MICAL ETHRIDGE
Las lágrimas resbalan por sus mejillas mientras miraba su reflejo en el espejo.
No era la primera vez que alguien le decía gorda, de niña había sufrido muchas veces bullying por el sobre peso que tenía en aquel entonces tanto que estuvo a punto de terminar internada en un hospital para que la ayuden con la mala alimentación que estaba llevando y comenzando a hacer daño a ella.
Con ayuda de sus padres y los doctores logró reponerse no fue fácil pero lo hizo, convirtiéndose en una chica llena de confianza, la misma que fue aplastada por un hombre, un amor dañino de esos que no faltan.
A pesar de haber dejado esa relación hace mucho y a tiempo de que algo peor pasará, el maltratado psicológico por muy poco que parecía le hizo daño, la confianza que tenía se perdió un poco en esa relación.
Con 22 años, los insultos seguían causando casi el mismo efecto, aunque muchas veces frente a aquel espejo dijese que no le iba afectar un nuevo insulto, lo hacia.
Sobre todo cuando el estrés, la falta de sueño y los problemas en casa la llevaban al punto de explotar por un simple "gorda".
Aunque ella no lo era, sólo tenia un poco más que otras chicas, era más rellenita y sin saberlo la envía de algunas delgadas.
Mirando al espejo recordaba lo que alguna vez fue, una chica con sobre peso.
Al menos ya era un avance el defenderse sola y no que alguien más lo hiciese, eso era más humillante para ella no obstante ya lo había superado aunque aún faltaba un pequeño camino por el cual recorrer sabía que un día esos comentarios le resbalarian y miraría al frente sin derramar una lágrima.
Orgullosa de su anatomía.
Limpio sus lágrimas pues no quería que su abuela la viese llorar ya bastante tenía la anciana con su enfermedad, su abuela, era la única persona que le quedaba de su familia. Sus padres habían muerto en un accidente automovilístico dos años después de sentirse mejor consigo misma.
Mientras echaba un poco de agua sobre su rostro para quitar las lágrimas recordó a aquel hombre parado en medio de la cafetería; alto de cabello semi largo, vestido con bata blanca y una mochila en su espalda.
Por su mente paso el atisbo de sonrisa que había en sus labios, era guapo, lo que más le molestaba era no saber si fue para ella o alguien que estaba dentro de la cafetería.
Seguro era para alguien más.
Era un hombre apuesto hasta quizás con novia, pensó mientras se movía por la cocina en busca de algunos utensilios para cocinar, además como podría mirar alguien como él a ella, una chica que a simple vista no era como las modelos de revista.
Prefirió dejar esos pensamientos de lado y conformarse con que iba a ser soltera de por vida con muchos perros, gatos no.
A estos pues le era alérgica.
Un pequeño capítulo, pero dándonos a conocer a quien será la protagonista de esta historia.
Ella será diferente, con unas curvas tremendas, hermosa de una manera única, encantadora.
¿Les gusta? Espero sea su respuesta SI.
Por que a mi si, dejen sus comentarios.
Nos seguimos leyendo.