Legado navideño

- CAPITULO 16 -

 

Adara

Al sonar el despertador me levanté con todas mis fuerzas, sentía un poco de dolor en mi cuerpo, pero igual me comencé a arreglar y tomé mi camino a la fábrica. Pase por un café un café marocchino, no les voy a mentir, sabía delicioso, casi no me atrevo a probar algo nuevo, en general no me han dejado, pero sí que ha sido una buena elección,

Seguí con mi ruta de siempre, pero al ver el reloj que está justo en el centro, decidí desviarme un poco a el establo, era más temprano de lo común, creo que esta vez caminamos más rápido.

Al llegar los renos estabas comiendo asi que solo decidí terminar mi café junto a ellos que al parecer tampoco les importó mucho que yo estuviera ahí, bueno, menos Blitzen que el si se arco a sentarse junto a mí después de que termino su comida.

Jugué un rato con él, hablé con él, créanme loca, pero siento que me comprenden perfectamente. También les di más comida porque no me dejaban de molestar que tenían hambre.

Luego de un rato me armé de valor y entré a la fábrica, si llegaba a tiempo, no mido tan mal. Salude como siempre, no les voy a mentir, si está cansado, pero muy cansado, más en días como este en donde tengo un humor que dice aléjate de mí.

Doy una vuelta al pasillo, algo que definitivamente no quiero cambiar y voy ahora directo a agarrar la tabla que ha dejado el recepcionista. Ya es definitivamente que ya tengo una rutina, ya no hay tanta necesidad de que Santa este detrás de mí para que no cometa ningún error.

Revise cada área pasando rápidamente en algunas específicas que no mencionaré porque, para casi a medio día logré terminar con todo ¡Por fin pude almorzar! Me senté junto a dulce, me sentí muy feliz por eso, aunque Ossian se ha acercado y yo me he ido en seguida, no quiero que me arruine mi ánimo más de lo que ya está.

-Buenas tardes señorita Sorní -se acerca un duende.

-Buen día, por favor dígame Adara -no me gusta que me digan así, esa ha sido mi mamá siempre, me gusta más Adara.

-Señorita Adara -corrige- el señor Santa la solicita en su oficina.

-Muchas gracias señorita -le digo y se retira para seguir con su trabajo.

Inmediatamente dejé la bandeja encima del basurero y me dirigí a la oficina de Santa. Por favor que no sea porque ya hice algo mal, no puedo con más por hoy. Toque dos veces la puerta pidiendo permiso.

-Adelante -escucho a Santa.

-Buena tarde, me han avisado que me necesitaba -me siento en una de las sillas delante del escritorio.

-Exacto, tendremos que apresurarnos y necesito enseñarte un área más aún, vamos -se levanta y comienza a caminar y lo sigo.

Recorremos el pasillo hasta llegar al área que más ansias esperaba, noten la ironía. Santa me deja pasar y yo entro muy poco conforme al área de empaque de juguetes.

-Buenas tardes -saluda Santa al jefe de área.

-Buenas tardes, juzgo ahora estamos preparando los materiales para la señorita Sorní -informa.

-Excelente, -me voltea a ver- hoy he asignado a alguien para que te enseñe lo que hay que hacer, solo sigue sus indicaciones.

-De acuerdo Santa.

-Luego de esto tienes el permiso de retirarte, feliz día.

-Feliz día -me despido de y él toma su camino.

-Por aquí señorita Sorní -habla el jefe de área mientras me señala con una mano el camino. Me guía hasta el fondo del área en donde se encuentra una mesa con diferentes materiales -Aquí no la molestaran, ahora llamaré a quien le enseñara.

-De acuerdo, muchas gracias.

Mientras esperaba pacientemente comencé a revisar cada cosa en la mesa. Había distintos tipos de juguetes y cajas que seguro eran para empacarlos. Comencé a revisar sus diseños, no estaban nada mal, habían quedado increíbles, los juguetes armados y las cajas que seguro Santa los eligió.

-Buen día -escuchó decir y me quedo helada.

-No, no y no. Estoy por iniciar un entrenamiento ahora, hazme el gran favor de irte a tu lugar -le hago señas con mis manos como empujándolo.

-Me temo que no podré hacerte caso, yo soy quien te enseñara.

-Esto es increíble -me quejo mientras froto mis manos sobre mi cara- iré a hablar con el jefe de área -no lo deje hablar y salí casi corriendo- disculpe...

-Señorita Sorní ¿necesita algo?

-Si, quisiera cambiar de profesor, si es posible, por favor.

-Me encantaría decirle que sí, pero ha sido específicamente asignado por Santa y no podrás cambiarlo.

-Perfecto, muchas gracias -vuelvo a mi lugar.

¿Cómo es que a Santa se le ocurrió esto? No ha dejado que me haga nada malo y ahora me lo pone de profesor. Tendre que aguantar todo lo que resta del día al idiota de Ossian.

-Adara... -comienza a hablar, pero lo interrumpo.

-No quiero que digas nada que no sea explicarme que es lo que debo de hacer.

-Si así lo prefieres... -¿Se porta amable después de lo que me dijo? Si que le voy a andar creyendo.

Increíblemente no llegó a decir nada más, bueno, lo intento como tres veces, pero no lo deje, no quiero hablar con él, más no podría arruinar mi humor. Con los juguetes no fue muy sencillo.

Comence armando las cajas y colocando cada juguete en su respectiva caja, pero muy dificil, se caian a cada rato, no pude hasta como la decima tercera vez, solo porque el idiota de Ossian me ayudo.

Con los peluches fue otro lío ¡Cómo es que no puedo sellar una simple bolsa! Hoy sí que no es mi día. Despues de mucho, pero mucho tiempo, terminamos, al parecer no es tan mal maestro, lastima que sea un idiota total.

Tomé mi camino a casa sin antes comer un pedazo de pastel por el restaurante, al llegar hice lo mismo que ayer, me dejé caer en la cama, ya no podía más.

 



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En el texto hay: fantasia, navidad, distopia

Editado: 24.11.2023

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