Leah.

LEAH.

— Papi ¿En dónde estamos? — le pregunté.

En ese entonces solo tenía 7 años. Estaba anonadada, no sabía dónde estaba, ni que íbamos hacer en este lugar.

— Cariño, estamos en una casa donde te van a cuidar muy bien, mientras nosotros nos vamos de viaje. — Habló mi padre. No sabía porque me miraba con los ojos llenos de lágrimas, hasta que después de un tiempo lo supe. Miedo, dolor, lastima, es lo que sentía por abandonarme aquí.

— Dile la verdad Richard, dile que está en una clínica para gente loca, porque tu niña del infierno estás loca. — Hablo con odio la que se debería llamar madre o eso es lo que me dijo mi papá; Ella va a hacer tu nueva madre. La mirada de ella era muy distinta a la de mi padre. Ella me miraba con odio y rencor.

— Cállate bruja mala, yo no estoy loca, ¿Verdad que yo no estoy loca, papi? — dije, con 7 años mi vida cambiaría. Jamás volvería a ver a mi padre. Él fue el que me crió, ya que mi madre desapareció cuando tenía 4 años, después de eso mi padre se volvió a casar y fue el peor error de nuestras vidas.

— Elisabeth, basta cierra la boca no te quiero escuchar. Hija nosotros te vendremos a buscar. — En ese momento me entrego a una enfermera. Me quede hay Parada. Con tantos sentimientos a flor de piel, mientras que ellos desaparecieron por la puerta dejándome sola y abandonada en una clínica psiquiátrica.

No estás loca, yo estoy contigo. Todos ellos pagarán por lo que te pasa mi querida, Leah.
dijo una voz en mi cabeza.

Siendo tan pequeña aun recordaba todo lo que pasó ese día. Ese día, mi vida, cambio. Yo cambie.

¿Quién soy? Es una respuesta fácil. Soy Leah Wilson. Jamás me trates mal, no te metas conmigo, porque puedo ser tu peor pesadilla.

Poder ver a la muerte es escalofriante. ¿No creen?

Intervenir para que la muerte no te alcance, es más escalofriante.

Pero con solo imaginar que esa persona muere y que se cumpla es aterrador.

Tres "Dones" o Maldición es lo que se me ha otorgado.

¿Y lo peor?, que no lo controlo yo. Lo controla ella. Esa maldita voz siempre está en mi mente, diciendo que es lo que tengo que hacer, ella odia a todos. Ella me controla. Esa pequeña vocecita es lo más aterrador del mundo.

A Veces tu mente para escapar de la realidad, crea su propio mundo.

 

 

 




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