Dos años después.
¿Qué es la hipnokinesis? Es otra de mis habilidades, manejar la mente de los demás es mi especialidad. A mis 18 años he podido darme cuenta que entre más débil es la mente en la que me meto, menos energía gasto; eso significa que una persona con el IQ muy arriba del promedio podría matarme. Y manejar las tres habilidades en un lapso corto de tiempo también podría llevarme a la muerte.
— Me es muy difícil entender ese punto de vista — Nelly ya parecía frustrada de explicar.
Las clases que en el búnker me daban los demás días de la semana que no tenía llamado siempre solían ser muy fáciles para mi. Pero lo que no lograba entender era los puntos de vista de mi maestra, sin meterme en su mente no lograría que pensara como ella. Y sin poder usar mis habilidades en otro lugar que no sea el área estaba más que pérdida.
— Ya me fastidié — confesó la morena sentándose en la silla de detrás del escritorio.
La observé cautelosamente por unos segundos hasta que ella se dio cuenta.
— No estarás tratando de meterte en mi mente ¿Verdad? — negué extrañada.
— Sabes que yo más que nadie respeta las reglas de este lugar — sonrió.
— Me alegra que pienses así — no supe como sentirme con ese comentario — Levanta — ordenó y así lo hice levantándome de la silla en el centro de la habitación — La clase terminó.
Caminó a la puerta, salió de la sala y esperó a que yo igualmente estuviera en el pasillo. La puertas de metal pesado se cerraron tras de mi haciendo que diera un pequeño brinco ya que no esperaba a que cerrara tan rápido. Siempre dejaba que caminara frente a ella, cuando en realidad debíamos de ir a la par; apenas eran las 10 de la mañana y las clases habían terminado temprano, lo que significaba que:
— ¿Algo que quieras hacer antes de acudir al llamado? — es que ya lo veía venir.
— No — me limité a decir — nunca combinan días de clase con días de llamado ¿pasa algo en el búnker? - frenó en seco y yo me detuve con ella.
— Byron quiere ver que los nuevos medicamentos no te estén afectando con respecto a la hipnokinesis — de nuevo reanudó el paso y yo hice lo mismo — ya sabes, es como un padre sobreprotector.
— ¿Ya conoce los efectos secundarios que me ocasionará la nueva medicina? — Alzó los hombros - ¿Podríamos ir con el después de esto? quisiera estar preparada para todo — asintió.
Llegamos a la sala asignada. Wyatt tardó dos años y medio para decirme cual era mi nueva habilidad, y no la entrenaba a menudo. Pero cuando lo hacia la sala se llenaba de caos y desorden. El cristal que dividía la habitación tenía espejo por un lado y una ventana por el otro. Yo me encontraba en el lado que tenía la ventana, teniendo así la vista de la persona que se encontraba del otro lado del cristal. Lo conocía. Joseph, de seguridad.
Regularmente se encontraba en el ala este del bunker, y lo veía cada vez que tenía llamado de psicokinesis y de vez en cuando lo saludaba. Debo aceptar que me llegué a meter en su mente por accidente varias veces, las suficientes como para saber que le parecía tierna. La mesa frente a mi tenía sobre ella una hoja impresa con las instrucciones de la prueba.
"Haz que sea un buen guitarrista.
Forma de evaluar: tiempo máximo de la hipnosis"
Volví mi vista a la sala de enfrente y pude ver una guitarra eléctrica al fondo de esta. La hoja tenía más cosas, pero la verdad me daba pereza leer algo que no fueran las instrucciones o algún libro que en realidad haya despertado mi interés. Bajé la hoja dejándola de nuevo sobre la mesa y me concentré en Joseph. Esto era un procedimiento complicado: nunca había hipnotizado a un humano.
Regularmente solo dejaban que lo hiciera con animales; solté un fuerte suspiro y comencé a adentrarme en su mente cada vez más y más. Pensamientos sobre expuestos; son aquellos que una voz similar a la tuya dice en tu cabeza; Pensamientos internos; son aquellos pensamientos que alguna vez fueron sobre expuestos pero son difíciles de descifrar sin entrar completamente en el individuo. Y por último; habilidades y recuerdos.
Acoplarme a cada uno de ellos era muy difícil, pero siempre lograba hacerlo. No por nada dicen que cada mente es un mundo diferente. Logré tocar las áreas adecuadas, y poco a poco logré alterar sus habilidades.
— "El mejor" — hice resonar varias veces en su cabeza.
Salí de él, y toqué el botón junto al micrófono que posaba sobre la mesa para que me escuchara.
Editado: 28.10.2018