Legado : Trilogía Fuego Blanco( Libro 1)

CAPÍTULO 2

🍃INTRUSO🍂


Blake》

Me encontraba en mi habitación mientras comía un poco de aquella fruta que había pedido hace unas horas, al hacerlo pintaba un poco, por mi ventana podía ver el cielo, parecía empezar a meterse el sol, haciendo que el cielo se pintara de tonos rojos y naranjas. 
Tomé un poco de manzana y la comí. 
Aquel color me recordaba tanto a Alení, solíamos ser muy buenos amigos cuando éramos pequeños. 
Recuerdo que nuestros padres eran muy unidos, hasta que mi madre murió, luego de su muerte su familia especialmente ella se alejó por completo.

Cuando más la necesité su ausencia me lastimó. Aún así no he podido dejar de hacer todo lo que esté a mi alcance para que ella se encuentre bien.

Al tomar un poco más de fruta alguien llamó a mi puerta.

—Adelante—Hablé mientras daba unos retoques a la pintura.

—Príncipe, el Rey lo espera en sus aposentos—Hizo una reverencia y continúo—Dice que es importante que vaya.

—Gracias, en un momento voy—Vi salir a aquella mujer de mi habitación evitando siempre darme la espalda.

Decidí limpiarme las manos para poder ir con mi padre. Salí de mi habitación y fui hacia sus aposentos.

Al llegar uno de los guardias avisó a mi padre lo que me permitió segundos después entrar. 
Caminé hasta estar lo más cerca de él.

—Me dijeron que solicitó verme—Hice una reverencia y después volví a mirarlo.

—Escuché que vas muy bien en cuanto a tus estudios y preparación sobre tus poderes, me da mucho gusto que pueda ser así, ya que algún día tendrás que ocupar mi lugar, y eso me llenaría de orgullo, que sigas con nuestro legado. Aquel que con tanto sacrificio hemos ido formando—Sonrió de oreja a oreja.

Sentí mi estómago girar, sabía que aquel sacrificio había sido a base de traición y de muertes inocentes, pero no pude elegir y este robo era mi legado, un legado manchado por el mal.

Asentí de inmediato, para luego mirar hacia el suelo.

—Sí padre, haré mi mayor esfuerzo por poder mejorar en todo aspecto.

—Quisera cenar contigo, ya tiene mucho a que no lo hacemos, desde que tu...—se detuvo un momento para luego volver a empezar—Cenemos esta noche juntos, prepararán todo lo que puedas imaginar.

—Sí su majestad, nos vemos en unos minutos—Hice una pequeña reverencia y salí de la habitación.

Me dirigí a mi habitación nuevamente. 
Me quedé sentado en mi cama esperando unos minutos. Hasta que mi vista se posó sobre aquel libro viejo el cual había leído tantas veces que casi me sabía de memoria toda la historia.

Me levanté para tomarlo y lo abrí. 
Escuché a la puerta sonar pero nadie habló.

Me dirigí hacia a ella para ver quién estaba detrás de ella.

—No lo hagas—Oí decir a alguien.

Me volví hacia a esa persona, estaba entrando por mi ventana escondiéndose entre las largas cortinas de mi ventana, su rostro estaba cubierto por una capucha negra.

—¿Quién eres? ¿Por qué entras así a mi habitación?—Me acerqué a esa persona y la puerta sonó nuevamente.

—Príncipe necesitamos saber si se encuentra bien—Hubo una pausa—Alguien entró al castillo y necesitamos revisar todo.

Hice una seña para que ella se ocultara en mi armario.

Abrí la puerta y uno de los guardias miró por ella, dio unos cinco pasos dentro y observó.

—¿Todo bien su majestad?—me miraba esperando una respuesta.

—S-sí—asentí con la cabeza—¿Saben quién entró al castillo?.

—Solo vimos a una persona introducirse al castillo vestía ropa negra, y una capucha. Aún desconocemos quién pueda ser, estaremos haciendo lo posible por capturarlo—Caminó un poco y luego salió—Descanse, la cena será para mañana el Rey estará ocupado esta noche.

Hizo una reverencia y se fue, cerré la puerta y vi salir a aquella persona.

—Al parecer muchos están buscándote—Decidí hablarle.

—Su majestad—hizo una reverencia para después reír un poco.

—Ahora puedes decirme ¿Qué haces aquí? Y ¿Quién eres?—Pregunté serio.

Se quitó la capucha y pude ver a la persona que se escondía debajo de ella. 
Era un chica más o menos de mi edad, su cabello era completamente negro, sus ojos azules y su piel algo pálida.

—Soy Eira—Me ofreció su mano para estrecharla.

—¿Eira?—Fruncí el ceño para luego continuar—¿Eres del planeta de Hielo cierto?—Vi que sonrió.

—Así es, estás viendo a la Princesa Eira Pellisser—hizo una reverencia—Mucho gusto Príncipe Blake.
 

Alení
 

Estaba en mi habitación intentando pensar en cómo ayudar a mi padre con todo lo que nos habían confesado. 
Tenía tantas ganas de vengarme, pero sabía que esa no era la solución, y lo único que podría traerme sería más problemas.

Caminaba en círculos pero de ninguna forma podía detenerme.

Salí de mi habitación y segundos después decidí salir fuera de mi casa. 
Caminaba por las calles de la ciudad cuando vi a muchos guardias del castillo en todas partes. 
Y ahí estaba Luca uno de los guardias en el que mi padre confiaba demasiado. Me acerqué un poco y le hablé.

—Hola Luca, ¿Sabes que pasa?—Él me miró para luego mirar hacia los lados.

—Alguien entró al palacio, no sabemos mucho. Pero parece que es peligroso. Todos están en búsqueda de esa persona. Ten mucho cuidado, no sabemos quien es y mucho menos lo que puede hacer. Escuché que viene de otro planeta.

—Pero eso... eso está prohibido, nadie puede salir de su planeta—Respondí preocupada.

—Es lo que sabemos, pero al parecer no quiso seguir las reglas.

—Gracias Luca, te veo después.

Vi a mi padre a unos metros de mi parecía muy preocupado, fui hacia a él.

—Hola padre, escuché lo que ha pasado.

—Alení, nadie debe saberlo, vi que Luca te lo contó, debes de dejar de sacarle información, lo hace por ti.

Lo miré apenada y cambié el tema.




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