Lazos de Amor

Cap. 42 Uno a uno

 

Anthar había querido hablar con Lily desde la noche anterior, pero todos parecían empeñados en mantenerlo apartado de ella. Convenía en que estaba furioso, pero él nunca le habría hecho ningún daño a su niña, de modo que no entendía cuál era el empeño de sus parientes en no dejarlo acercarse a ella. Lo que el muy necio no había entendido aún, era que no temían lo que él pudiese hacerle a ella, sino todo lo contrario, de modo que en realidad lo estaban protegiendo a él de la furia de la pequeña Potter que seguía jurando que si lo veía le sacaría sus odiosos ojos y que no le hablaría nunca más en su vida.

En vista de esto, había decidido levantarse muy temprano y bajar a la Sala Común para esperarla, pero sus planes se vieron frustrados nuevamente cuando Dánaee que ya estaba allí, le pidió que la acompañase. Él tuvo la intención de negarse, pero la chica le dijo lo único que podía convencerlo de moverse de allí, y era que por algo que había escuchado, temía que Demian intentase darle alcance a Lyra que según ella ya había salido sin prestarle atención. Por supuesto aquello era una soberana mentira, pero que ya habían acordado.

Alcanzaron a Lyra y luego de gritarle en todos los tonos y de casi perderse el desayuno, se fueron a clases y él no pudo hablar con Lily. Durante todo el día se sucedió más o menos lo mismo, sus hermanos, sus primos y hasta sus amigos, lo requirieron para diferentes cosas, lo que hizo imposible encontrarse con la chica. En la noche estaba frustrado y furioso, de modo que, al entrar en la Sala Común, se fue directo hacia la pelirroja, pero esta al verlo entrar, se puso de pie a toda prisa y corrió hacia las escaleras sin prestarle atención.

  • Rowena, hazme el favor de decirle que baje  --  le pidió a su hermana, pero la chica no se movió  --  ¡Rowena!
  • ¡Ey, ey!  --  lo detuvo James  --  Ya que tienes tantas ganas de ser masacrado, si me lo pides amablemente puedo golpearte si quieres y prometo no dejarte en tan malas condiciones, pero si vuelves a gritarle a mi chica, será otro asunto
  • ¿Qué les pasa?  --  preguntó mirándolos a todos  --  Solo quiero hablar un momento con ella
  • Primo, eres brillante en muchas áreas, pero cuando se trata de las chicas de esta familia, eres un asco  --  opinó Louis
  • ¡No lo puedo creer!  --  exclamó con exasperación  --  Todos vieron lo mismo que yo ¿no? ¿Por qué soy el único que parece estar preocupado por el asunto?
  • Veamos  --  intervino Albus  --  en primer lugar, lo que nosotros vimos fue a un loco peligroso queriendo matar a un individuo que solo hablaba con Lily.
  • ¡¿Hablaba?!  --  gritó más que preguntó
  • Sí, hablaba o al menos lo hacía hasta que llegaste tú.
  • ¡Maldición, Albus Potter! ¡Ese desgraciado besó a tu hermana frente a todos nosotros!
  • Error, mi hermana besó al pobre desgraciado, y estoy seguro que no lo habría hecho si tú no hubieses llegado amenazando al desdichado ese.
  • Créeme primo, te estamos haciendo un favor  --  insistió Louis  --  déjala en paz hasta que se le pase o es posible que no llegues al día de tu graduación.

Anthar estaba más allá de las palabras, de modo que les dio la espalda y abandonó la Torre.

  • Sin duda tiene un carácter horroroso, igual al padre  --  opinó Dánaee comprobando de inmediato que ese comentario había sido un enorme error

Rowena apenas sin moverse había prendido fuego al borde de su túnica, y al mismo tiempo Lyra le había marcado el rostro.

  • Dánaee, agradecemos que de vez en cuando nos ayudes, que nos vigiles y todo eso, pero si te empeñas en decir estupideces como esa, entonces no te quejes de nuestro amable trato  --  le dijo James
  • Eres lenta para aprender, pero descuida, tal vez algún día lo consigas  --  agregó Louis y comenzaron a subir a sus habitaciones

El viernes Anthar desistió de su empeño de hablar con Lily, y de hecho apenas si lo vieron en todo el día, porque ni siquiera fue a almorzar. En la tarde había práctica de Quidditch y como buena parte de la familia estaba en el equipo, los demás fueron a ver. Mientras que Anthar al terminar las clases se fue derecho a la Biblioteca y enterró la nariz en los libros. No se había dado cuenta de cuánto tiempo llevaba allí, pero suponía que no mucho cuando su corazón se detuvo por una fracción de segundo al recibir un urgente patronus, y dejando todo tirado emprendió una veloz carrera.

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Habían pasado cinco días en los cuales Jason no se había movido del Hospital, prácticamente no había comido y no había dormido en lo absoluto. Habían hecho todo lo humanamente posible por detener el avance del maldito virus, pero sin tener idea de a qué se enfrentaban, era una carrera a ciegas. Si Jason estaba en estado lamentable, Grace estaba quizá peor, por no hablar de Harry y Remus. Ginny aparte de la angustia por Sirius, temía por la salud de su marido, que al igual que su primo apenas si había dormido o comido durante aquellos días.

Ese día Sirius había amanecido realmente mal, la fiebre ya había causado muchos estragos, y por mucho que habían intentado detener el proceso, ya lucía imposible.

  • Niño…  --  Jason levantó la cabeza que había tenido hundida entre las manos  --  necesito hablar… con Bill
  • Aquí  --  escuchó del otro lado y giró la cabeza con cierta dificultad
  • Bill… necesito
  • No te preocupes por nada, todo está hecho y solo falta tu firma
  • ¿Y qué… estás esperando?  --  y Bill miró a Jason que tenía pésimo aspecto
  • Niño… no seas necio… esto debe hacerse  --  pero en ese momento Jason se dio vuelta y abandonó la Sala




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