Hoku la llevaba de la mano sin un destino en concreto, Akane solo se dejaba llevar por él, no podía dejar de verlo, llevaba una camisa negra y unos vaqueros apretados negros también, haciendo destacar doblemente su pelo rojo, Hoku estaba ensimismado por el suave roce de su mano, no quería soltarla, al final llegaron a casa, entraron y él la acorraló contra la pared
- ¿Qué haces? - dijo Akane mirándole
-Lo siento, siento no haberte escuchado, siento no haberte entendido, siento haber estado así esta semana, he visto lo feliz que te hace ayudar en la floristería, ayudar a las personas mayores de ese barrio, tienes un brillo en los ojos que no me personaría apagar, por ello, sigue ayudando a la gente, solo estaba preocupado y siendo un egoísta, pensando en mí, pero no he pensado en ti y por eso te quiero pedir perdón- estaba sonrojado por la vergüenza y por el alcohol
-Te perdono y te entiendo, idiota- ella le cogió la cara dándole una sonrisa- ambos se abrazaron, ambos deseaban, pero no se permitían a sus cuerpos actuar
Hoku se separó sonriendo a su compañera, ella se quedó mirándole, esa sonrisa la iba a grabar en su memoria, era tan hermosa que la hizo sonrojar
-Te he sacado del bar, para hablar contigo, pero eso no significa que se haya acabado la fiesta- se movió a un lado y pudo ver algunos alcoholes en la mesa -No quiero arruinarte la noche- con un mando encendió la música
Sirvió un par de tragos y le ofreció uno, había preparado eso para ella, para pedirla perdón, ambos se tomaron los chupitos y empezaron a cantar juntos, no apartaban los ojos el uno del otro, seguían bebiendo, sirviéndose varios tipos de tragos, empezaron a bailar el uno delante del otro, Hoku no apartaba la mirada de ella, ni ella de él, se lo estaban pasado realmente bien
Akane se pegó a el de espaldas, bailándole, Hoku la agarró apegándole más a él, ante eso ella comenzó a mover su culo sobre él, haciéndole gruñir y continuar lo que estaba haciendo en el bar, morderla el cuello, ella se erizó y ante eso Hoku empezó a dar besos por todo su cuello y hombro, ella se empezó a mover más sensualmente al notar la erección de él
-Nena…- ese apodo con la voz ronca la hacía calentar aún más
-Dime- dijo en un susurró con voz divertida
-Vas a volverme loco- apretó su cadera, haciendo que ella notara su erección y emitió un pequeño gemido, haciendo que él la mordiera más fuerte el cuello -Me encantas
-Hoku- dejó caer su cabeza para que él tuviera más acceso a su cuello, no pudo aguantar más y se giró para atrapar sus labios con los suyos
El beso era necesitado, ellos se necesitaban, rápidamente las manos de él fueron a sus nalgas y las de ella a su cuello envolviéndolo y haciendo que el beso fuera más profundo y excitante para ambos, sus lenguas danzaban como en una lucha, el sabor a alcohol era presente, se juntó en un sabor perfecto para ambos, Akane le mordió el labio haciendo que es soltara un pequeño gruñido, y volvió a atacar su boca con necesidad, ambos cayeron en el sofá, dejándola a ella encima de él, siguieron besándose sin descanso, apenas se separaban para respirar y volvían a juntar sus labios, Akane arañaba sus hombros, estaba deseosa de él y el no podía apartar las manos de su trasero
-Akane, joder…- apretaba más sus nalgas haciéndola soltar un suspiro
- ¿Qué pasa? - dijo entre suspiros, él no paraba de darle besos y mordidas en el cuello
-Muchas cosas ven aquí- la agarró con fuerza y se levantó de sofá cargando con ella en brazos, según se levantó ella entrelazó las piernas en sus caderas, haciendo que sus intimidades se juntaran haciéndoles soltar a ambos un gemidos
Con ella en brazos, fue hacía la habitación, se sentó en la cama dejando a ella encima de él, ella le atacó el cuello, mientras desbotonaba su camisa dejando a la vista su torso, sus manos viajaron por cada centímetro de piel al descubierto, haciendo que él dejara caer su cabeza para atrás para disfrutar de ese suave tacto
Ella estaba encima de él moviéndose para que sus intimidades se rozaran entre ellas, haciéndoles experimentar un placer nuevo para ambos, solo estaban dejándose llevar, Hoku se levantó con ella de la cama y estando de pie, comenzó a quitarle toda la ropa de la parte de arriba de su cuerpo, ante la vergüenza de Akane, se quitó su camisa poniéndosela por encima, la llegaba casi por las rodillas, estaba desnuda de la cadera para arriba, sus pezones se escondía detrás de la camia de Hoku, es se quitó los pantalones quedando solo en bóxer, ella sin poder evitarlo llevó su mirada ante ese imponente bulto
Hoku estaba, casi desnudo delante d ella, bajo su atenta mirada y la vergüenza comenzó a llegar a su cuerpo, ella ante eso, dejó caer su falda quedando solo con la camisa y una prenda de encaje que es lo que cubría su intimidad, Hoku se quedó mirándola embobado, era perfecta, ambos sentían la vergüenza de mostrar sus cuerpos desnudos, ante un arranque de valentía Akane cogió su cuello acercándola a ella y besarle, notar como sus cuerpos desnudos se juntaban la pareció delicioso, Hoku al notar sus pezones erectos sobre su cuerpo, haciéndose ver la excitación de ella, le hizo perder toda la vergüenza que había sentido momentos atrás, sintiendo una electricidad por todo su cuerpo, lanzándose a ella, dejándola suavemente encima de la cama, se subió sobre ella, quedando entres su piernas, haciendo que sus intimidades volvieran a rozarse, ahora con menos tela, haciéndoles desearse aún más, ninguno de los dos habían sentido esto antes, pero estaban expectantes por descubrirlo todo, él se acercó a ella le dejó un leve beso, en el cuello haciéndola suspirar, volvió a hacer una y otra vez mientras ella, rozaba sus intimidades moviéndose, haciendo que Hoku se volviera loco, la agarró con fuerza de la cadera mientras con la otra mano se sujetaba para no aplastarla
-Hoku, yo nunca…- fue lo que llegó a decir Akane entre todos los suspiros que salían de su boca