Lazos Perversos [libro 3]

18.- Diversión

SEBASTIÁN.

*Dos dias después*

Observé desde las escaleras que daban al patio de la cabaña como mi madre y hermana le daban unas cuantas instrucciones a la chica rubia, esta solo asentía mientras las escuchaba y una vez que estuvo lista se paró a un par de metros de un vidrio que papá había traído.

—Solo concéntrate, Hallie— le dijo mi hermana —, y recuerda eso que te hizo usar tu don la otra vez.

Ambas pelinegras se alejaron, dando pasos hacia atrás para no dejar de mirarla. Hallie respiró profundamente para después escucharla gritar, un grito fuerte y firme que parecia atravesarte la piel, vi como las ondas de choque se proyectaban hacia afuera, y la chica con sus manos la guío hacia el vidrio, impactándole con fuerza hasta trisarlo. La rubia dejo de gritar.

Kira corrió hacia ella. —¡Eso estuvo increíble!

No pude evitar sonreír mientras veía como ambas pelinegras la felicitaban. Mis ojos cayeron en los murmullos que venían de un lado de la cabaña, de donde aparecieron Axel y Jason, el rubio estaba tan atento a las palabras que salían de la boca de mi hermano que parecia como si un orador estuviera hablando con un creyente.

—¿Me estás diciendo que la mayoría de las leyendas de las criaturas sobrenaturales son reales? — preguntó el hermano de Hallie con asombro.

—Así es, somos una sociedad dispersa, variada y peculiar— Axel sonrió con diversión —. Él que dijo “La realidad supera a la ficción” no se equivocaba, solo que, en este caso, los humanos no conocen el verdadero mundo que los rodea.

—¡Santa mierda!, ¡que locura!

Me apoye en el barandal de un costado de las escaleras.

—Veo que nuestro mundo te agrada— comente.

—¿Y como no lo haría?, estamos hablando de magia, dones, sucesos extraordinarios y aventuras— el rubio me miró —. ¿Quién no querría tener una vida asi?

Pues tu madre, lo dejo bastante claro.

—Entiendo que te pinte nuestro mundo muy genial y extraordinario, pero al igual que en el mundo humano, también tenemos villanos, guerras y problemas— soltó el pelinegro —. En nuestro mundo, el peligro es más grande.

—No dije que no lo hubiera, pues mi madre se ha encargado de contarme a mí y mi hermana todo lo cruel y brutal de su mundo— Jason miró por una fracción de segundo en dirección a Hallie, para después esbozar una pequeña sonrisa hacia nosotros —. Distinto es que yo no le haya querido creer.

—Buena decisión— Axel le palmeó la espalda.

Dirigí la mirada hacia las chicas, pues mamá ya se había adelantado en caminar a la cabaña para entrar. Los ojos de Hallie se encontraron con los míos y una sonrisa apareció en sus labios, con un gesto de cabeza le hice entender que se acercara. Ella le dijo algo a Kira y ambas caminaron hacia nosotros.

—¿Qué tal todo, hermanito? — preguntó la rubia cuando llegó.

—Increíble, definitivamente estos han sido los mejores dos dias de mi vida.

Kira le propuso a Jason mostrarle las ilustraciones que habían hecho algunas personas de la manada de diversas criaturas de nuestro mundo, el rubio no dudó en aceptar, asi que entraron a la cabaña con Axel pisándoles los talones, no me había pasado desapercibido la mirada que le dedicó mi hermano a Jason al mirar tanto a Kira.

—Creo que Jason no se ha complicado tanto como yo sobre este mundo— comentó la rubia a mi lado.

—¿Tú, complicada?, que raro— mi comentario provocó que me diera un pequeño empujón con el hombro.

—No te burles de mí, chico lobo— esta vez le devolví el empujón con una sonrisa.

—¿Chico lobo?, ¿sigues con eso?

—¡Oh, vamos!, te queda como anillo al dedo— se acercó un paso más a mí —. Además, tú me llamas rubita.

—Porque lo eres, además de gritona.

—Y tu eres un licántropo, y un chico.

—Vaya observación me ha hecho, señorita.

Ambos reímos, sin pensarlo mucho dejé que mis dedos buscaran los suyos, cuando estos estuvieron juntos un suspiro salió de los labios de Hallie y su mirada se volvió tierna.

—¿Cómo van las cosas en tu casa? — pregunté, la verdad aun me preocupaba el plan que tenia para poder estar aquí.

—Todo sigue igual, trato de ignorar a mi madre la mayor parte del tiempo, apenas nos miramos en la cena. Papá intenta aliviar el ambiente, pero no siempre lo logra, además de que esta entre la espada y la pared con nuestra situación —explicó la banshee —. Dorian y Anne por otro lado, siguen con su vida como si nada pasara, y es lo mejor.

—¿Estas segura de que quieres seguir con esto?, tu madre podría enterarse de la verdad y no quiero verte mal por eso, o que te metas en más problemas.

Aun recuerdo que al día siguiente de que la señora Branson sacara a Hallie de La Cabaña a las rastras, apenas terminó la universidad, la linda rubia estaba frente a la puerta con su hermano junto a ella. A pesar de que todos, inclusive mis padres, estábamos preocupados por ella y del hecho que estuviera desafiando a su madre, ella nos conto del plan que tenia para no separarse de nosotros ni del mundo sobrenatural.

Junto a su hermano habían convencido a su madre de que tendrían clases con créditos extras en la universidad, pues los profesores de química y calculo elemental les habían ofrecido las vacantes que quedaban. Al parecer su madre no dudo en la palabra de ellos, sobretodo cuando Jason le dijo que no le quitaria los ojos de encima a su hermana mayor, ya que convencieron a su madre de que Jason estaba de acuerdo con ella sobre que Hallie no supiera más del mundo sobrenatural.

—Todo estará bien, de verdad— me sonrió levemente —. No voy a negarme a la oportunidad que tengo solo porque mi madre es una egoísta.

Ladeé la cabeza, mirándola. —Te queda bastante bien esta faceta, rubita.

—¿Qué faceta?

—La de una mujer fuerte y decidida.

Vi como sus mejillas se tornaban rosadas mientras sus dedos apretaban los míos. El estómago se me apretó.



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En el texto hay: licantropos, banshee, brujas

Editado: 22.01.2024

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