Capítulo 2

A medianoche, como la diosa del Agua lo había pedido, los cuatro dioses ya se encontraron en el monte elementos. Cordelia no pudo evitar sentir ese sabor a nostalgia, que tantas veces había discutido con su creador, y ahora, que ya él no estaba con ellos, deseaba decirle que sí, que la nostalgia después de todo, sabia a madera húmeda, con una pizca de una risa que ya nadie recordaba, porque ella, incluso ya se estaba olvidando hasta de la voz que él tenía.

ꟷEs un gusto para mí verlos a todos reunidos aquí, después de tanto tiempo. ꟷSoltó Cordelia, llegando al centro del lugar, justo donde sus tres hermanos estaban esperándola. ꟷLamento mucho, que nuestro reencuentro se tenga que dar en esta situación, no era así como esperaba volver a verlos.

ꟷEspero tengas una buena razón para hacerme venir hasta aquí y malgastar parte de mi valiosa eternidad. ꟷSoltó Agnes, mientras se le dibujaba en su rostro esa sonrisa tan picara que la caracterizaba. Cordelia no pudo evitar quedarse maravillada ante tanta belleza, hacía tantos años que no la veía, que no recordaba lo hermosa que era. ꟷ¿Vas a decirnos de una vez que es lo que quieres? ꟷPreguntó desafiante, al ver que Cordelia solo se quedaba parada, observándola.

ꟷNo es necesario que finjas con nosotros. ꟷSe apresuró Rebel a responder, era sin dudas, a la que más le molestaba tener que estar reunida con ellos, ella siempre había preferido la soledad. ꟷTodos sabemos que los incendios provocados en el reino de Astor son obras tuyas.

ꟷ¿Estas acusándome sin pruebas hermanita? ꟷ Preguntó Agnes, en un tono burlón. ꟷDéjame decirte que me estas hiriendo, y no esta bueno que le hagas eso a tu hermana mayor, no después de tanto tiempo sin vernos.

ꟷDeja de querer jugar con nosotros. ꟷSentención Astor. ꟷTeníamos un trato los cuatro Agnes, y eres tú la que no lo está cumpliendo, es que ¿A caso no te parece suficiente todo el daño que has causado en el pasado?

ꟷSilencio los tres. ꟷCordelia decidió que era tiempo de intervenir, con Agnes, no se sabía que podía llegar a pasar si la hacían enojar, y no era momento de tomar esos riesgos. ꟷDime ¿Qué es lo que te hice ahora? porque se, que todo esto tiene que ver conmigo, así que te pido que lo solucionemos y no involucremos a los demás.

ꟷNo todo siempre se trata de ti hermanita. ꟷAgnes soltó una dulce carcajada, que erizo la piel de todos los presentes. ꟷPero debo admitir, que esta vez si hay algo que me interesa de ti.

ꟷ¿Y no era más fácil que hablaras con ella?ꟷ Astor dio un paso hacia adelante. ꟷ¿Por qué tienes que involucrar a los demás reinos en tus asuntos pendientes con Cordelia? Esto siempre se ha tratado de ustedes dos, desde un principio ha sido así.

ꟷPorque simplemente me gusta darle un toque de drama a mi vida, y a la de los demás también. ꟷRespondió, alzando ambos hombros en señal de despreocupación. ꟷ¿A caso ustedes no están ya aburridos de sus vidas, y de hacer exactamente lo mismo todos los días?

ꟷDime de una vez que es lo que quieres, por favor. ꟷPidió Cordelia, al ver que la charla se estaba desviando.

ꟷYo sí. ꟷRespondió Rebel. ꟷDiscúlpenme, pero odio ser una diosa, odio esta carga ¿No les gustaría ser un simple mortal? Saber que en algún momento todo va a terminar, creo que eso le da más sentido al hecho de vivir.

ꟷAgnes. ꟷCordelia miró a Rebel y esta pareció entender que no era momento para ponerse a debatir que tanto les agradaba ser un dios o una diosa.

ꟷA tu hija. ꟷSoltó Agnes sin más, y sus palabras se clavaron en el corazón de Cordelia. ꟷMe ha llegado el rumor de que has creado una diosa igual a ti, y quiero que me la entregues, o si no, voy a destruir este mundo y todo lo que hay en él, y eso también los incluye a ustedes tres.

ꟷLo lamento, pero no voy a dártela. ꟷCordelia creía que lo que Agnes le estaba pidiendo era un completo disparate, una locura, algo que solo a ella se le ocurriría pedir. Su hija, su creación, era lo que más amaba en todo el universo, no estaba dispuesta a dársele así porque si, ella la había creado, había moldeado desde el más fino de sus cabellos, hasta su voz. ꟷNo sé cómo te has enterado, y no me interesa saberlo tampoco, pero la respuesta a tu pedido es un no, porque es mía, y a ti no te servirá de nada tenerla.

ꟷSiempre igual de egoísta, lo quieres todo para ti ¿No? ꟷAgnes miró a su alrededor y sonrió. ꟷDe todas maneras, no te la estoy pidiendo, te la estoy exigiendo, y si sigues en esa postura hermanita, vas a tener que cargar con la culpa, y el sufrimiento de mucha gente.

ꟷNo te tenemos miedo Agnes. ꟷAstor parecía estar perdiendo la paciencia. ꟷLos cuatro sabemos que no tienes el poder suficiente para destruir el mundo, ni para enfrentarte a nosotros, ya lo intentaste una vez y de nada sirvió, solo estas aquí porque nuestro padre quiso que se te diera una última oportunidad, pero esta vez, juro que no voy a ser tan considerado contigo.

Agnes solo sonrió, parecía no sentirse ni un poco afectada por las palabras del dios de la tierra. Dio unos cuantos pasos hacia atrás y, con un movimiento de manos, hizo que toda el agua de las fuentes a su alrededor se elevara y saliera disparada en todas las direcciones, dejando perplejos a todos los presentes.

ꟷTú. ꟷRebel avanzó hacía ella, pero con otro suave movimiento, el aire se quebró en un silbido ensordecedor, Agnes elevó con violencia a Rebel, la diosa del aire parecía una pequeña hoja atrapada en un violento huracán, y luego, salió disparada como un proyectil, dando contra una de las tantas columnas que había en el lugar. Cordelia y Astor corrieron a su lado.

ꟷ¿Qué es lo que has hecho Agnes? ꟷPreguntó Cordelia, ayudando a la pequeña Rebel, la cual había quedado cubierta de polvo y rasguños.

ꟷMi hijo, el nuevo Dios del fuego, Aidan, necesita una esposa, alguien en quien poder apoyarse el día que quede a cargo de este mundo. ꟷComenzó diciendo la Diosa del Fuego, mientras se acercaba a Cordelia, la cual todavía seguía atónita con todo lo que acababa de pasar. ꟷY se me ocurrió que, tu hija, la Diosa Nami, era la indicada para algo así.