Legado

Prólogo

Bruselas, 15 de noviembre de 1615

Todo el pueblo estaba sumido en penumbras, pero entre ellas se podía distinguir el destellante resplandor de las antorchas de todos los habitantes del lugar. Se escuchaban los gritos y abucheos de las personas aclamando por la muerte en hoguera de una mujer. Súbitamente se escucha un grito atronador, casi infernal que hizo acallar el aullido de la muchedumbre.

—¡Os maldigo a ustedes y a todos vuestros descendientes! Todo aquel que se encuentre aquí presente llevará consigo una vida de ruina y desgracia. ¡Todo aquel que disfruta y anhela mi muerte, tendrá una vida mísera y decadente! —La mujer deja de hablar y mira fijamente a los tres hombres a su derecha y dice: — y ustedes, ustedes sufrirán el doble por cada uno de mis gritos y dentro de 400 años regresaré y destruiré todo lo que sus descendientes hallan construido. Mataré de la manera más cruel y despiadada a cada uno de los miembros de vuestras familias… — los hombres se estremecieron por el tono frío y fantasmagórico de la mujer, tanto así que bajaron la cabeza pues sabían que lo que habían hecho estuvo mal. Se les formó un nudo en la garganta cuando ella les volvió a hablar. — Miradme, y mirad bien estos ojos que condenaron sin justificación, pues estos serán vuestra perdición…

Y aquellas fueron las últimas palabras de la mujer, y con un último grito que hizo temblar el pueblo, la mujer fue consumida por las llamas que se tornaron tan rojas como La sangre para pasar a un color verde como el pasto y con una gran explosión, la mujer se convirtió en cenizas frente a los pueblerinos.

Todos callaron y el tema no volvió a ser mencionado…

"Adalberta Wish Berren, acusada de brujería y hechicería en el siglo XVII"…

Bruselas, noviembre de 1998

—Doctor, ¿No lo parece extraño que sus ojos no paren de cambiar de color, por qué será? — Pregunta aquella mujer con un tono de preocupación en la voz, pues desde que tenía a la niña no sabía de qué otra manera hablar, todo lo que hacía era preocuparse por ella.

—Si le soy honesto, señora, no sé qué decirle. Científicamente no debería hacer eso, ningún humano debería hacer eso — contestó el doctor, mirando fijamente como cambiaban los ojos de la bebé a un tono tan gris como una

tormenta — es la primera vez que algo así sucede en este hospital. ¿Está usted segura que no está en sus genes?

La señora se queda pensando, toma a su bebé en brazos y se va sin decir una palabra, dejando en el aire confusiones y dudas.

Canadá, noviembre de 2015

Se dice que normalmente una persona promedio empieza a almacenar recuerdos que considera importantes a partir de su quinto año de vida, o eso es lo que he escuchado.

Resulta que mi mente es una fortaleza, o más bien una archivada, soy perfectamente capaz de leer un libro una vez y recitarlo palabra por palabra sin equivocarme ni una sola vez, pero tengo un problema, no soy capaz de recordar nada que haya ocurrido antes de cumplir 14 años. Es como si hubieran borrado todos mis recuerdos, y lo último que he sido capaz de recordar durante todos estos años, es la mirada indiferente en sus ojos grises como las nubes antes de una tormenta, que contrarrestaban con el grito de desesperación que emitía con todo su ser…

Nunca olvidaré su expresión aterrada mientras gritaba una y otra vez un mismo nombre, no dejó de preguntarme, ¿quién será?...



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Editado: 12.08.2025

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