Lazos Perversos [libro 3]

7.- Los Kenner y los Branson (parte 1)

SEBASTIÁN.

Una vez que mamá y Kira desaparecieron por las escaleras junto con Hallie, Axel se paró delante de mí con los brazos cruzados sobre su pecho y la mirada intrigada.

—Definitivamente tienes mucho que contar, Seb.

Le dije todo lo que había pasado desde que los deje para correr a las profundidades del bosque, Axel solo hacia gestos con su cara mientras escuchaba cada palabra que salía de mi boca.

—Asi que, la chica estaba sola en el bosque cubierta de sangre y en una casa del árbol— comentó mi hermano después de uno segundos de silencio.

—En simples palabras, sí.

—Sospechosamente curioso y extraño.

La verdad hasta yo estaba un poco confundido con todos los acontecimientos de la última media hora. Los cadáveres de los chicos, ver a Hallie en el bosque sola y cubierta de sangre, el extraño olor que estaba emanando de ella. No encontraba lógica en todo esto.

—Pero hay algo que no logro entender— prosiguió —. ¿Por qué una chica estaría sola en la frondosidad del bosque?

—Una chica normal no tendría razones, en cambio una sobrenatural, existen miles de razones.

—Bien, pero ¿y la sangre? No me digas que te tragaste ese cuento de que es falsa.

—Pero claro que no.

Eso siempre lo había tenido claro, la sangre que se encontraba en las manos de Hallie era real, le pertenecía a alguien, pero no sabría decir a quien, pues su olor era bastante inusual y un tanto repulsivo.

Mamá apareció por el pasillo de las escaleras. —Bien, Kira se quedó con la chica en su habitación para ayudarla.

—Que bien, la verdad su olor me estaba produciendo arcadas— comentó el pelinegro.

Kate Kenner solo sonrió mientras se acercaba a nosotros.

—Ahora, quiero saber que ocurrió, Sebastián.

Le conté todo a mamá desde el principio, desde que estábamos en el pasillo viendo como la maestra de la universidad era llevada a la ambulancia hasta que encontré a la chica rubia con las manos manchadas y la mirada confundida.

—Por la Diosa Luna, pobrecita, no debe ser fácil para ella ver a la muerte— soltó mamá con la mirada apenada.

—Además no es el ser más popular en el mundo sobrenatural— la pelinegra miró a Axel con seriedad.

—Hijo, sabes que me encanta tu honestidad, pero en algunas situaciones es mejor que no digas nada.

—Anotado.

—La verdad no sé qué pensar sobre esto, mamá. La chica me causa intriga.

Las miradas de ambos cayeron sobre mí, creo que elegí muy mal mis palabras.

—¿Solo intriga?, ¿seguro que no te causa otra cosa, hijo?

—Completamente, no es lo que piensan. Hallie Branson no es mi compañera.

Solo me faltaba que mi familia creyera eso. Entiendo que es importante para ellos saber quién es la persona destinada a mí, pero también sé que todo ardera cuando se enteren de la verdad en un par de semanas.

—De acuerdo, entendimos — mamá suspiró. —¿Y tiene ya algún plan?, conociéndolos ya tiene más de tres.

—Kira sugirió que tuviéramos a la Banshee de nuestro lado, ella podría darnos alertas sobre quien es la próxima víctima e interceptar a la criatura— le soltó Axel.

—¿Y cómo planean hacer eso?, no quiero sonar entrometida, pero se ve a la distancia que la chica lo que menos quieres es estar cerca de ustedes— bueno, al parecer no era el único que lo notaba.

—Seb se encargará de eso— Axel palmeo mi espalda. La mirada dorada de mamá volvió a caer en mí.

—El plan es acercarme a ella, ganar su confianza para volverla nuestra aliada— me expliqué antes de que ella hablara.

Mamá negó con la cabeza. —Están conscientes de que están hablando con su madre y no con una mujer que no los conoce, ¿verdad?

Muchas veces he pensado que el don de mamá es incorrecto, juro que sería una médium excelente, pues Katherine Dorman de Kenner tiene un don excepcional para saber cuándo sus hijos tramamos algo completamente diferente a lo que decimos. Mamá es toda una adivina.

—Es verdad lo que digo —bueno, en teoría.

Después de todo, nada dice que para tener a una persona de tu lado debes follartela.

—Solo te advertiré una cosa, Sebastián Leith— me apunto con el dedo de manera acusatoria. —Estas cerca de cumplir veinte años, eres el siguiente en la línea para ser el jefe de la manada y tu compañera podría aparecer en cualquier minuto. Yo no crie a un chico que ilusiona a las chicas para su conveniencia, espero que lo tengas presente a la hora de llevar a cabo este “plan” que tienen. Sea una sobrenatural o una humana, ella merece ser respetada y no usada, ¿entendido?

—Fuerte y claro, mamá.

Y sin más la pelinegra camino a la cocina y comenzó a preparar té.

Axel y yo solo compartimos una mirada, pero no emitimos palabra, las palabras de mamá aun retumbaban en mi mente como un disco rayado, pero tenía razón, como siempre.

No debía de utilizar a Hallie, pero eso no significaba que no podía intentar ser su amigo para ver si después le gustaría ayudarnos.

HALLIE.

—Me alegra que seamos de la misma talla— soltó Kira al verme ya vestida.

La verdad yo también estaba sorprendida por esto, la verdad es que Kira es más baja que yo, pero tiene el cuerpo más definido. Que fuéramos de talla similar nos ha sorprendido a ambas.

—De nuevo gracias por prestármela, juro que te la devolveré intacta— aclaré, ella solo sonrió.

—No es problema, Hallie, de verdad.

No negaría que estar a solas con la pelinegra me ponía incomoda, algo de todo los Kenner me inquietaba, pero la sensación que Kira me daba era completamente diferente a la de sus hermanos y su madre, ella parecia querer averiguar todo secreto que tenía, mientras que sus hermanos parecían crear en mí una especie de rechazo mezclado con curiosidad.

Es raro de explicar.

—Mamá dijo que prepararía té, creo que te haría bien una taza de manzanilla.



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En el texto hay: licantropos, banshee, brujas

Editado: 22.01.2024

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