Lazos Malignos [libro 2] (en Edicion)

10.- Las extrañezas de Melrose

COLIN.

–Has estado muy callado, primo– la voz de Bart me saco de mis pensamientos.

–No eres tú el que siempre dice que las pareces de esta ciudad tienen oídos– lo mire por el rabillo del ojo. –No creo que divulgar secretos de un mundo desconocido sea lo correcto.

–No te hagas, Colin, que tu estés callado es prácticamente un milagro.

Bufé. –¿Seguro que no te refieres a ti mismo?

La verdad estaba demasiado confundido para entablar conversación alguna, no lograba quitar sus ojos de mi mente.

No pensé que Melrose tuviera algo interesante que entregar cuando papá decidió que pasara una temporada con los Hayward, pero me lleve una sorpresa al saber que había una criatura extraña rondando bosques, misteriosos casos de asesinato y una chica sin miedo a la oscuridad del bosque.

Bart me había contado cosas sobre los Lockwood, pues junto con los Hayward, son de las familias más antiguas del pueblo, sus apellidos están escritos en los papeles de la fundación del pueblo, al igual que el apellido de la familia maldita. Sabía que los Lockwood eran una familia de hechiceros y que algunos de sus integrantes lograban tener el don de ver el más allá, ser médiums. Pero nunca contemple que la chica que vi en la fiesta fuera una Lockwood.

Kendrick no lo sabía, pero antes de llegar a la fiesta en sí, habíamos revisado los perímetros de la casa por el bosque. La oscuridad suele ser un buen escondite, y desde ella la vi, una pelirroja que bailaba mientras su sonrisa iluminaba su rostro. Parecía un tayo de sol entre luces apenas brillantes, ella resaltaba sin esforzarse por hacerlo. Me llevé una fuerte impresión al saber que ella pertenecía al clan Lockwood, que era una sobrenatural, y cuando la vi caminar con decisión hacia el bosque, supe que debía ir con ella. Cuando la tuve frente a mí, acorralada contra un árbol me permití detallarla mejor, tenía ligeras pecas sobre la nariz y parte de los pómulos y sus ojos eran de un verde claro que hipnotizaba sin el menor esfuerzo, y el sol no era muy amable con el color de su tez.

–¿No piensas decirme tu nombre?

–Yo soy el que hace las preguntas, ¿Por qué sigues a esa cosa?

–Necesito saber que es, es para ayudar.

–¿Y planeas morir en el intento?, para ser sobrenatural, no eres muy lista.

Definitivamente esa no es la mejor forma de comenzar con una persona desconocida, pero Faith me desconcertaba en ese momento, entendía que era una sobrenatural y que podía ver cosas que el resto del mundo no, pero ¿adentrarse a un bosque sola, detrás de una criatura peligrosa y desconocida?, ¿acaso estaba loca? Estuvo a metros de esta cosa, podría haberla matado.

Después cuando se me acerco para pedirme el número de celular, algo dentro de mi salto con entusiasmo, al parecer le había gustado a la chica pelirroja, pero ella sin saberlo le dio una patada en el ego cuando me dijo que era un reto. Asi que decidí pedirle algo a cambio, solo para molestarla, pero me sorprendió que aceptara, a regañadientes pero lo hizo.

Al día siguiente fue el incidente en el instituto donde estudiaba Bart el bachillerato, la pelirroja estuvo cerca de matar a una de sus compañeras, estaba sorprendido hasta la mierda por su acto. La chica dulce que vi bailar en la fiesta tenía una faceta más oscura de lo que uno creería, ese rayito de sol tenía oscuridad escondida. Cuando llego su hermano e hizo un extraño ritual, la chica se desvaneció, fue una suerte que estuviera cerca para poder evitar que se azotara contra el suelo, con una mano me quite la chaqueta para recostarla en el suelo.

–Gracias.

–Por nada.

Solo nos dijimos eso cuando despertó, pero su mirada dijo mucho más, solo que no supe bien que quería decir. Ese día nos dejó sin ninguna respuesta pero muchas preguntas.

Y por último fue el día de hoy, cuando Bart me conto sobre la llamada de Faith inmediatamente de dije que iría con él, la mirada de mi primo no pasó desapercibida en ese momento.

–¿Qué te traes entre manos, Colin? – me pregunto con la mirada juzgadora.

–¿Por qué crees que planeo algo?

–Porque no estabas interesado en lo que decía hasta que dije el nombre de Faith.

–Tonterías, quiero saber que es esa cosa que merodea en el bosque.

Bart no me había creído del todo pero de igual manera me dejo acompañarlos. Desde la distancia era fácil ver el cabello de la pelirroja, era tan anaranjado que bajo el sol parecía ser fuego puro, además el vestido color mantequilla hacía que sus rizos resaltaran aún más. Ella no parecía muy feliz de verme de nuevo, pero después de unos segundos dejo de importarle mi presencia, sobre todo cuando nos cargaba de bolsas y paquetes.

–¿Quieres que nos disfracemos?, estas loca– le dije al escuchar su idea

–Déjame explicártelo en simples palabras– sus ojos verdes me miraron fijo. –La criatura que ustedes quieren cazar mato al chico que está a unos metros de nosotros, su familia tiene un secreto que tal vez no ayude a descubrir que es esa cosa. Asi que te pondrás esto, seguirás el plan y no comentaras nada extraño, ¿entendido, cazador arrogante?

Apenas soltó todas esas palabras, con tanta determinación y firmeza, solo logre pensar en una cosa, que lucía jodidamente sexy. Con los rayos de sol acariciándole la pálida piel y el ligero viento alborotándole el cabello.

–¿Algunas vez te han dicho que luces sexy en modo mandona, niñita?

No pude evitar decirle eso, y ver que su cara se tornó rosada me hizo disfrutarlo más. La casa de los Lamber era bastante común, pero si tenía un aire pesado, como si de verdad estuvieran cargando algo. Mientras Faith hablaba en el patio con la señora Lucrecia y mi primo distraía al resto de la familia Lambert, me escabullí sigilosamente por la casa, el pasillo principal me había causado un misteriosa sensación, debía hacer una pista que mis ojos no veían ahí, pero Faith si podría verla. Note que junto a una vieja puerta la fondo del pasillo hacia una pequeña mesa antigua con un diminuto cajón, al abrirlo una dos llaves antiguas exactamente igual estabas escondidas. Tome la perilla d la puerta para abrirla pero estaba cerrada, de seguro estas llaves la abrían, rápidamente guarde una en mis bolsillos mientras la otra se quedaba en su lugar. Tenía que volver antes de que notaran mi ausencia.



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En el texto hay: medium, cazadores, hechiceros

Editado: 06.03.2023

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