Legado

16

Ella apretaba sus párpados entre sueños, le dolía todo el cuerpo y se preguntaba si ese peso que sentía sobre su pecho era el que la sofocaba. Se removió un poco entre las sabanas que le llegaban hasta el cuello, sintiendo el frío colándose por los agujeros que abría al moverse.

Abrió sus ojos, recordando lo que había pasado la tarde anterior. En la cual había tenido llamado, un llamado tan agotador por haber sido la primera vez en usar sus tres kinesis en la misma tarde. No sabía cómo sentirse al respecto. Estaba tan magullada que le faltaba la respiración.

Estiró sus brazos, haciendo que estos tronaran tan fuerte que lastimó sus oídos. No podía moverse sin que el sonido de todo le calara; al fin pudo sentarse en la cama. Observó con detenimiento su habitación.

Sus libros estaban acomodados por tamaño, tal y como le gustaba. Su espejo colgaba de la pared justo a la altura perfecta para que ella alcanzase a verse. Junto a su cama, estaba el libro que había leído antes de dormir, para pasar el rato y esperar a que sus energías se agotaran por completo.

Se levantó con pereza y dificultad de la cama, hizo su ligera caminata de rutina, del final del pasillo que lleva al baño, hasta la punta donde estaba la puerta. Pero justo al llegar a la puerta, esta se abrió, cosa que nunca hacía. Y no debía hacer.

El pasillo estaba en penumbras, también extraño porque dentro de la habitación estaban encendidas. Poco a poco estas se fueron encendiendo mostrando una horrible escena. Chloe yacía en el suelo frente su habitación, tan manchada de su propia sangre que su cabello ya no era rubio. Piper también estaba frente a su puerta, pero ella, tenía todas las extremidades dobladas a una manera que no podían ser natural. Daren, tenía la cabeza separada del cuerpo, y a Ryder se le comenzaban a salir las entrañas.

Pero, por más que buscaba a los alrededores, no encontraba a Levi. Y la poca iluminación del pasillo no la dejaba ver más allá del cuerpo decapitado de Daren, que era el que más lejos se encontraba. De pronto, la puerta frente a ella se abrió, y no necesitó preguntar para saber de quien se trataba. Los ojos verdes del muchacho llegaron a ella como si fuesen farolas. Brillaban más de lo normal.

El chico se acercó a ella lentamente, cuando la poca luz del pasillo lo iluminó ella se dio cuenta que estaba lastimado, llevaba una gran herida en un costado del estómago

El chico se acercó a ella lentamente, cuando la poca luz del pasillo lo iluminó ella se dio cuenta que estaba lastimado, llevaba una gran herida en un costado del estómago. Levi tosió escupiendo sangre sobre la ropa y parte de la cara de la chica. Ella no le importó, quería protegerlo pero sus piernas, brazos, ni su cuerpo entero le respondían. No podía hacer nada. Solo ver como el chico que amaba moría frente a ella.

Él pudo llegar hasta Ela, la miró a los ojos con los cuales le dijo que todo estaría bien, pero en los de ella solo se mostraba el pánico y el terror. Levi tomó su mano, y cayó desplomado al suelo siendo otro cadáver que levantar en aquel pasillo.

— Ela. . . — se escuchó en un susurró por todo el pasillo.

Ella cerró los ojos con fuerza, tratando de pensar que aquello no era real, aun sintiendo la mano de Levi colgando de ella. Pero al volver a abrirlos, la cara de su madre estaba frente a ella.

Las luces en la parte superior de la habitación parpadeaban, y allí supo que la energía estaba a punto de volver. Salió disparada de la silla para correr por el oscuro pasillo en el cual había llegado a la sala con la computadora. Antes de lograr ver algo, un zumbido molesto comenzó a sonar. Las luces al final del pasillo se encendieron para cegarla por un momento. Sintió la mano de Daren unos segundos después.

Ela comenzó a contar cabezas, pero le hacía falta una, una con unos ojos que le hacían temblar. Daren la tomó de la muñeca, evitando que así se fuera, pero a ella no le importó, se soltó de él y corrió por el pasillo, el cual parecía anormalmente largo. Sin dejar de lado que la voz de Levi llamándola se repetía constantemente en su cabeza. Al final del pasillo vio a Levi de espaldas. Ela tocó de manera lenta el hombro de Levi y este comenzó a desvanecerse. Lo tomó de las costillas y tiró al interior del pasillo. Donde ambos cayeron al suelo.

— Te amo...

El leve susurro de una voz desconocida la regresó a su consciencia. Pero la frase no hizo que se levantara de golpe, sino los murmullos a lo lejos que eran inaudibles. Colocó sus manos en el frío piso, y se dio cuenta que estaba sola. Ninguno de los chicos estaba con ella en esa profunda oscuridad.

Se puso de pie, caminó frente a ella pero rápidamente se dio con un muro para después seguir a lo largo de este. Después de caminar lo que pareció una eternidad, llegó a la habitación de la computadora. Pero no estaba sola en el lugar, había un chico sentado en el suelo, con una chica de cabello blanco y piel muy clara. Fue cuando se dio cuenta que aquello que estaba escuchando no eran murmullos. Era un llanto.



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En el texto hay: misterio, amistad, poderes

Editado: 28.10.2018

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