Lazos Fuertes

Capítulo 6

Después de haber aceptado a realizar el cambio de salón con Evaluna, esta no dejo de sonreír el resto del día, al menos una de nosotras está contenta. No me imagino convivir con Mariana en el mismo lugar, después de dos años. Suena la campana indicado que es la última lección y tenemos toda la tarde libre.

No estoy de humor, debo llamar a mi mamá para tal carta sino no pueden hacer el cambio. Es increíble que ya voy por esta situación dos veces en menos de una semana. 

— Que cara, Cheli. – Dice una figura alta y morena cuando entro a la habitación.

Le doy una sonrisa falsa que es lo único que obtiene de mí mientras me quito los zapatos y los hago a un lado junto con bolso para echarme en la cama.

Si bien al principio Stacy no me cayó bien cuando la conocí — gracias a Marianna —, con el tiempo se convirtió en una persona importante en mí circulo de amigos, no podré encontrar las palabras para agradecerle por permanecer a mi lado en los momentos difíciles, las charlas donde solo éramos ella y yo contra el mundo porque la motivación propia no era suficiente, los momentos divertidos, las veces donde no se necesitó decir una palabra para correr por la otra.

— ¿Qué ocurrió? — Pregunta.

— Me llegó la noticia que Mariana se va a pasar al salón que estoy con Evaluna. —  Le respondo a Stacy.

— No lo puedo creer, ya eso es mucha intensidad.—  Comenta mi amiga.

Un suspiro sale de mis labios—. Llamaré a mamá para que haga la carta para pasarme de salón, de todos modos, en el expediente está que no podemos estar juntas en el mismo lugar. — Respondo 

— ¿Evaluna sabe eso? — Cuestiona.

— Evaluna no es una niña a la que debo de estar cuidando, el día que me vaya de este lugar ella tendrá que aprender a defenderse, no todo el tiempo estaré para protegerla de las personas que quieren hacerle daño, ya me basta con lo que me toca lidiar día a día... —  Hago una pausa para seguir — . Pero ella dio la idea de pasarnos de salón, así que tomen por hecho de que estaremos en tu salón en esta semana. 

— Esperemos que acepten el hecho de que se van a trasladar. — Comenta Stacy.

Bufo

— Seguro que lo aceptan. —  Contesto para luego intentar relajarme — . No sé si lo está haciendo por joderme con su existencia o si ya es algo en lo que yo no tenga que ver. 

El sentimiento era extraño, pero a su vez estaba agotada de que mi primera semana se trata de ella. No pensé que fuera así mi regreso al internado.

🍁.

La tarde se sintió como el infierno, mis nervios están a flor de piel desde la llamada que me hizo Jack ¿Qué pasó? ¿Tan urgente es que debe verme? Su tono de voz en la llamada no el mejor, nunca antes lo había escuchado de esa forma. Intente mantenerme ocupada con las tareas de las materias, pero no me funciono del todo hasta que sonó mi celular indicando que entro un mensaje. Lo tomo con desesperación y leo el texto.

— Ya estoy, me dijeron que van a llamarte. — Dice su mensaje.

En las habitaciones hay un teléfono que se conecta con la dirección del internado para hacernos saber si llegó un visitante o si la directora nos quiere en su oficina, yo solo he tenido la suerte de ir una sola vez a la oficina de la directora. El dicho teléfono suena por lo que contesto.

— Buenas tardes joven ¿Hablo con Aracelí Rousseau? — Pregunta la secretaria a través de la otra línea.

— Sí, con ella habla. — Respondo

— ¿Cómo estás, linda? 

— Bien ¿Y usted? 

— Estoy bien, me alegro por ti. — Dice para seguir —. Esta aquí un chico guapo buscándote para que bajes y lo recibas.

Siento como mis mejillas toman el color rojo y la temperatura me provoca calor.

— Dile que ya bajo.

— Listo. — Termina la llamada.

Muchos apostaban a que yo sería capaz de decirle a Jack sobre mis sentimientos, pero hubo un tiempo en el que me hicieron la pregunta y lo negué frente a él, si admito que mis sentimientos no habían empezado a cambiar hasta hace unos meses que el mostró interés en Aproh. 

Tengo mis razones para no quererla con Jack, pero me hervía la sangre que él no viera la clase de persona que ella es.

Me pongo mis sandalias y camino a la sala de espera siento la velocidad que va mi corazón y los latidos retumbando en mis oídos. ¿Tan nerviosa y ansiosa estoy? Debo controlarlo antes de que me desestabilice y no quiero que eso suceda. La emoción y la alegría llenan mi alma al verlo que no puedo evitar correr hacia él y subirme como un mono para abrazarlo.

— ¿Cómo está la reina más hermosa del país? — Pregunta mi mejor amigo.

— Angustiada, bien angustiada desde la llamada. — Respondo.

— Lo siento, linda. No era mi intensión angustiarte. — Especta.

Hablamos sobre lo ocurrido estos días, no es el mejor tema de conversación pero Jack sabía mi historia en este internado. No me sentía juzgada ni tampoco tan terrible persona con él.

— Definitivamente tu mamá debe hacer la carta, tu segundo año en el internado no fue el mejor para ninguna de las dos. — Opina mi amigo para hacer una pausa, como si pensara muy bien lo que va a decir —. Recuerda que ambas eran muy niñas e inmaduras, las cosas pueden cambiar ya que ambas han evolucionado.

—¿Me estás sugiriendo que retome su amistad? — Cuestiono.

—No, jamás haría algo así sabiendo que no es de tu agrado. 

— Lo que está roto por más que se intente reparar, es imposible que retome su principal función. — Especto —. Prefiero mantenerme lejos de ella mientras se pueda.

— Si eso es lo que quieres, te apoyo.

— ¿Me vas a decir el motivo de tu visita? — Le pregunto.

En eso llega Laura la secretaria que anteriormente me llamó para darme a conocer la visita de mi amigo.

— Espero no interrumpir nada. — Habla mientras nos observa —. ¿Se les ofrece algo como té o café? 

Mi amigo me hace una mirada de cachorro provocando que una sonrisa se me dibuje en mis labios.




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