Lazos Malignos [libro 2] (en Edicion)

3.- Un caso diferente

FAITH 💥

 —¿Faith?, ¿Faith?

Logré sentir la comodidad de mi cama a mis espaldas, una mano sostenía la mía mientras otra acariciaba mi cabello. Lentamente abrí los ojos, acostumbrándome a la claridad de la habitacion.

—Gracias a los Dioses ya despertaste, hermanita— Tobías se levantó de la silla junto a mi cama—. No sabíamos que explicación darle a mamá.

—¿Ya llegó? —me incorporé con algo de dificultad.

—Si, le dijimos que quisiste tomar una siesta, espero que se lo haya creído— Leandra se levantó de la cama —, ¿Te sientes mejor?

—Bastante, gracias a los dos, de verdad— estiré mi mano libre hacia Leandra, la rubia la tomó —. Se que les pido mucho al hacer esto, pero gracias por no decirle a nuestros padres.

—Eres nuestra hermana, Faith, y queremos lo mejor para ti— Leandra apretó mi mano —. No nos rendiremos, encontraremos la forma de quitarte ese peso de encima, y seremos felices.

—Yo sé que si— le sonreí, aunque no era del todo cierto.

Esto es un castigo de los Dioses, y solo ellos podrían quitármelo, nadie más.                  

Leandra salió de mi habitacion mientras que Tobi se quedó un poco más conmigo, mi hermano podrá ser el menor de la familia, pero es el más preocupado de los tres, a veces siento que la menor soy yo en vez de él.

—Nunca habías pasado tanto tiempo desmayada.

—¿Cuánto tiempo estuve?

—Media hora— me asombré al escucharlo —. Por un momento pensamos que lo habíamos jodido todo.

—Estaba débil, debió ser por eso, nunca me había pasado antes lo de mi reflejo— intenté sonar segura.

—Imagino que debió ser aterrador, aunque asumo que has visto cosas peores— el rubio se encogió de hombros.

—Ser la única médium no es fácil, menos desde que la abuela no está para ayudarme— suspire, —pero puedo con esto, aunque no siempre me guste lo que veo.

—Eres fuerte Fay, y por eso te admiro, ojalá pudiera ayudarte más.

—La ayuda que me dan es más que suficiente— le sonreí con dulzura —. Tú y Leandra son los mejores hermanos que pude tener.

Tobi apretó mi mano regalándome una de sus sonrisas sinceras, iguales a las de mamá. Escuchamos la puerta principal cerrarse, de seguro papá había llegado. Me levanté de la cama y salí junto con mi hermanito de la habitación. Mientras bajábamos las escaleras escuchábamos los murmullos de nuestros padres en la cocina, al parecer algo no andaba muy bien.

—¿Y no hay algún sospechoso? — preguntó mamá.

—Ni siquiera un indicio, es un caso completamente extraño— declaró papá.

Cuando entramos en la cocina, ambos nos miraron.

—Veo que despertaste, cariño— comentó mamá mirándome con una sonrisa.

Me encogí de hombros. —Me ganó el sueño.

—¿Qué es eso? — preguntó mi hermano viendo las fotografías esparcidas en la mesa.

—Evidencias de un caso—respondió papá —, un caso muy peculiar.

Papá es jefe del departamento de investigaciones de la policía de Melrose, por ende, siempre sabe lo que pasa en la cuidad, y así la mantiene bajo control, sobretodo de los casos sobrenaturales.

—¿Ese no es el cementerio estatal? — observé las fotografías.

—Si, encontraron dos cuerpos en las afueras, estaban totalmente drenados.

—¿Vampiros? — la duda en la voz de Tobías me hizo pensar.

Melrose nunca ha sido una ciudad donde lo sobrenatural haya estado expuesto, se podría decir que lo más en descontrol que hay en esta ciudad soy yo, pero, que algo así haya pasado, no es normal.

—Temo que no, no hay marcas de colmillos— papá apuntó a una de las fotos —. Los drenaron de una manera muy extraña.

—¿Tienes alguna teoría, querido? — mamá se paró a su lado, tocando su brazo.

—Ninguna, la verdad.

—Tal vez yo pueda ayudar, papá— todos me miraron—, tal vez haya algo invisible a los ojos en ese lugar.

El pelirrojo me miró no muy convencido. —No estoy seguro de que sea buena idea, hija.

—Sabes que soy la única que puede ayudarte, papá, además no sería la primera vez que interfiero en tus investigaciones.

Oh si, papá no se ganó su puesto solo por ser un excelente policía, también recibió ayuda de su familia, los dones de la magia de los hechiceros Lockwood-Grey, y el don de médium mío.

He sido yo la que ha resuelto casos que los compañeros de papá no pudieron, por que logré ver los puntos ciegos de ellos, o simplemente porque veo a las víctimas y sus vidas.

Ahora que lo pienso, mi don es bastante escalofriante.

—Bien, iremos hoy en la noche, veré si algunos cazadores nos acompañan.

—¿Ellos ya están enterados de esto? — Tobi saltó de repente.

Siempre ha habido tensión entre sobrenaturales y cazadores, y Melrose no se libra de eso. En esta ciudad hay a lo menos dos familias de cazadores importantes, y al igual que los Lockwood, están involucrados en altos cargos de la sociedad ciudadana para mantenerse al tanto de todo.

—Lo más seguro, el alcalde Wheeler informó solamente a los altos rango sobre este asunto— finalizó papá.

El teléfono comenzó a sonar, mamá fue a contestarlo mientras Tobías y papá seguían observando las fotografías. Me quedé quieta, oyendo su voz en mi cabeza, estaba intentando perturbarme. El ritual había funcionado, pero no me esperaba que su efecto fuera tan corto, es la primera vez que no duraba tanto. Intenté actuar con normalidad, me debía alerta a nadie de mi familia.

—Faith, es Jia— gritó mamá desde la sala de estar, corrí hacia allá y tomé el teléfono.

—Hola, ¿Qué pasa?

Fiesta hoy, en la casa de Christian Blake— dijo la rubia a través de la línea.

—¿Una fiesta?, ¿un martes?, ¿ese chico está loco?

Entiendo que Christian tenga muchas ganas de celebrar, más teniendo la casa y los lujos que tiene, pero ¿una fiesta cuando apenas empieza la semana?, tal vez se le ha olvidado que seguimos en bachillerato.



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En el texto hay: medium, cazadores, hechiceros

Editado: 06.03.2023

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