Adara
Me levanto de mi cama y me dirijo a ducharme, es temprano, aunque mis padres me han acostumbrado a levantarme a esta hora, pero hoy es de esos días que quiero solo quedarme en la cama y tomar un chocolate caliente. Está nevando como no tienen ni idea y eso solo hace que me quiera quedarme más.
Me pongo el horrible uniforme y bajo a desayunar con mis padres, en realidad cuando bajo ya se han ido a trabajar, así que reviso si dejaron algo de comida. La respuesta es no, no hay nada, solo dinero en la mesa, eso significa un ¨ra no hay nuevamente comida ve a la tienda y compra¨. No me opongo a comprar, la cafetería a donde voy sirve desayunos riquísimos.
Compre un chocolate caliente y una porción de panqueques, comí en el restaurante y comencé a ir a la fábrica. Siempre me gusta pasar por las mismas calles, son alegres, hay muchas personas hablando y niños jugando, hoy se siente un ambiente muy bueno, aunque algo extraño, pero no quita lo increíble.
Al llegar a la fábrica saludo a Lucas, algo que haré cada mañana, con el tiempo le tuve aprecio. Me adentre a la fábrica y todos los pasillos, al llegar al salón gigante doy una vuelta, el porque, no me recuerdo lo hago siempre que paso aquí, debo preguntarle a mi yo chiquita porque me acostumbro a hacer esto.
Subo las escaleras hasta llegar a la cocina, recojo el delantal y me acerco a dulce.
-Buenos días -la saludo.
-Buenos días -saluda también.
-¿Hoy he llegado tarde? -pregunto luego de un rato- no he escuchado los anuncios matutinos.
-No, al parecer los han cancelado por hoy ya que Santa dará anuncio hoy.
-Bueno entonces llegue temprano.
-Ni tanto -hago una mueca.
-Debo levantarme más temprano.
Comienzo a decorar las galletas, me concentro todo lo que puedo, mis padres dicen que para llegar a ser líder de alguna área debemos hacer todo perfecto. Mi papá y mi mamá a su tercer año aquí llegaron a ser líderes, ahora quiero romper el récord que tienen en mi familia y llegar a ser líder este año o el próximo.
Tengo mucha presión en mis hombros, no puedo ser la única en mi familia que no llegue al puesto más alto en su área, sería muy humillante para mí. Mejor no pensar en eso, me estoy desconcentrando.
Luego de decorar unas cuantas bandejas de galletas era el turno de Dulce y yo ir a comer.
-Y pensar que esto lo cocinamos nosotros -comenta Dulce mientras agarra una bandeja de pasta.
Así es, nosotros no solamente cocinamos galletas o pasteles, hay otros encargados de la comida para los trabajadores de la fábrica.
-Si, espero salga rico, no le tengo tanta confianza al que hizo la comida hoy.
-Yo tampoco -agarramos nuestras bandejas, nos dirigimos a la caja y pagamos, luego caminamos hasta una mesa vacía en el fondo, pero a decir verdad a muchas mesas vacías, a esta hora no hay tantos almorzando.
-Al parecer Santa dará su anuncio dentro de un rato, debemos llegar temprano para ver que caos se desatará esta vez.
-Bien, solo no dejes que se me acerquen muchas personas, siempre me empujan y me lastiman porque siempre quieres estar hasta adelante.
-Es donde se puede ver directamente el caos y a mi me gusta ver el mundo arden.
-Ni una sola palabra a eso -empezamos a comer.
Dulce es muy diferente a mí, es una chica de piel clara, yo soy de piel morena clara; ella es de estatura alta, yo tengo que sobrevivir con mis 1.60 metros ¡todos son muy altos aquí! Su cabello es otro aspecto que resalta en ella, es rubio, el mio es todo negro. Aunque no solo nuestro aspecto somos diferentes también en nuestra personalidad, yo soy tan solo un poco positiva; ella negativa, un poco; quiere ver el mundo en total caos; yo lo quiero ver tranquilo y en paz.
Luego de un rato volvimos a la cocina, ahora me tocaba empacar galletas, siempre nos rotan después de la comida para cubrir las áreas más importantes o que tengan prioridad en ese momento. De un momento a otro al dejar una caja de galletas siento como alguien me jala del brazo.
-¡Ahhh! -grito por el susto que me acaba de meter Dulce.
-¡Vamos! hay descanso, Santa ya dará su anuncio.
-Bien, solo dejo mi delantal.
-Pero corre que no llegamos al frente de todos.
-Bien -dejo mi delantal en su lugar, Dulce me jala del brazo y empieza a correr conmigo.
A empujones Dulce se abrió paso hasta delante, no se como puede tener tanta fuerza para poder empujar a tantas personas.
-Llegamos.
-Bien, porque necesito recuperar mi respiración -coloco mi mano derecha en mi pecho.
Vemos como más duendes se acercan, a pesar de que no tendrían que venir tantas personas en estas fechas, al parecer vinieron todos, debe de ser un anuncio muy importante para que venga toda la fábrica. Levanto mi cabeza y veo como baja Santa y la señora Claus. Todo el bullicio se acabó al verlos.
-Gracias a todos por venir -comienza Santa- en especial a los que debían venir hoy, por lo que deben de imaginar es un anuncio muy importante, vienen muchos cambios, como podrán ver ya es hora de continuar con nuestro siguiente Santa Claus.
¡Espera! ¿Como que siguiente Santa? ¡Apenas empiezo a trabajar para este! ¡Solo dos días!
-Santa Claus ya no puede hacer las cosas como antes -sigue la señora Claus- debido a su edad ya ha avanzado, es por eso que hemos tomado la decisión que a partir de esta navidad un nuevo Santa estará a cargo.
-Y como sabrán -prosigue Santa- no tenemos a un hijo a quien siga este cargo, no tenemos quien siga nuestro legado, mejor dicho no teníamos, hemos escogido a alguien muy especial para este trabajo.
-Seleccionamos a esta persona con mucha dedicación para un trabajo tan importante, un cargo que debe tener a una persona responsable y con la capacidad de liderar.
-Es por eso que les anunciamos con mucha emoción que nuestro siguiente Santa a cargo es... -se queda en silencio un momento ¡que lo diga! ¡quiero ver quien es nuestro siguiente Santa- Adara Sorní.
Editado: 24.11.2023