*ADVERTENCIA: Este capítulo tiene contenido más +18, si lo lees es bajo tu propia responsabilidad *guiño guiño*
HALLIE
HALLIE
No puedo creer que esto está pasando.
Observé como todos terminaban de alistar el patio de la cabaña para hacer el complejo ritual de invocación de un Dios. Kira y Diana serían la vía de conexión entre nuestro mundo y el mundo de los Dioses mientras que Amelie sería la invocadora, pero esto se había tonado más difícil de lo que había creído.
¿Y si mi presentimiento es equivocado?
—Hallie— la voz de Faith me hizo girar para verla.
—¿Sí?
—Nada es que, creo que te haría bien hablar con alguien— me dedicó una pequeña sonrisa—. Sé que es difícil pasar por este tipo de cosas sola.
—La verdad es que…aún no se bien como relacionarme con ustedes— confesé.
—Lo sé, bueno, todos lo sabemos— su confesión me hizo abrir más los ojos—. Tuviste poco tiempo para adaptarte a todo esto y a todos nosotros, no algo fácil de digerir en unos dias.
—No dudo que todos son buenas personas y que sus intenciones son las mejores, pero siempre me ha sido difícil abrirme con más personas que no sean…
—Tus amigas— completó ella—, eso lo entiendo mejor que nadie— la pelirroja miró de reojo a Mayra y Jia.
—¿Cómo fue decírselos?, ¿Cómo lo tomaron?
Soltó una pequeña risa.
—Mejor de lo que nunca esperé— volvió la vista a mi—. A pesar de lo complicada que fue mi historia, Mayra y Jia no me juzgaron ni cambiaron su perspectiva de mi al saber mi verdadera naturaleza. Se adaptaron muy rápido a mi mundo, sobre todo cuando supimos que Mayra era la compañera de Cam, y que Jia tenía buen dominio de las armas. Ambas se volvieron guardianas del secreto, con entrenamiento de los cazadores y los licántropos en combate.
Apreté los labios al pensar en Val y Sadie. Ellas siempre han estado para mí, y a pesar de toda la confianza que nos tenemos, nunca pude revelarles mi secreto. Y ahora más que nunca las necesitaba conmigo, sentir su cariño y apoyo.
—Si ellas son tus verdaderas amigas, entenderán por qué no les dijiste antes, y te apoyaran— soltó la médium.
—Me da miedo perderlas.
—No puedes perder algo que jamás has tenido, si la amistad que tienes con ellas es tan real y fuerte como crees, no habrá nada que las separe— posó su mano en mi hombro —. El miedo es un sentimiento que siempre está presente en nuestras vidas, pero hay momento en donde no debemos dejar que nos domine.
—Eres bastante sabia para tener solo 20 años— comenté.
—Ser una médium tiene sus beneficios— señaló con una sonrisa—, ahora debes mantenerte tranquila, que todo saldrá bien.
—¿Lo dices como médium o como una persona optimista?
—Lo digo como Faith; la chica que ve cosas que otro no y que te ofrece una sincera amistad, al igual que todos los aquí presentes.
—Gracias, de verdad.
—No hay de que—sonrió nuevamente y caminó hacia Amelie, Kira y Janett.
Suspiré, soltando todo el aire en mis pulmones. Los nervios me están carcomiendo por dentro y la expectación de lo que podría pasar me tenía los pensamientos a mil.
Miré a Seb, que estaba junto a Rainer, Colin, Axel y Cam, hablando y viendo hacia el circulo de ceniza blanca que Kendrick estaba haciendo sobre el césped.
Saqué mi celular de mi bolsillo y rápidamente marqué el número de Sadie.
—Hola— la chica alargó la A en la línea—. ¿Qué cuentas, bebé?
Sonreí. —No mucho— mentira, recalcó mi mente—, he estado pensado y… ¿Qué opinas de reunirnos en la vieja roca mañana?
—¿La vieja roca?, uff, la última vez que fuimos allí fue cuando les conté a Val y a ti que soy bisexual.
—Si, es que… hay algo importante que debo decirles a las dos.
—Sabes que puedes decirnos lo que sea, Hallie.
—Lo sé, y por eso quiero que nos juntemos mañana.
—Bien, nos juntamos mañana allí, le avisaré a Val.
—Gracias, bebé— inhalé profundo —. Nos vemos mañana.
—Adiós, Hallie.
Colgué la llamada con una pequeña sonrisa en los labios, ya me había decidido a contarles toda la verdad a mis amigas, ya no dejaría que el miedo me detuviera en esto, como tampoco con saber si realmente soy la compañera de Seb.
Guardé mi celular nuevamente y me acerqué a todos cuando vi que ya estaban terminando de organizar. Por lo que había entendido este ritual es bastante complejo y delicado de hacer, pues son pocas y contadas con una mano las sacerdotisas que han logrado contactar intencionalmente con algún Dios o Diosa, por esa razón Kira y Diana se encargaran de ser las intermediarias, pero para mantenerlas a salvo de quedar en el limbo tendrán un “cable a tierra” quienes serán Axel y Janett respectivamente, y Rainer les estará vigilando para asegurarse de que ninguno de los cuatro salga herido.
—¿Supervisión?, ¿lo dices enserio? — le escuché decir a Amelie.
—Muy enserio— respondió Rainer —. Nunca has hecho algo de esta magnitud, y no voy a estar cerca de ti para sacarte en caso de que te pongas mal. No voy a arriesgarte solo así, Amelie.
—Bien, lo aceptaré por tu salud mental— soltó resignada la castaña —, ¿y quien será mi “apoyo”?
—Sorpresivamente seré yo— proclamó un rubio, Colin —, quien lo diría, ¿no?
Amelie miró a todos sus amigos con sorpresa. —Ustedes buscan hacer el mundo explotar antes de tiempo, ¿verdad?
—La verdad es que Colin es el único que podría ayudarte en esto, Am— habló Faith —, los cazadores son los únicos que nos creen en nuestros Dioses sino en sus ancestros, pero que si tienen una conexión con lo sobrenatural. Y de los tres, con Colin tiene una relación más fuerte.
—La verdad es que aún no entendemos como es que se soportan— comentó Bart mirándolos a ambos.