Lealtad

Capítulo 60: Juan

Mis pies corrían dejando la base atrás con miedo a lo que nos íbamos a enfrentar, íbamos a comenzar una nueva vida, ¿realmente estaba pasando esto? había momentos en los que creía que iba a sonar una alarma y me despertaría y nada de esto sería real, que volveríamos al principio de todo. Pero las cosas no iban a ser así, lo sentía, sentía esa euforia que recorría continuamente mi cuerpo, la tristeza y la rabia de dejar a Beth atrás y la felicidad de ser libres después de tanto tiempo.

Me recordaba a un laberinto mientras seguía a Jay que dirigía al grupo mientras yo vigilaba que todos estuvieran a salvo y que nadie se quedara atrás. Corrimos en ziczac dejando la base atrás, las tropas ya habían salido, corrían con furia para alcanzarnos pero ya era demasiado tarde para ellos. Todos nos detuvimos en frente de la gran puerta de hormigón, Jay miró la cámara que tenía a su derecha alzando su pulgar y entonces se oyó un sonido dando luz verde para que se abriera la gran puerta, mi corazón se encogió, no podía creer que esto realmente estuviera pasando.

Una gran ventisca se hizo paso, miré a los chicos con euforia y con miedo, mientras se miraban entre sí alterados, cinco Jeeps descapotables estaban delante de la entrada. Habían personas equipadas con armas que ejecutaron a los guardias que atacaban desde la torre de vigilancia y ayudaron a que las puertas se abrieran y se cerrasen. Entonces Ryan se bajó del vehículo viniendo a un paso rápido hacia nosotros, se quitó la mascarilla que llevaba mientras la puerta volvía a cerrarse tras volver a escuchar la alarma.

—¡Bienvenidos a vuestra nueva vida! —Nos recibió Ryan parándose en frente de mí. —No podemos tardar mucho en salir de aquí así que vayámonos de una vez. —Dijo haciéndonos un gesto con la cabeza para que le siguiéramos.

Miré al enorme edificio y luego a los chicos, ya está, estábamos fuera.

Asentimos a la vez distribuyéndonos en los Jeeps para poder irnos, me subí de copiloto junto a Ryan mientras Leo y David se montaban en la parte de atrás.

Los Jeeps arrancaron a toda velocidad mientras la puerta volvía a abrirse dejando atrás a los guardias que nos disparaban. Miré hacia atrás viendo a Leo y a David mirar lo lejos que poco a poco estábamos de la base, suspiré, sabía que el camino no iba a ser fácil pero es lo único que nos quedaba si no queríamos morir manipulados.

—Me alegro de que estéis aquí. —Me dijo Ryan acelerando seguido de los otros Jeeps.

—Gracias por salvarnos.

—Las gracias no me las debéis a mí, si no a una vieja amiga y también a un conocido. —Me sonrió volviendo a mirar hacia la carretera.

Conocía esa sonrisa y también conocía a aquella vieja amiga.



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En el texto hay: traicion, amor, juego

Editado: 20.07.2025

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