AMELIE.
–Ni creas que me vas a ganar– declaré viendo mi reflejo en la pequeña laguna.
–Tu mente no esta tan fuerte como antes, bonita, hoy estuviste a punto de caer para destruir al cazador– Amón sonrió.
–Pero no fue suficiente, puedo controlarme.
–Todos suelen decir eso, pero siempre existe la manera de caer en lo que no debemos. Sé que parte de ti extraña todo esa oscuridad y poder recorrerte el cuerpo.
–Tú no sabes nada de mi– escupí molesta.
–Sé lo suficiente como para notar que eres un ser oscuro, Amelie. Fácilmente podrías proclamarte reina de esta tierra y volver todo este plano tu reino del mal, y lo mejor es que no habría nadie que te detuviera.
–Ya cállate–palmee el agua, borrando mi reflejo.
Me levanté de la orilla de la laguna e inhalé con fuerza. Estuve cerca de perderme, estuve cerca de explotar, estuve a segundo de matar a Colin y quien sabe a cuantos más a mi alrededor. Amón tenía razón en algo, y es que mi mente ya no era tan fuerte como antes, y todo se debe a que he estado evitar mi conexión con Rainer, lo he estado bloqueando de pensamientos, y me está perjudicando más de lo que creí posible.
Me senté contra una gran piedra.
–¿Amelie? – dijo una voz a mis espaldas.
–Janett, ¿Qué haces aquí?
–¿Qué no es obvio?, vine a acompañarte– la druida se paró frente a mi –Ya no tiene caso que me sigas ocultando lo que hiciste, brujita, sabes que puedes decirme lo que sea.
–Lo vinculé a mi– solté de golpe.
–¿A qué te refieres?
–Amón, el demonio dentro de Faith, lo vinculé a mí.
–¡¿Qué hiciste qué?!
Hice una mueca al escuchar su grito, tal vez logre evadir el enojo de Rainer al ocultárselo pero definitivamente no lograre zafarme del gran regaño de la druida pelinegra.
–¡Amelie Gabriela!, ¡¿acaso te has vuelto loca?!, ¡¿Cómo mierda se te ocurre vincularte con un demonio de la ira?!, ¡¿no pensaste en como esto te afecta?! – la chica comenzo a caminar de un lado a otro mientras despotricaba molesta –. ¡Por los Dioses, Amelie!, de todas las estupideces del mundo, elegiste llevar a cabo esta. No me quiero ni imaginar lo que dijo Rainer cuando lo supo, debió poner el grito en el cielo.
La miré con culpabilidad, ella se detuvo al ver mi mirada y postura.
–Por qué asumo que Rainer, tu novio y alma gemela lo sabe, ¿no? – su mirada era interrogativa pero notaba que se estaba poniendo más nerviosa y furiosa.
–Pues…
–¡AMELIE GABRIELA STEINFIELD KENNER, TÚ TE VOLVISTE COMPLETAMENTE LOCA, PERO LOCA DE REMATE! – algunas piedras a nuestro alrededor saltaron en distintas direcciones, Janett se exaltó de más– ¿Cómo puedes ocultarle este secreto a Rainer?, sabes tan bien como yo que él es el único ser en la tierra que puede dominar a la oscuridad que te atormenta, y ¡PUM! Te vinculas con un marques del infierno y se lo ocultas, ¡¿Qué demonios?!
–Si, ya sé que es una locura, y que posiblemente me esté equivocando pero, hice lo correcto– me defendí intentando calmarla.
Janett suspiro sonoramente y se acercó, sentándose a mi lado.
–Se que lo hiciste con las mejores intenciones, Amelie, pero deben entender que me preocupa lo que ese vínculo cause en ti– me abrazo de lado por los hombros, apoye mi cabeza en este y ella apoyó su cabeza en la mia.
–Puedo contra él, Janett– le aseguré con confianza.
–Las dos sabemos que las cosas no son asi de simples, brujita. Eres poderosa y fuerte, de eso no hay duda, pero la oscuridad puede ser tentadora y atrayente, y tú eres un imán para eso– amabas suspiramos a la vez –. Si la maldita de tu abuela te hizo tanto daño solo con magia oscura, no quiero pensar lo que puede hacer ese demonio contigo.
Entendía la preocupación de Janett, y comprendía mejor que nadie el temor que sentía con respecto a mí. Amón es un marques del infierno, es una demonio con mucho poder que sabe hacer sucumbir a las personas en el deseo de destruir, y temo que logre convencer a mi oscuridad.
–En su momento lo vi como una buena idea– comenté después de un largo silencio –. Creí que al vincular al demonio a mí, este se debilitaría más y más hasta abandonar todo tipo de lazo con Faith, pero ahora que lo digo en voz alta suena como una idea absurda. Las maldiciones no son tan simples, y lo peor es que yo sé de eso, fue un pensamiento ingenuo.
–Pero fue una intención noble– me animó –, ¿y qué hay de Delailah?, ¿ella no puede ayudarte con esto?
Bufé. –Delailah desapareció hace meses de mi mente, esa maldita solo me entrenó para enviarle más oscuridad a su dimensión. Igual que para Eleonor, solo me utilizar por mis capacidades.
–¿No se supone que eras su protegida?
–Bien dicho, era. Desde que Rainer tomó posesión total de mi mente no la he vuelto a escuchar. De hecho cuando llegamos a Melrose, después de ver a los Lockwood, intenté invocarla, pero ella simplemente no aparecía– recordé toda la rabia que tuve en ese momento y la manera en la que Rainer me distrajo –. En palabras simples, mi lazo oscuro con ella, al parecer, está roto.
–Rayos– exclamó la druida –, pero ¿tienen algún plan para la maldición de Faith?
Negué rápidamente, separándome un poco de ella. –Esta vez no tenemos ni siquiera una idea que valga la pena. Faith y Colin hablaron con uno de los precursores de la maldición y les revelo cual es la laguna de la maldición.
–Imagino que no es nada fácil de encontrar por la cara que tienes.
–Para saldar la deuda con Amón, los Lockwood tienen que ofrecer a un alma pura.
–Ya veo donde esta lo complejo– Janett tomó una de mis manos –. Las almas puras son escasas en este mundo, pero tú puedes detectarlas, los seres oscuros sientes atracción por seres de luz, ¿no?
–¿Sabes cuantas almas puras o de luz he sentido en mi vida? Dos, Rainer y Faith, a pesar de que ambos tiene un poco de oscuridad en ellos – mi ceño se volvió serio –. Temo que el encontrar un alma pura no es la opción, el tiempo se nos agota.