Legado : Trilogía Fuego Blanco( Libro 1)

CAPÍTULO 9

《BLAKE》 

Había sido un largo día y después de haber hablado con Eira, salí a despejar mi mente. 
Caminé fuera del palacio, burlé a la seguridad, sabía que no dejarían que saliera del palacio. 

Fui a aquel lugar que mi madre solía visitar cuando estaba abrumada. 
Cada recuerdo de mi madre comenzaba a borrarse de mi mente, y aunque he tratado de sobrellevarlo, ha sido demasiado complicado. 

Este lugar estaba a unos 20 minutos de camino, se encontraba detrás del castillo, en el bosque, aquel bosque que la reina había comprado quería construir algo fantástico, pero todo ha quedado abandonado. 
Llegué al lugar, a ese árbol enorme cuyo tronco es más grande de lo normal, las raíces de este mismo sobre salen. 

Decidí sentarme y cerrar los ojos. 

Sentí algo frío en mi cuello, abrí los ojos de inmediato. 

—No deberías bajar la guardia—Era Eira—Primer regla de supervivencia Blake. 

—¿Qué haces aquí?—Respondí quitándola de mi espacio personal—Debes irte. 

—Sé que hace unas horas fui algo... un poco emocional—Ella guardo la espada de Hielo que sostenía en una de sus manos—Pero, el estar aquí solo—miró el lugar—Te harán daño. 

—No tienes porque cuidarme—Me puse de pie—¿No estabas buscando respuestas?. 

—Necesito tu ayuda para eso—su rostro mostró seriedad—Estoy olvidando el rostro del que me atacó, antes era claro pero ahora es como si mi mente lo estuviera cambiando. 

—Yo sé quién te atacó—Vi su rostro cambiar a sorpresa—Pero no te lo diré, porque necesito pruebas. 

—¡Necesito que me digas!—Habló fuerte—Esa persona debe pagar, estuvo apunto de matarme y no solo eso, mató a mi guardia real. 

—No estás segura de eso—Respondí de inmediato. 

—¿Estoy escuchando a alguien defender a un asesino?—Ella rió—No me lo digas, sabré pronto quien lo hizo y me encargaré de ponerle un fin. 

—Es por eso que no podrás, eres vengativa, no piensas solo actúas. No se como es que continuas viva. 

—Está bien, piensa lo que quieras, descubriré todo—No se porque volví, si de todas formas era obvio que no me serviría de nada. 

La vi alejarse lo más posible. 
Luego de varios minutos decidí volver a mi habitación. 
Demoré lo mismo que al ir, así que al llegar solo quería acostarme en mi cama. 
Abrí la puerta, y al entrar vi a Alení dentro de mi habitación. 

—¿Alení?—Pregunté de inmediato extrañado. 

—Y-yo lamento esto, quería hablar conti... con usted—Se veía demasiado nerviosa. 

—¿Era necesario entrar a mi habitación sabiendo que está prohibido?—Ella bajó la mirada. 

—Creo que aún sigue molesto, era obvio aquello que dije, lamento tanto haberlo dicho. Me disculpo por eso—Ella se acercó más a mi. 

—Estás disculpada, pero no vuelvas a entrar sin avisar—Dije mientras veía su rostro, había pasado tiempo a que no la veía. 
—Realmente estoy cansada—Volvió a hablar. 

Me quedé callado unos segundos. 

—¿Cuándo fue que todo esto se acabó?—Ella salía de mi habitación. 

—Aquella vez, justo en la habitación de a lado ¿Fue real?—Ella confundia dejó de avanzar. 

Se volvió hacia a mi y habló. 

—Se refiere al... 

Asentí. 

—¿Podrás hacerlo nuevamente?—Pregunté sonriendo—¿O seré yo quien  invada  tu espacio personal esta vez?. 

《ALENÍ》 

Aquello que Preguntó me dejó sin habla. 
Se acercó a mi y me besó.
Pude sentir sus labios en los míos, sentí su respiración cerca de mi. 
Me sujetó fuerte por la cintura y sólo decidí dejarme llevar. 
Aquel beso, se extendió varios segundos más hasta que paramos. 

–¿Esto que fue?—Pregunté de inmediato. 

—No quise decir todo lo que dije, eres eso que necesito, y sé que mi padre no es alguien tan bueno como solía pensar. Y lo único que quiero al igual que tú, es que el planeta esté a salvo. Perdóname, perdón por ser egoísta. 

—Blake...—Me acerqué a él y lo abracé—Te extrañé tanto, quería decirlo pero no pude. 

Él me sujetó fuerte. 

—Alení...—Él se separó un poco de mi—Debo decirlo, ahora, sé lo que ocultas sobre tu padre. 

