría esperado o siquiera imaginado. Y si bien no estaba muy seguro de cómo se sentía con respecto a ello, su natural sentido de la justicia lo hizo sentir conmiseración por Tyler.
Antes de que la sangre llegase al río, los chicos enfilaron sus baterías hacia las más chicas, pero siendo que Roxanne era una alborotadora de oficio, les rebotó todas sus burlas y en algunos casos los rebotes iban acompañados de alguna que otra bromita que los persuadió a dejarla en paz. En cuanto los chicos enfocaron sus ojos en Lily, toda la loza y la platería comenzó a vibrar en forma peligrosa, y aunque los de las lenguas más afiladas como eran los casos de James, Albus y Louis guardaron prudente silencio, los menos sensatos demostraron esa condición cuando se les ocurrió abrir la boca. Pero ni bien lo habían hecho, cuando una bola de fuego recorrió la mesa haciendo que todos se hicieran hacia atrás.
La voz de Anthar restalló como un latigazo y se hizo un silencio sepulcral. Los Potter esperaron en vano una furiosa réplica de parte de Lily, pero esta nunca llegó, y Harry habría podido jurar que había visto la sombra de una sonrisa en los labios de su hija. Lucy por su parte estaba indignada, y se preguntaba si es que aquel individuo tenía que preocuparse y defender a todas las féminas de la familia, primero Lyra y ahora Lily, y francamente no veía razón para ello, porque su prima tenía dos hermanos lo suficientemente salvajes como para persuadir a cualquier individuo de hacer el tonto con su hermana. Mientras que Molly miraba con atención a Peter que miraba a su vez a Anthar con odio manifiesto.
La cena terminó en relativa paz y luego pasaron al Salón. En cuanto el reloj dio la última campanada y luego de los habituales abrazos y buenos deseos para el nuevo año, comenzaron a llegar los amigos de los chicos y todos se fueron hacia el Salón de fiestas de la mansión Black.
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Editado: 09.02.2023