FAITH.
–Wow, momento, ¿las maldiciones familiares de verdad existen?, siempre creí que eran un mito– soltó Walker a los segundo de revelar parte de la verdad.
–Pues son tan reales como cada uno de nosotros, solo que no son muy comunes– explico papá.
–No es algo que uno comparta con el mundo– mamá se abrazó a si misma. –Muchos suelen ver las maldiciones familiares como una enfermedad contagiosa.
–Aun no me lo puedo creer– exclamo Bart. –¿Nadie más sabe de esto?
–Ustedes son los primeros en saberlo fuera de nuestra familia– Leandra se sentó a mi lado.
–Y esperamos que sigua de la misma forma– mi hermanito se cruzó de brazos.
Tenia claro que esta conversación no seria fácil, el ambiente estaba tenso y confuso, pero lo que mas me preocupaba era lo que pensaba cierto cazador. Colin tenía la mirada fija en el suelo, se había sentado en un banco giratorio de madera que usualmente utilizaba cuando pintaba en el lienzo en mi esquina del arte.
La manera mas practica de contar la verdad sobre esta maldición es como inicio esta. Debo contar al trágica historia de mis antepasados.
–¿Cómo es que están aquí? – pregunto Leandra, la verdad eso no se me había pasado por la cabeza.
–Tu hermano me llamo– respondió Kendrick, todos miramos a Tobías.
–¿Y tu como sabias el número de Kendrick?
–Esta anotado en la libreta junto al teléfono– se encogió de hombros. –Además, asumí que necesitaríamos ayuda.
–Hiciste bien, cariño– mamá le acaricio el cabello rubio.
–Pero si me sorprendí de que vinieran ustedes– apunto a los tres cazadores.
–Kendrick nos dijo que lo acompañáramos– soltó Colin, levantando la mirada
Por favor, solo escucha lo que tengo que decir.
–Creo que es momento de contarles la verdad– un ligero nudo se formó en mi garganta.
Leandra me ayudo a acomodarme mejor en la cama, mi cuerpo estaba adolorido pero podía soportarlo. Esa cosa que Kendrick lanzo sobre mi es bastante fuerte.
–Mamá, papá, ¿nos darían privacidad?
–Faith…– comenzo papá pero lo corte.
–Tengo que hacer esto por mí misma, por favor.
Ambos se miraron, debatiéndose si acceder a mi petición o no, finalmente papá se acerco a mi y beso mi coronilla.
–No importa lo que el resto del mundo diga, tú siempre serás una luz– me susurro antes de salir de la habitación.
–Tobías…
–Ah no, yo no me muevo de aquí.
–¿Prometes mantenerte callado y no saltar a la primera palabra que digan los chicos?
Arrugo los labios. –Bien, lo prometo.
Le dedique una pequeña sonrisa. El rubio se a mi otro lado, dejándome en medio de ambos hermanos. Mire a los cazadores.
–Todo empezó hace años, mucho antes de que nuestros padres, incluso nuestros abuelos nacieran– comencé, mis manos temblaron. –Los Lockwood llegaron a este continente junto a otras familias sobrenaturales, con ayuda una de las primeras familias se establecieron en Melrose. Aquí nacieron tres Lockwoods: Elicia, Irinea y Alistair.
Leandra unió su mano con la mía al ver mis temblores.
–Todo esta bien entre los humanos y los sobrenaturales, pero las cosas cambiaron radicalmente con el paso de los años, por la llegada de los cazadores– fije la mirada en Colin. –Irinea no entendía por que nos detestaban tanto, y quiso acercarse a uno de ellos.
–¿A quién se acercó? – pregunto Walter.
Tobías tomó mi mano libre y la apretó. –Octavius Hayward.
Colin y Bart abrieron los ojos en señal de sorpresa. Definitivamente no se esperaban que su familia y la mía tuvieron un cruce de historias.
–Continua, por favor– los ojos de Colin recayeron en mí.
–Irinea pasaba mucho tiempo con Octavius, él ignoraba que ella era una hechicera. Comenzaron a salir a pesar de que las guerras en nuestro mundo se estaban desatando. Una noche los cazadores quisieron hacer una redada, se habían enterado de que este mismo día se celebraría un día importante para las brujas y hechiceros, que mejor que tenerlos a todos reunidos para matarlos– podía sentir la rabia e impotencia de mis hermanos, pero no quería que sus emociones afectaran las mías. –Ese día Octavius descubrió que Irinea era una hechicera, pero también descubrió que la amaba.
Ambos se habían enamorado, y sabían los riesgos que eso significaba para ambos, pero no les importo. Salieron a escondidas de todos, incluso planearon escapar, hasta que llego el 13 de noviembre.
–El día de la masacre– susurró Walter sin creerlo.
–Muchos cazadores como sobrenaturales fueron tomados como rehenes de sus enemigos, la guerra que se había desatado estaba en su punto mas tenso. Los cazadores hartos de esperar a que los sobrenaturales entregaran a sus rehenes, decidieron fusilar a los sobrenaturales que tenían en su poder, Octavius debía matar a Irinea– trague saliva.
Pero su corazón no le permitió llevar a cabo ese acto tan horrendo, asi que la libero y la ayuda a escapar. Para su mala suerte uno de los primero cazadores estaba ahí y vio que el dejaba ir a una de las nuestras y lo mato. Irinea se había escondido entre los arboles para asegurarse de que su amado estuviera bien, y presencio su muerte. Desesperada corrió hacia él y como pudo lo cargo hasta llegar a su casa. Elicia estaba en casa, y al verla le pregunto que había pasado, Irinea le conto toda la verdad y le pidió su ayuda, Octavius no podía abandonar esta tierra, no después de todos los planes de escapar y tener su propia familia. Irinea le pidió a Elicia un favor, un sacrificio mejor dicho, hacer un ritual de resurrección, un ritual prohibido para todo ser con dones mágicos.
–¿Y por que lo hizo si estaba prohibido? – pregunto Bart.
–El amor funciona de maneras misteriosas en las personas, al igual que en los sobrenaturales– contesto Kendrick, pareciendo entender muy bien la razón. –No logramos distinguir entre lo bueno, lo malo y lo correcto, solo pensamos en la otra persona, o personas.