Lazos Oscuros [libro 1]

4.- El chico de San Gabriel.

AMELIE 💥

*tres años atrás*

Me levanté de la silla del escritorio para correr al balcón, me asomé para ver cómo la gente comenzaba a aglomerarse. La música sonaba por cada rincón de la ciudad, las luces de diversos colores y las decoraciones daban un ambiente de carnaval que alegraba todo el ambiente. Sonreí.

¿Lista, princesa? — preguntó mi padre desde el umbral de la puerta.

Miré al hombre de cabello rubio oscuro. Llevaba su traje perfectamente pulcro, la camisa con dos botones abiertos y un costoso reloj en la mano derecha.

Eso creo— respondí sonriéndole, él estiro su mano hacia mí y la tomé.

Bajamos las escaleras de la casa, donde el resto de la familia nos estaba esperando, todos brindaron por la celebración para después irnos al festival. Mamá se puso a mi lado, con su hermoso vestido de seda verde y el cabello suelto en perfectas ondas castañas.

El festival estaba en su máximo esplendor, con la música inundando cada rincón de San Gabriel. Mi familia y yo comenzamos a socializar con el resto de la gente, algo importante de estos días de festividad es que todos somos amigos de todos, se siente tan bien estar rodeada de felicidad.

¿Me concedes un baile, bonita? — me preguntó mi tío Zach mientras el jazz sonaba a todo lo que da.

—Claro— le sonreí y comenzamos a bailar.

Tío Zach me hacía reír mientras nos movíamos al ritmo del "suave" jazz. Me hizo dar una vuelta y logré divisarlo a lo lejos, estaba aquí. Mi tío notó mi mirada.

El chico de la cafetería— dijo haciéndome girar nuevamente—. ¿Por qué no bailas con él?

Sentí mis mejillas sonrojarse.

No creo que sea buena idea— dije mirándolo de reojo.

Pues yo creo que si— me hizo girar para quedar mirándolo a la distancia—.te está buscando con la mirada.

Miré al hombre del traje con una sonrisa de lado, caminé hacia el chico del rebelde cabello oscuro. Él no había notado mi presencia, por lo que toqué su hombro.

¿Amelie? — dijo el viéndome sorprendido.

Hola, Rainer— dije con algo de nerviosismo.

¡Por los Dioses!, cálmate, Amelie, pensé.

Yo no...digo...no pensé que te encontraría— sus ojos tenían un pequeño brillo.

Sí, digamos que tuviste ayuda— le sonreí, mientras recordaba a mi tío Zach.

Bueno...mm... ¿quieres bailar conmigo? — estaba nervioso, podía sentir sus nervios, tan iguales a los míos.

Me encantaría— me acerqué un poco más a él para bailar.

*actualidad*

Estaba demasiado sorprendida pero mis ojos no lograban abandonar la mirada castaña de Rainer. El lucia tan sorprendido como yo, y no era para extrañarse, después de nuestro baile en San Gabriel, mis padres me enviaron a Golden Valley, lo que significaba que no lo vería más. Se me puso la piel de gallina y sentí las células de mi cuerpo vibrar, mi magia estaba ansiando salir de mi cuerpo, pero se sentía bien.

—No puedo creerlo, ¿Qué haces aquí? — dije, cuando logré salir de mi estado de sorpresa.

Meneó un poco su cabeza.

—Mis padres se trasladaron aquí— contestó sin más, pero con una sonrisa.

Tal y como la recordaba, pensé.

—Oh, que bien— mis manos cosquillearon. 

Mierda, ¿Qué rayos me pasa?

—¿Asistes a esta escuela? — acomodó la mochila en su hombro.

—Eh, no— acomodé mejor mi cabello—. Solo vinimos por unos asuntos intercolegiales.

—¿Vinimos? — preguntó con una ceja alzada.

—Mis amigos y yo— miré hacia un lado.

Cerca de los casilleros, Jackson estaba con Cameron y Joshua, al parecer discutían de algo, pero no le tome mucha importancia. Estaba tan sorprendida de ver a Rainer nuevamente que no quería enfocarme en otra cosa.

—¿Y cómo va tu estadía en Golden Valley?

—Bastante bien pero no voy a negar que extraño San Gabriel, esa ciudad tiene muy buenos recuerdos.

Vaya que los tiene, pensé mientras el beso volvía a repetirse en mi mente.

—Dicen que no ningún lugar como el hogar— recordé la frase que siempre me decía mi tía cuando iba de visita a la ciudad.

—Sí, pero otros lugares también pueden sorprenderte— se llevó la mano a su rebelde cabello —. Y vaya sorpresas que puedes encontrar.

Incline un poco mi cabeza mientras le sonreía.

—Amelie, ya es hora de irnos— la voz de Janett me sacó de mi nube junto a Rainer.

—Voy en un minuto— contesté sin mirarla.

Me acomodé mejor mi chaqueta de cuero café y respiré hondo, no pensé que querría quedarme más tiempo en Golden High.

Rainer me miraba expectante, analizando cual sería mi siguiente movimiento, pero ni siquiera yo sabía. No pensé que volvería a verlo, y ahora que está frente a mí, quisiera pasar un poco más de tiempo con él.

Estar con él me recuerda a estar en San Gabriel.

—Fue un gusto volver a verte— estire mi mano hacia él, la tomó.

—No pensé encontrarte aquí, Amelie— dijo con una pequeña sonrisa y dio un pequeño paso más cerca de mí —. Pero me alegro de haberlo hecho.

Rei levemente.

—Hay una fiesta el viernes— comentó cuando nuestras manos se separaron, se rasco la nuca, nervioso —, y estaría genial verte ahí.

—Tal vez nos veamos. Adiós, Rainer.

—Adiós, Amelie.

Caminé hacia mis amigos.

Josh estaba con la mirada fija en el chico de ojos castaños, mientras que Leah y Janett me daban miradas curiosas, ansiaban que les contara sobre el chico con el que tanto hable. Caminamos a la salida de Golden High, la furgoneta nos estaba esperando, nos subimos en completo silencio y el auto partió.

—Por eso me dijiste que no me negara, ¿verdad?, sabias que vería a alguien de mi pasado aquí— le susurré a mi mejor amigo, este me miró y asintió lentamente —. Gracias.



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En el texto hay: demonios, licantropos, brujas

Editado: 31.12.2022

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