Lazos Inquebrantables

vengo por mi hija

Estoy decidida hacer cualquier cosa por las personas que amo, Y a mi mente viene Ryan..

-¿que hiciste con Ryan..?

Frunce el ceño y me ve...

-lo deje ir como te lo dije..

No se si creerle o no...

-¿estas dudando bianca?

Lo veo de reojo mientras entramos al ascensor.

-no, Luciano.

-ten. -me da un teléfono. - llámalo.

Dude por un momento.

Y si es una bomba.?

No ayudas conciencia.

Hay películas donde marcas y entonces boom...

Shh cállate..

Tome el teléfono y vi que él tenía ya marcado un número, a caso es ryan o uno de los hombres de Luciano.

Llamada telefónica

*si

*¿Ryan?

*bianca, estas bien

*ryan ahora lo estoy amigo.

*nos veremos

*te aviso ryan.

Y colgué la llamada no se si pueda soportar esto.

-ahora si estas mas tranquila.

-si gracias.

El se voltea a verme y no puedo evitar ver su mirada confundida me observaba detenidamente.

Acercó su mano y acaricia mi mejilla

-eres tan parecida a ella.

Cuando iba a responder en ese momento se abren las puertas del ascensor y deja a la vista a mi padre con briana y Antonio.

Esto se jodio, mierda.

No puede ser esto no esta pasando, mi padre no le quita la mirada a Luciano y briana no deja de expresar confusión, antonio saca su arma y cuando veo que mi padre hace lo mismo Luciano se tensa.

No puede ser.

- papa no. - trato de hablar sin demostrar nervios.

Mi padre me ve serio y confundido.

-Bianca qué significa esto.

-papá yo..

-No, dime que no harás lo que pienso.

Mi padre me ve y se que esta furioso.

-quítate del camino alessandro, que ya nos vamos. - Luciano trata de dar un paso pero mi papa no lo deja.

Mi padre ve a Luciano con cara de odio.

-eres un maldito imbécil, ¡¡QUE LE HICISTE A MI HIJA.!!

Luciano se tensa y su mano va directo hacia su arma.

-¿me gritaste? .- le pregunta apuntándole.

Mi padre busca acercarse a él y yo me pongo en medio.

-luciano.- pongo mi mano en su pecho.

-Bianca alejate.

Yo veo a mi padre y aunque me duela le digo.

-aléjate tú, déjanos en paz, papá tomé una desición, hermana te amo cuida a papá por las dos.

-bianca, hija no tienes que hacer esto nena yo....

-acaso no escuchaste. -Luciano reta a mi padre.

-ya basta, vámonos, por favor. - susurro.

Cuando empezamos a caminar para alejarnos un grito me detiene.

-¡BIANCA!.

Volteo y mi vista se nubla.

Cristian.

El se detiene y su mirada es confusa se que no entiende nada y tampoco quiero que lo haga.

Volteo para seguir caminando pero una mano me detiene y sin esperarlo Luciano me besa.

Me está besando.

delante de todos y lo peor es que yo seguí el beso pensando en que me pueden odiar.

Ahora si estoy jodida, estoy jugando con fuego y temo quemarme.

El se alejo los vio a todos y soltó una risa me tomó de la mano y me guío hacia el auto.

Estoy secuestrada oficialmente..

¿O no?

~

Esto es una completa locura no puedo creer que de verdad este aquí en este auto con Luciano a punto de enfrentarme a otra vida, otra vida tan diferente a la mía.

Suspiro y lágrimas bajan por mi rostro.

-Bianca. - Luciano toma mi mano y un escalofrío se hace presente.

Yo voltee a mirarlo y sus ojos se veían diferentes, apagados llenos de dudas, de confusión, su mirada me hace estremecer y despierta en mí las ganas de saber que esconde Luciano rizzo, estoy dispuesta a traspasar esa coraza que tiene el, voy a descubrir su punto más débil.

-Bianca, llegamos. -el me abre la puerta para bajar del auto.

-gracias. -le contestó bajando, que estupidez

Un hombre se va acercando a nosotros.

-señor.

-victor, dónde está aurora.

-en la cocina señor. - el hombre no pudo evitar verme con curiosidad. - ¿y la joven es?.

Luciano me ve y hay esta de nuevo esa mirada.

-la hija de alessandro.

El tal victor arrugó su frente.

-¿la secuestraste Luciano?.

Voltee al escuchar esa voz, una señora no más de 50 años se acercaba a nosotros.

-como pudiste secuestrar a esta niña. -la señora me observa detenidamente. - es idéntica a..

Luciano no la deja continuar.

-nana, por favor.

La señora asintió y volteo a verme.

-vamos niña, te llevare a tu cuarto para que te cambies.

Le di una última mirada a Luciano, el solo me veía serio con odio y a la vez con amor.

Camine detrás de la señora que me llevaría a mi cuarto mi vista se fijaba en cada parte de esta casa era inmensa y todo lucía demasiado limpio, subimos las escaleras y no pude evitar ver que a mi izquierda había un cuarto parecía una biblioteca, decidí entrar y evidentemente estaba llena de libros, me acerque al primer estante y acaricie a cada libro leyendo sus títulos mi vista se fijo en uno en particular, cuando lo iba a tomar, un aliento choca con mi cuello no pude evitar quitar la mano.

Luciano.

Su mano se acercó hacia el libro que había elegido, lo saca y me lo pone enfrente para que yo lo tome, lo pone en mis manos y él acaricia la portada.

Yo aun seguía de espalda y el atras de mi.

-vidas cruzadas. -dice el. - es un libro interesante, me gusta.

Me di media vuelta quedando cara a cara con el.

Estaba cerca.

Muy cerca.

-yo, solo, bueno.. - no podía ni hablar los nervios se estaban apoderando de mi.

El levantó su mano y poco a poco fue acariciando mi rostro con sus dedos, dándome escalofríos en todo el cuerpo, inconscientemente cerré los ojos y recordé ese beso que me dio.




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