Leave The City

Capítulo 8. Una noche en el bosque Miéko

Esa misma tarde, los amigos se dirigieron a la biblioteca que se encontraba en el centro de Isema. Era un edificio grande de color beige. Ahí se guardaban todos los libros que se rescataron después de la crisis climática de 2030. Cuando llegaron a la recepción de la biblioteca, notaron que el edificio era un gran pasillo que dejaba a la vista cada piso que conformaba la biblioteca. Era tan alto que los últimos pisos no podían observarse con claridad. El chico que se encontraba en la recepción los saludó y les ofreció su ayuda con la búsqueda de algún ejemplar. Los amigos se negaron, puesto que no sabían que estaban buscando.

Los tres chicos se adentraron en el edificio. Cada piso estaba destinado a un área en particular. La primera a la que se dirigieron fue a la de biología, la cual se encontraba en el piso cinco. El área estaba dividida por pasillos con temas particulares, Yasu y sus amigos se dirigieron al pasillo de animales. Los tres empezaron a buscar libros en los que podría haber información sobre alguna de las criaturas que habían visto en los últimos días.

— Estoy seguro de que no vamos a encontrar nada o por lo menos aquí no. Si la información que buscamos es sobre criaturas que están ocultas, tal vez los libros que buscamos también están ocultos o por lo menos serán más difíciles de encontrar. — murmuró Ethan después de una hora de búsqueda. — Lo que digo es que no creo que lo que sea que estemos buscando se encuentre al inicio del pasillo, hay que ir más al fondo. — explicó cuando notó que sus amigas no entendieron lo que quería decir.

Yasu asintió y se dirigieron al final del pasillo. Ahí los libros se veían más antiguos. Tomó el primero que vio, la cubierta tenía una imagen de un esqueleto casi humano. Tenía una pierna de gallina y la otra de cabra, también contaba con alas de murciélago y unos cuernos que salían de su cráneo. Lo abrió en una página aleatoria y se encontró con la información de un lobo humanoide llamado de manera común como kinem, pero su nombre científico era bellae lupus o lobo de guerra en español.

Después de unos minutos mirando libros de biología, Yasu y sus amigos se dirigieron al área de historia. Cuando llegaron al fondo del piso siete, ella decidió tomar un libro cuyo título era Historia general de Euvidia. En éste se mencionaba toda la historia que cualquier habitante de Isema tendría que conocer. Eso incluía desde la crisis climática que calcinó a la tierra, pasando por las madrigueras que funcionaron como comunidades de personas, hasta llegar a la construcción de Isema. Sin embargo, el libro contenía datos que Yasu nunca había escuchado. Cuando se refería a la Tierra, usaba el nombre de Euvidia. En cambio, eso no fue lo que más le llamó la atención, si no fue el capítulo que se llamaba "La batalla de Elysium". En dicho capítulo se narraba la batalla que se dió entre las reinas gemelas y los rebeldes que no estaban de acuerdo con su reinado. Yasu se sintió triste, ya que la guerra había dejado innumerables muertos, incluida una de las hermanas y recordó la leyenda que la había salvado.

En los anexos del mismo libro había una extensa explicación del comportamiento de La morada de los muertos. Decía que no siempre estaba abierta en el plano de los vivos y que la única forma de encontrarla era después de que la reina viva hubiera visitado la zona.

— ¡Miren!, ¿no es la piedra que encontraron? — susurró Alysson mientras les mostraba lo que había encontrado. Las páginas mostraban una ilustración de la piedra que Yasu llevaba en la bolsa de la sudadera.

El libro decía que se llamaba Princesa Roja, puesto que tenía parte del alma de la reina fallecida, la reina Bella. La Princesa tenía una infinidad de poderes que servían para la preservación de los seres humanos. Básicamente mantenía el orden en Isema siempre y cuando estuviera bajo el control de la Reina Negra, es decir la reina que sobrevivió. En cambio, si el poder pasaba a alguien externo a la Reina Negra, el nuevo portador tenía como destino una mente corrompida por la locura. Esto debido a que el poder que emite la piedra no puede ser controlado por cualquiera, por ejemplo, si un humano manipula a la Princesa Roja, este iba a caer en la avaricia de tener todo lo que la piedra le ofrecía. Al leer esto, Yasu se sintió afortunada de que Alysson hubiera tenido la idea de ir a la biblioteca.

— Tenemos que buscar a Elysium — susurró Ethan preocupado, mientras que las dos chicas asentían.

— Entiendo que tenemos que regresar la piedra a su lugar para evitar que Yasu se vuelva loca, pero ¿cómo sabremos dónde está Elysium si desaparece? — dijo Alysson y observó a Yasu. — No tenemos idea cada cuanto tiempo va la Reina viva ahí, es más puede que ya nunca más vaya.

— Podemos probar suerte e ir a Miéko. Si lo encontramos una vez, podremos encontrarlo de nuevo. Vamos a acampar al bosque el próximo fin de semana — propuso Ethan mientras dejaba el libro en su lugar.

Esa semana fue ocupada para Yasu. Iba a la escuela, los ataques de Violeta habían desaparecido gracias a la Princesa Roja, trabajaba en la cafetería, Ethan pasaba por ella y en el camino planeaban la expedición más grande que hubieran hecho. Así pues, un día antes al gran evento, los chicos juntaron el dinero que ganaron esa semana y compraron lo necesario para acampar.

El viernes por la tarde, después del trabajo, Yasu preparó su mochila con lo necesario para explorar la zona. Guardó un mapa de Isema y uno exclusivo del bosque, una brújula, lápices de colores y de grafito, además de un cuaderno de hojas blancas nuevo.



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En el texto hay: novelaligera, urbanfantasy, lgbt+

Editado: 28.05.2024

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