Capítulo 12

Existen murmullos en todos lados mientras camino, los videos han llegado a ser virales en menos de dos horas y esto ya alertó a toda la nación. Algunas dicen que las chicas involucradas han estado en dirección desde la mañana con policías nacionales sin dejarlas salir, cada pasillo, aula y persona solo habla el asunto de los videos. Intento verlos nuevamente, ya que el protagonista del video se me hacía familiar pero por las circunstancias en donde se grabó no se podía ver claramente el rostro del chico. 

— ¡Araceli! — Grita una voz chillona desde lejos.

Alzo mi vista para encontrar la voz de la persona que me llamó, esta se viene enseguida hacía mí con toda cautela. 

— Hola, Esmeralda. — Le digo cuando finalmente está a mi lado.

— Están llamando a los padres de cada una de las muchachas que sale en los videos, básicamente las que estuvieron en la hoguera anoche. — Comenta Esme.

Abro los ojos de par en par ante el comentario de mi amiga, si sabía que la situación podría ser grave pero nunca había visto algo como esto. Esmeralda la conozco desde el primer año en el internado gracias a Mariana debido a que eran amigas, pero por situaciones de la vida dejaron de llevarse. Mi amiga no es muy alta de hecho me llega por la barbilla y eso que yo soy pequeña, ella es una de las pocas personas que sabe mi situación con Mariana y ha estado para mí desde entonces.

— Jamás vi algo como esto. — Le digo.

— Van a llamar a mis papás. — Susurra.

Coloco ambas manos en mi cintura y la observo —. ¿Qué vas hacer si llega tu mamá? 

— No puedo mentirle, las cámaras del internado me captaron saliendo. 

Un suspiro frustrado escapa de mis labios 

— ¿No sé te ocurrió inflar un globo y tapar la cámara mientras salías corriendo? — Cuestiono.

— No lo pensé en ese momento... — Contesta bajando la voz —. Lo peor es que Hugo salió en el video.

Desde a una gran distancia escucho el "click" de mi cerebro cuando conecta las cosas.

— ¿Hugo fue el que grabó? — Le pregunto.

— Peor aún, fue el que hizo el intercambio de uniforme. — Responde.

Siento en ese momento como un balde de agua fría me cae desde la cabeza y se expande en todo mi cuerpo el frío ante la respuesta de Esmeralda. El miedo, la preocupación y la ansiedad comienzan a salir.

— Voy a llamar a Hugo.

Saco mi celular y busco su contacto, el pulso me tiembla por lo que me cuesta escribir su nombre en la lista de contactos para dar con su número. Cuando finalmente lo encuentro presiono la opción de llamada, suena una vez, luego dos, después tres, sigue en cuatro, hasta mandarme a buzón.

— ¿Qué hora es? — Le pregunto a Esme.

— Son las 10:30 am. — Responde.

Pateo el piso en frustración. — No contesta...

Esmeralda parece estar tragándose toda preocupación, las mangas de suéter cubren sus manos que lleva hacia los ojos para taparse antes de querer llorar. En eso veo a Maria pasar a nuestro lado por lo que la llamo y esta se detiene.

— ¿Sabes algo de Hugo? — Le pregunto.

— No lo sabes... — Responde.

— ¿Qué pasó? — Preguntamos al unísono Esme y mi persona.

— Lo acorralaron antes de que pudiera ir a clases hoy, lo golpearon, lo pisaron, le gritaron y lo insultaron. — Responde Maria mientras saca su celular y nos muestra las noticias de hoy.

La reportista habla del incidente y muestra el video que alguno de los idiotas del internado hermano subió a redes donde efectivamente se ve a Hugo sin camisa acorralado entre una multitud de hombres, lo han golpeado y lo pisaron hasta que sangrara. Esto es inhumano. El pánico se apodera de mi al ver que iban hacer el intento de quitarle un piercing a la agresiva que se encuentra en la piel fina de las fosas nasales, hasta que un profesor aparece en defensa y los demás alumnos se ponen a gritarle insultos. 

Puedo entender que fue una ofensa al internado lo que hicieron, pero jamás se debe tener estas acciones. 

— Esta en el hospital con sus padres. — Habla Maria cuando acaba el video —. Los golpes no fueron tan graves ni profundos, pero si le recomendaron reposo absoluto. 

Me quedo en un estado neutro donde no hablo pero tampoco me muevo.

— Los moretones le van llevar semanas en sanar... — Comenta Esme.

— ¿Cheli? ¿Estás bien? — Me pregunta Maria llevando una mano sobre mi hombro.

Solo siento un vacío interno, como el frío sigue en algunas partes de mi cuerpo y el calor apenas empieza a salir. Como en un amanecer. La cabeza me da vueltas y las palabras del video me aturden. Hugo ha sido mi amistad desde el primer año en el internado, todo había empezado por un pique entre las bandas de los internados en un evento.

La voz que sale hablar a través de los parlantes hace que salga del transe que estoy pasando.

Se les solicita a todas las estudiantes ir al gimnasio urgentemente, repito, se les solicita a todas las estudiantes ir al gimnasio urgentemente.

Esmeralda traga fuerte ante el anuncio de los parlantes, Maria se despide de nosotras y yo me dirijo al salón donde están mis cosas antes de que acabe el receso.

🍁.

Un silencio profundo invade el salón antes de pensar en ponernos de pie, el profesor de literatura esta demasiado serio y no ha dicho ni pronunciado una palabra desde que todas regresamos al salón cuando el receso acabo. Minutos más tarde llega Katia vestida muy formal al salón.

— Buenas tardes, chicas. — Saluda en un tono amable mientras da una sonrisa de labios cerrados.

— Buenas tardes. — Saludan las presentes en el salón.

Su mirada va hacia el profesor de literatura. — Ya pueden pasar al gimnasio.

El profesor se limitan a asentir con la cabeza e indica que nos pongamos de pie. Todas hacemos una fila en orden cuando Katia se va antes de ir camino al gimnasio.