—Todos son unos inútiles en este mundo. —Soltó Agnes, y con un movimiento de manos, alborotó el fuego que llevaba mirando incansablemente hacía ya varias horas.
—Deberías dejar eso ya, a veces me pregunto ¿Cómo no te has vuelto completamente loca aún? — Soltó Aidan, entrando en la habitación que su madre ocupaba. La vio sentada en su trono, construido completamente de hierro fundido, y en medio de la habitación, una gran hoguera.
—Esto. — Agnes señaló el fuego. —Es asunto mío, no te incumbe, así que, no puedes dar tus opiniones. —Aidan rodó los ojos ante su contestación y se acercó a ella. —Además ¿Quién se supone que vigilará el reino si no lo hago yo? El fuego me avisa si alguien alejo se atreve a entrar.
—Pero nunca lo han hecho, ni una sola vez, no creo que a ellos les interese estar aquí. —Aidan miró en dirección al fuego, él no venía ni sentía nada especial, estaba seguro de que, Agnes estaba al borde del delirio. —La única que entra a nuestro reino, es la Dios Rebel, y ya sabemos que es inofensiva, solo va de aquí para allí, y a ti te sirve para robarle información.
—Claro, sino ¿Cómo crees que supe de Nami? O ¿De la nueva semidiosa que nació en el reino de Astor? —Agnes sonrió con malicia. —Solo debes darle un poco de charla, y, toda la información empieza a brotar de sus labios.
—Lo sé, aunque, sigo pensando que, es un poco horrible que te aproveches así de ella. —Aidan se acercó aún más a su madre, con cautela. Incluso él, que era su hijo, debía tener mucho cuidado cuando se trataba de Agnes. —La muchacha que mencionaste, eso ya está solucionado, no causará problemas, y yo, haré lo que sea que necesites que haga con Nami. ꟷPensó por unos segundos, y luego continuó hablando. ꟷ Pero debes jurarme que no le harás nada a la chica, por favor.
—Yo nunca juro. —Soltó la Diosa del Fuego, sin quitarle los ojos de encima a la hoguera ni por un segundo. —Pero puedes quedarte tranquilo, si haces lo que te pido, a la muchacha no va a pasarle nada. —Aidan asintió. —Ahora vete de una vez de aquí, y empieza a enamorar a esa jovencita. —Agnes hizo un movimiento de manos, invitándolo a salir del lugar.
La diosa sintió como su hijo se marchaba del lugar, y no pudo evitar pensar, que lo quería, claro que sí, no era tan mala después de todo, pero, lamentablemente, a ese amor le ganaba todo el odio que llevaba acumulando dentro suyo año tras año, ese deseo de venganza era aún mayor que la felicidad que alguna vez había sentido mientras criaba a Aidan.
Muchas veces se había planteado la idea de dejar todo de una vez, de olvidar los rencores del pasado, de tener un hogar normal con su hijo, de ser felices en su reino, de agradecer todo lo que tenían, pero, al instante había abandonado esas ideas, ella se merecía más, había nacido para algo más grande, estaba segura de eso, y no iba a permitir que, se lo arrebataran tan fácilmente, ya la habían conseguido una vez. Aunque trató de buscar más opciones, todas las ideas y caminos siempre terminaban en el mismo lugar, venganza.
***
Nami llevaba ya dos días completamente encerrada, nadie había ido a verla, nadie parecía preguntar por ella tampoco. Estaba sola y aburrida en una habitación demasiado grande para las pocas cosas que ella tenía. Agradeció al menos tener ese gran ventanal, en el que podía pasar horas y horas mirando las estrellas, le parecía increíble el hecho de por fin poder observarlas desde otras perspectivas, pero, de todas maneras, estar en el reino de Fuego, no era muy distinto estar en su pequeño templo de cuarzo Rosa, ahí también solía estar sola la mayor parte del tiempo, solo ella y sus pensamientos.
Tres suaves golpes se escucharon en su puerta, como si lo hubiese manifestado, como si alguien se hubiese dado cuenta de que ella necesitaba al menos poder conversar para no morir del aburrimiento.
—¿Sí? — Preguntó, tratando de sonar lo más tranquila posible, podía esperar cualquier cosa a esas alturas, que solo le trajeran alimentos como las últimas veces, o que, del otro lado se encontrara Agnes, para informarle su sentencia de una vez por todas, porque sí, después de dos días ahí, en su mente ya se empezaba a formarse la idea de que tal vez, Agnes quería destruirla, aunque, eso le parecía lo más lógico.
—¿Puedo pasar joven Diosa? —Lo había escuchado muy pocas veces hablar, pero, claro que reconocía su voz ¿Quién no lo haría?
—Sí, adelante por favor. — Respondió Nami, sintiendo como sus delgados brazos comenzaban a temblar ¿Por qué se sentía de esa manera? ¿Por qué el joven Dios del Fuego estaba causando esas reacciones en ella? Era todo tan nuevo, que jamás pensó que podía llegar a sentirse en ese estado.
Aidan entró en la habitación, y Nami se quedó en silencio ante su espléndida figura, solo observándolo. Está vez, llevaba su pelo recogido en una coleta alta, que le daba un aspecto más rudo, más varonil que la primera vez que lo había visto. Lo notaba más relajado, como si ya hubiese tenido el tiempo suficiente para pensar y aceptar las ordenes que su madre le había dado.
—¿Estás cómoda aquí? —Preguntó él, mirando rápidamente la habitación, en la que solo habitaba la joven Diosa. Solo ella y los pocos rayos de luz que la luna le regalaba en las noches. —Me informaron los sirvientes del castillo que no has salido ni una sola vez desde que te dejamos aquí ¿Sabes que puedes hacerlo no?
—No, no lo sabía lo siento. —Soltó Nami, sorprendida ¿Qué clase de secuestro era este? —Supuse que debía quedarme aquí, y no quería causar problemas.
—¿Creíste que está habitación era tu cárcel? —Pregunto él, sonriendo. —No, el palacio lo es en realidad. —Quiso sonar alentador, pero se dio cuenta de que, no se había oído nada bien, cuando vio que los ojos de Nami se abrían por completo. —Lo que quería decir en realidad, es que, puedes moverte por el palacio tranquilamente, siempre y cuando no te alejes de él. —Intentó salvar la situación.
—No lo sabía, gracias. —Nami se alejó de Aidan, y caminó hacia el gran ventanal. Observó todo lo que había afuera, y se dijo que mejor era quedarse en su habitación, al menos ahí, se sentía un poco segura. ꟷPero aquí estoy bien, y cómoda.
#4092 en Fantasía
#1540 en Personajes sobrenaturales
amor, elementos de la naturaleza, magia aventuras accion viajes fantacia
Editado: 15.05.2025