Lazos de sangre: Los cuatro vestigios

El cuartel

Amber y Tom pidieron un taxi del hotel a la casa de la abuela o mejor dicho al cuartel, el trayecto no fue muy largo.
Al llegar se quedaron parados viendo la casa por unos segundos con sus maletas en mano. 
Tom tocó la puerta esperando a que alguien les abriera. 

-¡Tom!- exclamó una chica de cabello largo y rubio al abrir la puerta.
-¡Dayana!- dijo Tom y la abrazó.
-¿Quién es ella?- preguntó Dayana con una sonrisa.
-Es mi hermana.
-Soy Amber, mucho gusto.
-Hola, soy Dayana, bienvenida. Bueno, pasen.
-Oye Dayana, hazme un favor y lleva a Amber a una habitación yo iré a saludar a los demás- dijo Tom. 
-Bien… Amber ven, acompáñame, te enseñaré tu habitación. 


Amber estaba confundida, entre más se adentraba al cuartel, más se daba cuenta que así no era como recordaba la casa de su abuela, pero de todas maneras siguió a Dayana escaleras arriba y después la siguió para recorrer un largo y angosto pasillo lleno de puertas de madera. Dayana se detuvo en seco y volteó a ver a Amber. 


-Mira el cuartel tiene 4 pisos, 10 habitaciones, en el segundo piso están los cuartos de las niñas, en el tercer piso están los cuartos de los niños y finalmente en el cuarto piso duermen Owen y Edmond. Tú habitación es esta...- dijo la chica de cabello rubio abriendo la puerta y dándole paso a Amber-  la segunda puerta a derecha- siguió diciendo.
-Gracias es muy linda- dijo Amber sentándose en la cama y observando toda la habitación.
-¿Te puedo preguntar algo?- preguntó Dayana.
-Seguro…
-¿Puedo tomarte de la mano? 
-¿Perdón?
-Es que es algo curioso sabes... yo puedo controlar y percibir los sentimientos y emociones de los demás, digamos que es mi poder...
-¿Estás diciendo que tienes poderes? No lo creo- dijo Amber completamente escéptica.
-Lo tengo, estoy segura, pero desde que llegaste no puedo percibir nada de ti, y normalmente lo percibo sin tener contacto físico con la persona y creo que podría detectar tus sentimientos si te tomo de la mano...
-No quiero ser grosera pero de verdad dudo que tengas poderes- dijo Amber con una sonrisa y unos ojos llenos de incredulidad. 
-Dame tu mano y déjame probarlo…- dijo Dayana muy segura de sí misma.
Amber accedió.
Dayana le tomo la mano lentamente y después cerró los ojos unos segundos… 
Decepcionada y bajando un poco los hombros dijo- Que raro…no siento nada… no sé porque… ¿y bueno cuál es tu poder?
-¿Mi poder? Yo no tengo ningún poder.
-Eso lo dudo Amber... (ahora la incrédula era Dayana) - Pero bueno por lo mientras descansa, si necesitas algo, lo que sea, no dudes en decirme, mi habitación es la de a lado… así que ya sabes…
-Gracias Dayana, de verdad.
... 

Amber trató de dormir pero le costó mucho conciliar el sueño ya que se sentía frustrada y tenía unas ganas inmensas de llorar pero no podía, tenía muchas cosas en la cabeza que tenía que procesar, estaba lejos de casa, su madre se había ido quien sabe a donde y sin dar muchas explicaciones, estaba en la casa de su abuela pero las personas a su alrededor le llamaban el cuartel, acababa de conocer a una chica que según puede controlar y percibir emociones, todo era muy confuso y tenía un mal presentimiento, parecía una pesadilla y estaba ansiosa por despertar.
Lástima que no era una pesadilla era la realidad.
 




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