Lazos de Sangre

Capitulo 1: Escape

Estaba contenta, era el mejor día de mi vida, por fin iba a ser libre, ya lo tenía decidido, hoy al salir del colegio me escaparía e iría a vivir con Diego, siempre estuvo babeando por mi y no pienso desaprovechar esta oportunidad, luego ya veré como me deshago de él, pero por ahora es lo único que tengo, no estoy dispuesta a permanecer un puto día más en esta casa, siento que me asfixiaría si es que tengo que pasar otro día más en este horrible lugar.

Todo ya estaba listo, agarré mi mochila en donde tenía guardado un cofre con muchas joyas de mi madre.

Mamá... tranquila por fin saldré de aquí, a ninguna de las dos nos quisieron...

Bese el cofre, sonreí al pensar en mi madre y una nostalgia se apoderó de mi, hoy cumplían 12 años desde su muertos y a nadie en la casa parecía importarle.

No no dejaré que me afecte... yo soy fuerte... 

Cuando de pronto mi bolsillo comenzó a vibrar, era por mi móvil, lo cogí y conteste, debía ser Diego.

—Hola amor ¿Ya estas lista? —me preguntó con un tono meloso.

—Sí, ya estoy saliendo, no aguanto un minuto más para dejar todo esto —confesé.

—Yo no aguanto un momento más que no estés entre mis brazos

—Si, yo igual —mentí—. Pero después de esto no tendrás porque preocuparte por eso cariño, no nos volveremos a separar

Si como no, es lo primero que pienso hacer...

—Bueno tengo que colgar, alguien nos podría escuchar y no quiero que irrumpan en nuestros planes, te esperaré en el lugar acordado y de ahí nos iremos a Liverpool ¿Verdad?

—Si amor, ahí mi padre tiene una hacienda en donde nos podremos quedar unos días hasta arreglar los pasaportes para irnos a Madrid

—Ay... todo parece tan irreal. —Me di golpecitos en las mejillas para despertar si en caso era un sueño—. De verdad... es lo mejor que me pudo haber pasado, ya para mañana no estaremos más aquí...

Cuando de pronto una voz que odiaba me puso los pelos de punta.

—¿Por que no estarás más aquí mañana? —preguntó con un tonito irritado—. ¿Y con quien...

—¡Sal de mi recamara! —bramé—. ¡No quiero que un maldito recogido como tú contamine este lugar!

Te odio... te odio... de no ser por ti nada de esto habría pasado

—¿Por qué dijiste que no estarías aquí mañana? ¿A donde planeas ir? —camino acercándose a mí

—¡A ti que te importa! ¡No es tu asunto! ¡Yo sé que hacer con mi vida!

—¿Qué traes en tu mochila? —preguntó queriendo cogerla.

—¡Nada que te importe! ¡Largo de aquí! ¡¿Qué parte de que no quiero un estúpido huérfano en mi vida no entiendes?! ¡¿Qué es lo que tengo que hacer para que te largues?! —espeté furiosa. No lo soportó y no lo soportaré nunca. Es un maldito estorbo en mi vida, nuca le perdonaré lo que me hizo.

—Lía.. yo no...

—Mi nombre es Amelia —corregí—. Solo mis amigos y la gente que quiero puede llamarme Lía y para tu mala suerte no eres ninguno de los dos y nunca lo serás. Te odio, sal de aquí, no te soporto. —Camine furiosa y lo empuje hacia la puerta

—¿Por qué me tratas así? Yo nunca te hice nada —hablo con tristeza. Es un cínico de primera.

—¡Yo no tengo porque darte explicaciones de lo que hago! ¡Es mi vida! ¡Son mis problemas! ¡No quiero a un estúpido huérfano metiéndose en donde no le llaman! —aclaré a punto de cerrar la puerta en su maldita cara, pero sin siquiera poder preverlo en un descuido me acorralo contra la pared mientras mantenía la mirada fija en mí.

No podía negarlo, sus iris verdes eran impresionantes, iguales a la de un gato, un gato diabólico y endemoniado que me quito todo lo que tenía sin importarle que era una niña. Nunca olvidaré el día que llegó, talvez sino hubiera sido una niña boba nada de esto hubiera pasado, desde el principio debí mostrarle quien mandaba para que no se inmiscuyera en el cariño de mi padre como una sucia rata hasta ponerlo en contra mía.

Flashback:

Yo me encontraba sentada en la sala jugando con mis muñecas aun con algunas lagrimas en el rostro, aún no cumplía una semana de que mi mamá se había ido pero ya la extrañaba mucho, solo deseaba que volviera pronto, papá solo me había dicho mamá que estaba de viaje y vestir de negro le ayudaría a que ella volviera con nosotros, yo haría cualquier cosa para mami volviera a nuestro lado, los amaba muchísimo. Cuando de pronto escuche como la puerta principal fue abierta, llevé mi mirada hacia allí, talvez mami ya había vuelto. Corrí hacia allá cuando mis esperanzas fueron aplastadas al ver a mi padre junto con un niño de cabello crespo y castaño, de tes clara y con unos ojos verdes al igual que un gato.

¿Quién será? ¿Por qué papi lo habrá traído hasta acá? Talvez papi lo haya traído para que juegue con él...

Me acerque para verlo mejor, pero el niño parecía muy tímido, se escondía tras mi papá cada vez que me acercaba.

—¿Quine es papi? —pregunté con mucha curiosidad—. ¿Como te llamas? —le pegunté sonriente.

Pero el niño contestaba, solo agachaba la cabeza con temor.

—¿Por qué se esconde papi? ¿Quién es?

—Él será tu hermano a partir de hoy... —me respondió—. Deberás...

—Mi hermano —hable con ilusión mirando a mi padre—. Tengo un hermano. —Me emocione y corrí a abrazarlo sin ni siquiera pensarlo, no me culpen, era muy impulsiva

La idea me encantaba, no me gustaba estar sola todo el tiempo, sería como tener un amigo de tiempo completo, estaba más que feliz. Pero al parecer él no compartía esa emoción pues se quedo quito con una expresión nuevamente de miedo, yo no comprendía ¿A que le temía? ¿A mí? No lo creo, yo no daba miedo ¿O si?

—¿Estas bien? ¿Cómo te llamas? ¿Qué edad tienes? ¿Qué te gusta? —preguntaba sin parar pero el solo me esquivaba la mirada—. ¿No te agrado? ¿No quieres ser mi hermano? ¿No te caigo bien? —pregunte con tristeza

Pero nuevamente no obtuve respuesta.




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