Isla
Desde el Ritual, ya no era la misma. Lo sentía en mi piel, en mis sentidos, en cada paso que daba.
El mundo era más nítido. Podía oír el aleteo de los cuervos a kilómetros, el murmullo de los árboles, los pensamientos de los lobos más cercanos. Pero con todo ese poder… también venía una carga.
—La Primera Hija no solo era una guía —me dijo Evelyn—. Era una amenaza para los que amaban el control. Y tú eres su eco.
Algunos del Consejo comenzaron a evitarme. Otros me observaban con una mezcla de respeto y temor. Unos pocos me ofrecieron su lealtad… en secreto.
Liam me acompañaba, pero estaba más callado que antes. Me miraba como si me reconociera y, al mismo tiempo, me estuviera conociendo por primera vez.
—¿Tienes miedo de mí ahora? —le pregunté una noche.
—Tengo miedo de no poder alcanzarte —susurró.
Tomé su mano y lo miré a los ojos.
—No tienes que alcanzarme. Solo caminar conmigo.
Y por primera vez desde el ritual, él sonrió.