Lucien
El eco de los murmullos recorría la sala del palacio. Con nuestros anillos en las manos, la tensión era palpable. Mis padres estaban preocupados por la decisión de Agni, mi hermano fuerte pero torpe, en sus propios pensamientos,quien había elegido a Esmeralda por encima de su verdadera compañera, Tin. Aunque había regresado de la luna de miel con Angelina,siempre pensé que no había logrado nada todavía aún
—No puedo creer que esto esté sucediendo —murmuré para mí, mientras contemplaba a mi hermano con un brillo de furia en sus ojos.
Angelina se acercó, tratando de calmarme, pero yo no podía dejar de pensar en el hechizo que mantenía a Agni atrapado en esta farsa. El simplemente de pensar en estar en su situación me dan un escalofrío orrible,en pensar en que podría lastimar a mi compañera así,me arde el alma,no me imagino a la pobre tin en ese momento
Angelina
Mis pensamientos se agitaban mientras intentaba disfrutar de nuestro momento. La idea de que mi amiga Tin estuviera sufriendo me desgarraba. ¿Qué haría yo si estuviera en su lugar? El hechizo de Esmeralda era profundo, y aunque su magia parecía inquebrantable, sabía que había una forma de liberarlo.
—Lucien, tenemos que hacer algo —dije, apretando su mano—. No podemos dejar que esto continúe.
La mirada de Lucien se volvió seria. Podía ver la determinación en su rostro, un fuego que se encendía a medida que pensaba en la situación de Tin. Era el momento de actuar. El era el príncipe de la luz,pero su poder no podía ayudar a su hermano,ni siquiera Aurora una bruja inteligente y fuerte no pude romperlo tampoco,ni Ajax Con su poder de curación pudo curar su corazón encantado con su poder de la naturaleza,ni Enzo pudo ayudarlo con un manantial fresco para que pensara bien,ni siquiera el golpe que le lanzó Merlín con el elemento aire,ninguno pudo hacer nada
Ni la misma reina cómo su madre ni el mismisimo rey,se suponen que ellos son rey y reina,pero se dejan de su hijo testarudo
Tin
Mientras tanto, me encontraba en mi refugio, debilitada por la tristeza y la confusión. La vida en el bosque había comenzado a perder su color, y el encuentro con mis sentimientos era cada vez más complicado. Caminé hacia una cascada, deseando encontrar paz en la naturaleza, pero sentí la presión de la situación.
Los rostros de los reyes y sus familiares se habían presentado en mi mente, y aunque sabía que debían quererme, no podía evitar sentirme un estorbo. ¿Acaso mi amor por Agni había sido en vano? La duda me envolvía, y un atisbo de esperanza se asomó a mi corazón al pensar en el poder que aún podría tener sobre él.
Pero en estos últimos días he tenido un poder que no se cómo apareció de repente empeze a sentir más la naturaleza como mia,como si tuviera que protegerla a fuera de lugar,está noche estoy intentando controlar mis poderes de la naturaleza junto con la ayuda de mis amigas,Aurora,Angelina,Helen,mia,y flora,ella también cuando sus lobos la marcaron obtuvieron un don elemental pero yo no siendo marcada lo obtuve de igual manera,yo obtuve la naturaleza,Angelina obtuvo el fuego,flora obtuvo el agua,mia obtuvo dos poderes la luz y un escudo impresionante y Helen obtuvo el viento,que está mas que contenta
Ajax
La puerta se abrió abruptamente y entré, con la mirada fija en Tin. Era doloroso verla así, consumida por la tristeza. Debía hacerle ver que su lugar estaba con nosotros, no perdida en el bosque.
—Tin, tienes que venir —dije, intentando suavizar mi tono—. Agni necesita tu ayuda, y nosotros también.
Ella me miró con desdén, pero yo no me rendiría. La desesperación en su mirada me decía que aún había algo de lucha en ella. Mi flora vino hacia mi con una gran sonrisa en sus labios
—No sé si puedo ayudarlo —susurró, la voz temblorosa—. Siento que ya no tengo fuerzas.
Le extendí la mano, decidido a que comprendiera que su poder era mayor de lo que pensaba. En mi interior, sabía que el amor verdadero podría romper cualquier encantamiento. Si lograba que su corazón encontrara la fuerza para actuar, podríamos salvar a Agni.
La Decisión
Mientras me adentraba en la cabaña, las palabras de Aurora resonaban en mi mente. Sabía que debía ofrecerle una oportunidad. La determinación de liberar a Agni se transformó en un grito silencioso en mi interior.
—Si no lo haces por ti, hazlo por él y tú bebé —insistí—. No podemos dejar que Esmeralda gane.
Tin dudó, su mirada se volvió más suave. El brillo de la esperanza comenzó a asomarse en su expresión. Era el momento decisivo.
—Está bien —dijo finalmente—. Iré a ayudarlo.
Cuando llegamos al castillo, la atmósfera era tensa. La ceremonia de Agni y Esmeralda estaba en pleno apogeo, pero el verdadero espectáculo se llevaría a cabo en el momento en que Tin lo enfrentara.
Al entrar en la sala, el silencio se hizo presente. Agni, con la mirada perdida y el destello de la magia todavía en sus ojos, se erguía al final del altar. Tin avanzó con determinación, y el murmuro de la multitud creció.
—Agni —dijo con voz firme—. No estás solo. Estoy aquí,bueno estamos aqui para romper este hechizo.
Los ojos de Agni se abrieron con sorpresa, y por un instante, el hechizo pareció tambalear. Tin se acercó, y al apoyarle la mano en el rostro, sentí que el aire se cargaba de energía.
El Desenlace
La conexión entre ellos era palpable. Con cada segundo que pasaba, el hechizo comenzaba a desvanecerse. La mirada de Agni, que antes estaba nublada, ahora brillaba con un reconocimiento profundo.
—Tin —susurró, como si despertara de un largo sueño.
El abrazo que compartieron iluminó la sala, y en un instante, el encantamiento se rompió. Agni, ahora libre, se volvió hacia Esmeralda, y en su mirada había una resolución clara.
—No puedo estar contigo —declaró—. Mi corazón pertenece a Tin.
El clamor de la multitud fue un eco de incredulidad, pero yo sabía que era el inicio de una nueva era. El amor había triunfado, y la magia, aunque poderosa, no podía igualar la fuerza de un verdadero vínculo.