Lazos de sangre: Los cuatro vestigios

Evocando recuerdos

Estaban todos en la mesa comiendo fish and chips mientras charlaban. 

-¿Y cómo te sientes hasta ahorita en el cuartel Amber?- pregunta Lucas.
-Pues bien... solo que estoy un poco confundida no recordaba así la casa de mi abuela, no la recordaba tan grande ni llena de gente con poderes.
Todos rieron, excepto Owen.
-Bueno recordarias si no hubieran modificado tus recuerdos...
-Owen, ya basta- dijo Tom con voz fuerte y firme, mientras le lanzaba una mirada que indicaba un ultimátum.  
-No es que esté de lado de Owen... pero...
-Tú siempre estás de lado de Owen- dijo Iliana interrumpiendo a Edmond.
-Calláte Iliana. Como decía... no es que este de lado de Owen, pero yo también sentí feo cuando Amber no me reconoció. 
-¿Qué? ¿Se supone que ya conocía a Ed y a Owen de antes? - dijo Amber sorprendida.
-Si, se conocen desde que son niños pero mamá decidió modificar tus recuerdos... por eso no los recuerdas, lo hizo para que no tuvieras noción alguna de que existía gente... diferente- dijo Tom más tranquilo.
-Yo solo digo que tiene derecho a recuperar sus propios recuerdos- dijo Owen.
-Si, definitivamente los quiero de vuelta.

Tom impaciente le explicaba a su hermana que no es algo tan fácil de recuperar, ya que una mujer que tiene el poder de manipular la memoria de los demás a su conveniencia fue la que le hizo esas modificaciones a Amber y solo ella podía traerlos de vuelta. 

-Pues hay que encontrar a esa mujer- dijo Dayana.
-Hace años que no se nada de ella, era amiga de mamá o conocida, solo se que se llama Jessica y vive o vivia en Brixton- dijo Tom.
-Eso no está nada lejos de aqui- dijo Lucas.
-Pues deberíamos de ir- dijo ahora Owen.
-Concuerdo, de verdad necesito recordar las cosas como son.
-Bien, tú ganas, iremos esta misma noche, pero no te garantizo que la vayamos a encontrar- dijo por fin Tom levantándose de su silla.

Amber sabía que ese era el riesgo, no encontrarla, pero el solo hecho de intentarlo la hacia sentir un poco satisfecha.

                                       ***

A las siete y media de la noche, más o menos, Tom, Ed, Owen y Amber se subieron al carro, iban en busca de Jessica, se notaba un ambiente extraño ya que lo que iba a pasar era algo incierto pero emocionante.

Fue un viaje relativamente corto, cuando llegaron a Brixton, Tom se metió por calles en las que el recordaba que podía vivir Jessica, aunque la verdad era que no estaba del todo seguro de lo que hacía. 

-Chicos lo único que recuerdo es que vivía por esta calle, pero no sé en que casa- dijo Tom observando de un lado a otro.
-¿Porque no te bajas a preguntar a los vecinos?- sugirió Edmond.


Tom se bajó del carro, y eso fue lo que hizo, preguntó a los vecinos, vió a una señora ya grande caminando y se acercó pero ella solo negó con la cabeza, luego se acercó a una casa al azar y tocó el timbre y preguntó por Jessica, y nuevamente la persona negó con la cabeza, Tom no se iba a dar por vencido aún,  y volvió a tocar el timbre de otra casa, de repente Amber, Owen y Ed vieron como Tom regresaba al carro con cara alegre.
-¿Y bien? ¿Ya sabes dónde vive? 
-Si, vive doblando la esquina.
...

Tocaron el timbre de la casa en la que se supone que vive Jessica. Tuvieron que tocar el timbre dos veces para que una mujer casi de la misma edad de Elizabeth abriera la puerta. 
-Disculpe ¿Usted es Jessica?- dijo Amber dirigiéndose a la mujer.
-Sí, así es.
-Bueno yo soy Amber y el es mi hermano mayor Tom.
-Si los conozco, pero si son los hijos de Elizabeth Walliser, nos vimos un par de veces, hace ya unos años. Los conozco a todos, excepto a ustedes dos...- dijo señalando a Owen y a Ed.
-Oh, si perdón, no nos hemos presentado. Soy Edmond. 
-Owen.
- Hola Ed, Hola Owen. ¿A qué debo el placer de que me hayan venido a ver, chicos? 
-Bueno pues nos preguntabamos si podíamos entrar a su casa, lo que pasa es que necesitamos hablar con usted, sobre los recuerdos de Amber.
Se hizo un silencio. 
-Si, claro pasen. Solo denme un minuto- dijo Jessica cerrando la puerta y entrando  a la casa.

Amber y acompañantes se quedaron mirándose entre sí, un poco extrañados, prácticamente les habían cerrado la puerta en sus narices, y precisamente un minuto y un par de segundos después la puerta se volvió abrir y ahora si entraron a la gran casa. 

-Pasen por favor y siéntense donde quieran. Jessica se notaba un poco acelerada y nerviosa, y todos lo notaron pero nadie dijo nada. 

Se quedaron asombrados por lo grande, limpia y elegante que era la casa, incluso los sillones en los que se sentaron se veían muy bien cuidados, daba pena hasta sentarse en ellas.

-¿Y bien Amber que puedo hacer por ti y tus recuerdos? - preguntó Jess.
-Pues me gustaría recuperarlos, tengo entendido que me los modificaste a petición de mi madre.
-Ya veo, eso es cierto. Pero me temo que eso fue hace ya un tiempo, y si te soy muy franca no recuerdo con exactitud como eran tus recuerdos originales, antes por supuesto de modificarlos, no puedo regresarte tus recuerdos. Pero tengo preguntar... ¿qué recuerdos específicamente quieres recuperar? 
-De cuando era niña y acompañaba a mi madre y a Tom a la casa de la abuela, mire hay cosas que se supone que tengo que recordar- dijo mirando simultáneamente a Owen y Edmond- y que no recuerdo. 
-Mira te seré honesta no creo que yo sea de gran ayuda.
-Tengo que insistir, debe haber algo que puedas hacer,estoy segura, borraste a Owen y a Edmond de mi memoria, es como si jamás los hubiera conocido,  y créeme que es frustrante estar con personas que aseguran que te conocen y que tú no las recuerdes de nada, y tengo la esperanza de que mi pasado me ayude a entender todo lo que pasa- dijo Amber dejando al descubierto su frustración.




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