Lectura interrumpida

10

En el receso, Erick decidió reunir a todos los que estaban interesados en ser amigos de Emma, estando reunidos cerca del baño de chicos.

-Muy bien, los reuní aquí para una importante misión.- dijo el pelirrojo, con una gran sonrisa animada.

Al inició sólo fue él, pero ahora eran tres más de sus amigos que querían ser amigos de Emma y trabajando en equipo, lo iban a lograr.

-No te vamos a prestar nuestra tarea de matemáticas.- dijo Conan, con su habitual sonrisa.

Era el amigo que más soportaba a Erick, así que conocía bien sus planes ocultos.

-¿Había tarea?- pregunto Maya, con el rostro pálido.

¿Será qué tendría una amiga lo suficientemente generosa como para presentarle la tarea?

-No es éso... ya no es éso.- respondió el pelirrojo, susurrando lo último.

Tonto Conan que arruinó uno de sus planes.

-Entonces, ¿qué es lo que quieres?
Mi querida amiga Emma debe estar preocupada por no verme.- dijo Wendy, con sus brazos cruzados.

Cabe señalar que no la invitaron por que se olvidaron de ella, pero como iban a hablar de Emma, los siguió.

Todavía no decían nada sobre su amiga, pero sabía que ésa reunión secreta se trataba sobre ella.

-Ésa es la misión.- dijo Erick, dando un chasquido de dedos.

-¿Reunirme con Emma es la misión?- pregunto Wendy con asombro.

Se sentía halagada, pero no necesitaba ayuda de nadie para reunirse con su mejor amiga.

-No, ¡nuestra misión es hacer que Emma se haga nuestra amiga y lo admita!- respondió Erick, levantado un puño a los cielos.

Sí Emma oía éso, muy seguramente le diría que no se meta en su vida o que usé ése tiempo en algo productivo como estudiar, por éso hizo ésa reunión lejos de ella.

-Nosotras ya somos amigas y a diferencia de ti, sí se lleva bien conmigo y recuerda mi nombre.- exclamó Maya, mientras jugaba con su celular.

-Lo mismo, sólo que yo soy su mejor amiga.- dijo Wendy, con orgullo.

Sí, eran las mejores amigas y Emma lo sabía en el fondo pero no lo admitía por timidez (sigue sin recordar su nombre)

-Bueno... entonces....

Erick miró en dirección de su amigo que levantó las manos y negó con la cabeza.

-No me mires a mí, yo no quiero ser su amigo, digamos que... quiero ser mucho más que éso.- aclaró el ojiverde, con una sonrisa amable.

-¿Super mejores amigos?- preguntaron Erick y Wendy al mismo tiempo, sin entenderlo.

-No, yo... ¿lo preguntan en serio o sólo son unos tontos?- pregunto el chico, por primera vez borrando su sonrisa.

Seguro sólo lo querían molestar, ¿verdad?

-Emma no admite que somos amigas, pero no me molesta realmente.
Los amigos suelen ser pasajeros la mayor parte del tiempo.
Además, ¿por qué quieres tanto que tenga amigos?- pregunto la morena con curiosidad.

Era amiga de Erick hace años y usualmente se rinde fácil, pero esta vez no lo hacía y quería que Emma sea su amiga, cosa que le hacía raro.

¿Será qué le gustaba?

-Aveces es mejor estar sólo, pero sólo aveces.
Un día Emma apartara la mirada de sus libros para ver a su alrededor y no quiero que esté sola, quiero que nos tenga a su lado.- respondió el pelirrojo, con la mirada gacha.

Maya se dio cuenta lo que sucedía y dio un suspiro profundo.

-Oye, no te tienes que culpar por algo que paso hace tanto.- dijo la morena.

-No me culpo, pero no quiero que suceda el mismo error.- exclamó Erick, con mirada dolida.

-¿De qué hablan?- pregunto Wendy, curiosa.

No le interesaba nadie de ellos, sólo le importaba Emma, pero como buena amiga debía dar un buen ejemplo y enseñarle a su querida mejor amiga que no es malo tener amigos.

-Hace años, en la escuela primaria, había un chico que era muy similar a Emma, con la diferencia de que él se distraia con sus estudios, sus estudios lo eran todo ya que perdió un año por problemas familiares, queriendo esta vez dar lo mejor de él para no "decepcionar" a su familia.- dijo Erick, mirando a Conan y Wendy, que no sabían sobre su oscuro pasado.

-¿Éso qué tiene que ver?
En nuestro curso hay varios estudiosos y tienen un par de amigos.- dijo Conan, sin entender a que iba ésa historia.

-No era el caso de él, el estudio lo era todo, hasta el punto en que distanciaba a los demás y un día el bullying empezó, lo molestaban sin parar, escondían sus cosas, le lanzaban cosas, lo empujaban cada vez que tenían la oportunidad y fingian que era un accidente, hasta que un día... ya no regreso.- contó el pelirrojo.

-Entiendo el punto, pero tu no tienes la culpa.- dijo Wendy, no viéndole sentido a ésa historia.

-Yo era uno de los que lo molestaban.- aclaró Erick, de manera directa y sincera.

Se avergonzaba de lo que hizo y estaba muy arrepentido, pero no ocultaria sus errores sí debían ser contados.

-¡Wow!- exclamó Conan, con sorpresa.

Nunca se imagino que el tipo alegré que buscaba ayudar a todos a pesar de aveces no poder, en el pasado fue un bravucon.

-Quizás lo veía como bromas inocentes en ése momento, pero ya no, estoy muy arrepentido y ahora que soy consciente, quiero evitar que algo malo pase con mis compañeros.- exclamó Erick con seriedad.

De los errores se aprende y se tiene la oportunidad de ayudar a otros antes de que cometan ésos mismos errores.

Quería evitar que Emma se sienta sola o que la molesten, porque a pesar de como es, en el fondo ella es una buena persona.

Wendy se acercó al pelirrojo, apoyo una mano sobre el hombro de él y le mostró una gran sonrisa.

-Tienes prohibido acercarte a mi mejor amiga, don bravucon.- exclamó la chica, de manera tranquila mientras Erick recordaba porque no la invitó.

Un profesor que iba pasando, se acercó a ellos y los miró con curiosidad.

-Oigan, ¿ustedes son amigos de Emma?- pregunto el hombre.

-Error, soy su mejor amiga y ellos unos colados.- respondió Wendy, quien sólo era ignorada.



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En el texto hay: humor, amistad, posibles giros inesperados

Editado: 13.05.2021

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