Lazos Malignos [libro 2] (en Edicion)

23.- Frente a frente, otra vez

RAINER.

–¿Mejor?

–Mejor– soltó mi chica en después de un suspiro de alivio.

A pesar de que sus ojos seguían siendo de un rojo intenso, podía sentir el alivio que transmitía. A pesar de ser el ancla a tierra de Amelie, aun le es complicado manejar la oscuridad en su interior.

Estire mi mano hacia los llameantes arboles a nuestro alrededor, la descarga de Amelie había sido tan grande que algunos árboles se incendiaron por completo. Espero que los bomberos del pueblo no se hayan percatado, aunque lo dudo, la estela de humo está bastante alta.

–Janett estaría histérica si estuviera aquí– comentó la castaña al observar lo que había hecho.

–Estoy seguro de que estaría maldiciendo mientras cura a cada árbol quemado– le dedique una sonrisa mientras exterminaba el fuego.

–Es lo más seguro– sentí sus manos en mi espalda –. ¿Qué piensas sobre el demonio que hemos conocido?

–Que es un bastardo que golpearé una vez que este fuera del cuerpo de Faith– apreté los puños.

Desde que Kendrick nos llamó para contarnos sobre el caso de Faith, supe que esto no seria algo sencillo de llevar, pero sabíamos que podríamos con esto. Pero al hablar con ese demonio y ver como hablaba con mi chica y como confeso abiertamente que quiere tener algo con ella, me hizo hervir la sangre.

Esa cosa no la tocará mientras esté vivo para impedirlo.

Amelie se paró frente a mí. –Puedo sentir tu enojo, cariño.

–¿Cómo es posible que hasta los demonios quieran tenerte?, pareciera que los Dioses se empeñan en ponerme celoso.

–Hey, ambos sabemos que somos atrayentes, no te hagas la víctima, Rainer Sanderson– noté la pequeña sonrisa en sus preciosos labios –, que tú también tienes candidatas que no son precisamente humanas. Y como ya te lo he dicho y nunca me cansaré de decírtelo, siempre has sido y siempre serás tú, chico ángel– sus manos acunaron mi rostro –. No puedo, ni quiero vivir sin ti. Nunca.

La chica rápidamente se lanzó hacia mí, dándome un beso apasionado y salvaje, de esos besos que te provocan sensaciones tan fuerte y que solo puede enfocarte en ellos. Rápidamente le seguí el beso, atrayéndola desde la cintura hacia mi cuerpo.

El cuerpo de Amelie se amoldaba a la perfección con el mío, como un rompecabezas perfecto y único, sus labios mordisqueaban, succionaban y chupaban los míos con desesperó, como siempre solía hacer cuando esta realmente feliz o excitada. Mis manos bajaron por su cuerpo hasta su trasero, apretándolo tan fuerte que ella jadeo. Aproveche ese instante para meter mi lengua en su boca, siempre me he preguntado como lo hace Amelie para que sus labios sepan tan bien, es una combinación hierba buena, limón y sandia, y es jodidamente cautivante, te incita a besarla hasta el amanecer por el resto de la vida.

En un movimiento rápido, Amelie subió una de sus piernas y el enrollo en mi cadera, dejando que nuestras zonas más sensibles rozaran entre ellas. Sabia lo que intentaba, y la verdad no me molestaba, desde que habíamos descubierto nuestra gran conexión de destinados, nos habíamos vuelto prácticamente imparables. La vergüenza para nosotros no existe en ese sentido, hemos tenido acción en tanto lugares que ya he pedido la cuenta.

Me es imposible saciarme por completo de Amelie Steinfield Kenner.

–Aun no lo hacemos en un bosque – declaró la chica entre besos.

Sonreí. –¿Olvidaste cuando estuvimos en el claro en Golden Valley por segunda y tercera vez?

–Oh créeme, no podría olvidar eso– la castaña mordió su enrojecido labio inferior –, pero aun no lo hacemos en el bosque de Melrose – sus manos bajaron dolorosamente lento desde mi cuello hasta el abdomen, jugó con el dobladillo del mi camiseta gris.

–Te encanta jugar con fuego, ¿no es asi, preciosa?

–Me fascina.

Esta vez, yo la ataqué a ella, agarrándola mejor de su trasero para que rodeara mi cadera con ambas piernas, Amelie rápidamente lo hizo y enrolló sus manos en mi cuello, besándome con fervor y hambre. Caminé con ella hasta que su espalda estuvo contra uno de los árboles quemado, este crujió un poco al sentir nuestro peso pero paso desapercibido por los adicticos besos de mi castaña. Amelie comenzó a levantar mi camiseta mientras que yo bajaba las mandas de su top cuello bote.

La chica separó abruptamente nuestros labios. –Alguien viene – dijo mirando hacia el sendero.

Rápidamente nos arreglamos y nos escondimos detrás de los árboles. Amelie tenia su espalda apoyada contra mi mientras yo mantenía la espalda pegada al tronco, ambos viendo cuidadosamente por el costado para ver de quien se trataba.

Colin, Walter y Bart aparecieron por el sendero.

–¡Whoa!, ¿Qué carajos paso aquí? –soltó Walter con asombro.

–Parece que alguien quería iniciar un incendio – comentó Bart.

–Oh, vamos, esto – Colin apuntó a todo el lugar –, tiene nombre y apellido. Amelie Steinfield.

–¡Vaya!, que comes que adivinas, cazador – soltó mi novia saliendo de nuestro escondite.

Que puedo decir, Amelie siempre ha sido una chica fuerte y volátil, con una impulsividad que intenta controlar y que no siempre le sale bien. Igual que Aarón.

Desde el primer momento que vi a Colin supe que él y Amelie tendrían roces, conozco a mi chica y sé de sobre que no dejara que nadie pase a llevar sus intenciones, menos que la pongan en duda. Y para mi mala suerte, Colin decidió desafiar a mi chica, decidió desafiar a un ser que esta por sobre toda criatura a la que se ha enfrentado, y desafiar a mi preciosa es desafiarme a mí. Tengo absolutamente claro que tengo que ser el freno de mano de Amelie en esta situación, tengo que ser un escudo de protección, pero no para Amelie, pues ella no lo necesita, sino que para los cazadores, específicamente Colin. Sé de sobra que mi chica lo haría trizas si yo no estuviera aquí.

–Se los dije – exclamó el rubio –Esto tiene Steinfield grabado por todos lados.



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En el texto hay: medium, cazadores, hechiceros

Editado: 06.03.2023

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