Isla
La noche estaba tan silenciosa que podía escuchar el latido de mi propio corazón.
Bajo la luna llena, la manada avanzaba sigilosamente por el territorio enemigo. Cada paso era una mezcla de adrenalina y temor.
Markus nos guió hacia la guarida donde tenían a su hermana. Era un antiguo refugio, rodeado de trampas y guardianes.
—Prepárense —susurré—. No será fácil.
Las sombras comenzaron a moverse, y la batalla estalló.
Liam y yo luchamos espalda con espalda, sintiendo la fuerza de nuestra unión.
Entre golpes y rugidos, vi a Markus correr hacia la celda donde su hermana estaba cautiva.
Cuando la puerta se abrió, un grito de alivio nos llenó el pecho.
Pero entonces apareció Lucien, con una sonrisa cruel.
—Pensaron que sería tan sencillo —dijo, su voz goteando desprecio—. Esto apenas comienza.
Liam se interpuso, y con un poderoso aullido, la lucha final comenzó.
El choque de fuerzas fue brutal, pero el poder de nuestra manada, nuestro vínculo y la luna llena nos fortalecieron.
Finalmente, Lucien cayó, derrotado.
Exhaustos, nos reunimos, sabiendo que habíamos ganado.
Pero también que el verdadero desafío era mantener esta paz.