Capítulo 2

ZED LAWRENCE

La miro tomarse unos largos tragos de esa asquerosa bebida alcohólica como si su vida dependiera de ello y sé que ni muerto le voy a quitar la mirada de encima.

No cuando sé que la he encontrado.

Escuchar su voz en mi cabeza me puso el cerebro como un remolino en muchas direcciones. Solo mi familia puede hacerlo por el vínculo que tenemos y es por eso que solo nuestras parejas también pueden, pero ninguno ha encontrado la suya.

Claro, no hasta ahora.

Yo no soy muy fan del alcohol y tampoco de las peleas, a pesar de mi reputación como un chico que podría destrozar a otros de un solo puñetazo.

Creo que en cuanto vuelvan a ver a Xaden, sabrán lo que es un verdadero tipo que podría destruir a otro.

Recorro el cuerpo de la chica que está frente a mí. Apreciando sus piernas largas, su trasero marcado en esa falda corta y su blusa deja algo de piel en su estómago.

Mierda.

Es hermosa.

Y es toda mía.

Creo que no había querido o necesitado algo con tantas ansias como quería encontrar mi compañera y poder tener a alguien que centre toda su atención en mí.

Al tener hermanos siempre compartimos cosas y hasta gustos, pero una compañera es única para cada uno y yo he encontrado la mía.

Veo como sigue a Dina y Kim a la pista de baile. Llena de tipos cachondos, tomo mi vaso con gaseosa y rodeo la pista hasta detenerme en el área de los sofá.

Dean ya está sentado tomando lo que podría ser alcohol combinado con una gaseosa para no tenerlo de golpe, algo que él acostumbra a hacer.

Me dejo caer a su lado y miro detenidamente a mi chica bailar con sus amigas, aunque se nota que es un tanto más reservada que esas dos.

—Al menos disimula.

No me giro hacia Dean, siento como se mueve a mi lado y veo por el rabillo como se inclina hacia adelante intentando captar lo que yo veo.

—¿La encontraste?

Asiento a sus palabras admirándola. Ahora que sé que es ella, debo ganarme su confianza y poder estar juntos.

—¿No la viste venir?

Tenso la mandíbula.

—Tú y yo sabemos que si no funciona directamente con ustedes así y ya, mucho menos será fácil con ella —niego con la cabeza.

A veces es verdaderamente frustrante poder observar el futuro. Saber las respuestas de un examen o saber exactamente en que lugar de la portería va a ir el balón.

Pero es muy complicado ver el futuro con alguien con quien tengo un verdadero vínculo, como lo es mi familia y hasta mi compañera.

Es por eso que estoy sorprendido, no la había visto venir a mí y mucho menos que llegaría aquí a vivir.

—¿Y?

Enarco una ceja y miro a Dean sin entender qué más quiere que le diga si apenas la he visto por primera vez y apenas y puedo quitarle los ojos de encima.

—¿Y…

—¿Qué piensas hacer?

—¿Qué pienso hacer…con qué? —ladeo la cabeza confundido.

—Dios santo, tú sabrás por qué no le diste tanto cerebro como para pensar —Mira al techo—. Mamá tenía que traer al mundo uno defectuoso.

Le doy un golpe en la nuca.

—Cállate, imbécil.

—Ahora puedo acusarte con tu novia y hacer que ruegues.

Me echo un poco hacia atrás cuando me da una sonrisa maliciosa, ya puede tener un plan macabro formándose en su mente.

—No logro entender, ¿Cómo es que tú y yo somos hermanos?

—Así como somos hermanos de Xaden.

Asiento a sus palabras. Xaden duerme demasiado, come demasiado, pero hace el suficiente ejercicio como para verse bien y es gruñón en todo su esplendor.

—Vale, tú mejor vigila a tu chica porque creo que en cualquier momento va a caer muy borracha.

La mira otra vez, notando como su risa ha cambiado a una muy achispada, con eso ya sé que no tiene mucha resistencia al alcohol y a las fiestas.

—Creo que si se duerme voy a tener que llevarla a casa —murmuro pensativo.

—Mamá va a estar más que contenta y papá le va a empezar a soltar nuestras historias de pequeños.

Me paso una mano por el cabello sabiendo que no hay que cuidarse de mamá, sino de papá con las historias sobre sus hijos de cuando eran unos niños sin importar que ahora todos nos veamos adultos.

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