Lazos Perversos [libro 3]

13.- No entiendo que me pasa con él

HALLIE.

—¿Estas segura, Hallie? — preguntó mamá nuevamente.

—Completamente.

—Puedes decirme la verdad, sabes que puedes— volvió a decir.

—Te lo juro mamá. No hay nada entre Seb y yo.

Y rápidamente salí de la cocina, esperando que Janice Branson no quisiera seguir con esta absurda conversación.

Aun estaba procesando todo lo que había pasado en las horas anteriores, pero todo lo que había vivido en la casa de los Kenner se estaba viendo opacado por un simple momento que paso de camino aquí.

“—¿Y qué tengo que hacer para ganarme tu confianza, rubita?”

Su voz aun sonaba en mis oídos y el tacto de su piel aun estaba en mi mano.

Como era de esperarse, mamá estaba hecha una furia al ver que nuevamente había llegado tarde, las horas se me habían pasado volando en casa de los Kenner y parte de mi deseaba volver a entrar en esa aura de tranquilidad que transmite su casa.

Apenas mamá me vio junto a Seb, su expresión cambio, sobretodo cuando el castaño se adjudico toda la culpa de mi tardanza.

“—Espero que no castigue a Hallie por mi culpa, señora Branson— la voz de Seb salió suave, casi aterciopelada que me hizo cosquillas en partes de la espalda —. No tengo muchos amigos aun, y su hija es lo más cercano que tengo a una. Siento habérmela robado sin avisar.”

Mamá había tomando las palabras de Seb de la mejor forma, de hecho, se las tomo mucho mejor de lo que me lo había esperado, parecia encantada con la presencia del castaño, y nuevamente lo invito a pasar para que comiera algo, aunque esta vez el chico se negó, tal vez quería darme algo de tiempo a solas para procesar todo, o simplemente no quería entrar.

Después de la cena familiar, me dirigí a mi habitación, necesitaba pensar, estar tranquila.

—Ahora misma me dirás que mierda pasa entre esa familia y tu— Jason entro en mi habitación con la mirada seria.

—No se que esperas que te diga—solté con voz cansada—. Ya dejé claro que han sido coincidencia, nada más.

Decirle a Jason todo lo que había pasado con los Kenner es solo para empeorar la situación. Sé de sobra que mi hermanito adora el mundo sobrenatural y lo que incluye a este, pero no sabe de la extraña criatura y que hay otros sobrenaturales en Appleby, siempre había sido solo yo. No quiero involucrarlo en este, por lo menos has tener bien claro a que me estaba enfrentando.

—¿Coincidencia?, que den pizza dos dias seguidos en la universidad es coincidencia, lo tuyo con el chico nuevo es extraño.

Lo miré. —Jason, ellos no conocen a nadie en el pueblo, el primer día me crucé con Kira, después tuve un problema en el bosque y Seb me ayudo. Son solo coincidencias.

—¿Y por qué cada vez que hablamos de él te pones a la defensiva?

—No me pongo a la defensiva— me crucé de brazos.

—Si lo haces— dijo una tercera voz.

Dorian apareció en el marco de la puerta, sus audífonos alrededor de su cuello y la mirada entre curiosa y divertida.

—¿Ves?, somos dos contra una— le siguió Jason.

Rodeé los ojos.

—Pero es verdad que tu cercanía con él y su familia es bastante rara, hermana— Dorian alzó una ceja —, tú no eres del tipo que se acerca a los nuevos pueblerinos.

—¿Y solo por que es inusual en mí, ustedes lo tachan de raro?

Ambos compartieron una mirada para después hablar a la vez. —Si.

Esto tiene que ser una maldita broma, desde pequeños Jason y Dorian nunca han compartido opiniones, ni siquiera para las comidas o postres, y ahora, mágicamente, los dos están de acuerdo que mis encuentros con la familia Kenner son raros.

Aunque no están en lo incorrecto, me recordé.

—A ver, los Kenner han sido amables conmigo y Seb me ha ayudado cuando he estado en problemas, lo mínimo que puedo hacer es aceptar sus invitaciones o hablar con ellos— me expliqué, intentando sonar convincente —. Y que sean nuevos, no los vuelve símbolo de desconfianza.

Lo dice la chica que desde que compartió mirada con uno de ellos, inmediatamente desconfió de todos.

—No lo sé, Hallie. Sigo creyendo que hay algo extraño en todo esto— expresó Jason.

Dorian negó con la cabeza. —Bien, lo dejaré a tu criterio, hermana, pero eso no significa que aplaque mis dudas.

Bufé. — Chicos, quiero descansar, por favor.

Ambos rubios salieron de mi habitación, a pesar de no estar convencidos de mis palabras, por lo menos había logrado que dejaran de hacerme preguntas por hoy.

Rápidamente me puse el pijama y me acosté en la cama, dejando a mi mente divagar con todo lo que había pasado.

Los Kenner son licántropos, excepto Kira que es una sacerdotisa. Llevan tiempo rastreando a la criatura. Seb es prácticamente un príncipe de su especie. Los Dioses si existen. El mundo sobrenatural es muy grande. Y no conozco completamente lo que soy y cómo funcionan mis dones. Es mucha información, y la verdad es que no si se me entusiasma o me aterra.

Pero rápidamente esos pensamientos fueron reemplazados por otros, las imágenes de Seb comenzaron a invadir mi mente como un rayo, inconscientemente le lleve los dedos a parte de mi cuello del lado derecho.

Seb me tomó del brazo y me arrastro junto a él hasta un callejón, me acorraló contra las paredes de ladrillo sin el menor inconveniente. El corazón me latió con fuerza en el pecho y mi respiración se aceleró de igual manera.

—¿Y qué tengo que hacer para ganarme tu confianza, rubita?

¡Santa mierda!, ¿Por qué su voz tenia que salir tan ronca y profunda en este momento?, eso no me ayudaba en nada.

A pesar de haber escuchado la verdad sobre él y sobre su familia, algo dentro gritaba dos cosas acerca de Seb: Aléjate y Acércate. Me desconcierta mucho que él me provoque esto, es una contradicción y no se a cuál de las dos debo acceder.



#12595 en Fantasía
#2752 en Magia
#4754 en Personajes sobrenaturales

En el texto hay: licantropos, banshee, brujas

Editado: 22.01.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.