《ALENÍ》 

Mi rostro cambió de manera rápida, ¿había escuchado bien?. 

—¿De qué hablas?–inquirí de inmediato. 

—Sobre lo que dijo Eira, él que la atacó. Aquel hombre cuyo brazo está herido. 

Mis ojos se llenaron de lágrimas. 

—Sé que todo parece que él es el responsable, pero, Blake por favor, dame el tiempo para demostrar que mi padre es inocente.—Lo miré solloza. 

—Confío en tu padre Alení, pero no creo que Eira lo haga, ella sabe que yo sé quién es la persona. 

Me preocupé al instante que lo dijo. 

—Pero ¿Quién se lo dijo?, eso solo lo sabía yo y ahora...—Lo miré y él me interrumpió. 

—Fui yo, lo lamento. Estaba molesto con todo y se lo dije. No le dije que es tu padre pero sé que no debí hacerlo. 

Me separé de él. 
Sequé mis lágrimas y luego hablé. 

—¿Sabes que mi padre podría morir?. 

—Ella no dirá nada, no está en posición de hacerlo, eso le traería problemas.—Sé acercó a mi y me abrazó. 

—Voy a demostrar que mi padre es inocente, y en cuanto a Eira, por favor. Que no se meta en problemas. 

Él asintió para después ir al sanitario.  Aproveché para colocar una cámara  cerca del cuadro. 

En cuanto lo vi salir me alejé del lugar. 
Él se acercó a mi, me pasó un pequeño pañuelo por el rostro. 

—Tus lágrimas han hecho que tu maquillaje se corriera.—Él siguió limpiando mi rostro.
Me quedé callada y solo miraba como lo hacía. 

—Te quiero—Oí decirlo. 

Lo miré detenidamente. 
Lo acerqué a mi y lo besé. 

—Y yo te quiero Blake.—Sonreí mientras me abrazaba. 

Oímos como alguien entró a la habitación. 
Era Eira. 

—Parece que interrumpo algo—Vi su rostro, se encontraba molesta—Vine a disculparme con Blake, ¿Nos dejas solos?. 

Me separé de él y me dirigía hacia la salida. 
Él me tomó de la mano a menos de un metro de lo que ya había avanzado. 

—Todo lo que quieras decirme lo harás incluso cuando mi novia esté presente. 

Lo miré de inmediato, estaba sorprendida me sentí como nunca antes me había sentido. 

—No es necesario Blake, puedo esperar afuera.—Respondí segundos después. 

—No, está bien. Solo quería disculparme, no debí enojarme contigo, tú solo tratas de protegerme y yo solo suelo ser muy egoísta. Y está bien, no es necesario que me digas quién  es la persona, solo ayúdame, quiero estar a salvo.—Eira se veía bastante arrepentida. 

Solía ser muy grosera y clasista, pero, todos podemos cambiar. Aunque no estaba en posición de juzgarla, yo era una mentirosa más. Y eso, es lo que más me ha estado doliendo. 

—Está bien Eira, ayudaré todo lo que pueda. Pero, debes permanecer en perfil bajo, tú mantente a salvo, no te des a notar. 

Ella se acercó a él y lo abrazó. 
En ese momento sentí aquel abrazo como una excusa, pero solo hice caso omiso. 

Ella salió de la habitación. 
Blake tomó mi mano, le dio un beso y sonrió. 

—¿Puedo ser tu novio?—Sonrió y automáticamente sonreí también. 

—Me encantaría—Le di un beso en la mejilla mientras el sonreía. 

Él me dio un beso en la frente, luego en la nariz y finalmente terminó dándome uno el la boca. 

—Ven, necesito despejarme un rato y que mejor que contigo Alení.—Me sujetó de la mano y salimos de su habitación. 

Caminamos durante varios minutos hasta que llegamos a un enorme árbol, las raíces sobresalían y estas eran grandes también. 

Había pasto alrededor de este, era un lugar muy tranquilo. 

Metió su mano a un hueco que tenía aquel árbol sacó una manta y la colocó en el suelo. 
Ambos nos acostamos y miramos el cielo, aquel cielo azul. Aquel con nubes que parecían más a algodones de azúcar. 

—Me gustan aquellas nubes que no parecen nubes, ellas deciden su forma, su tamaño e incluso dejan de ser completamente blancas.—Lo miré a los ojos—Y me encanta poder ver que eres como ellas, diferente, sin tener que ser como lo requiere un heredero al trono. 

—Y a mi me encantas tú—me tocó el rostro muy suave—Gracias por ser así de fuerte, y gracias por aceptarme. 

Me acerqué a él hasta acurrucarnos. 
Sentí cómo me abrazó y poco a poco, con la calma que me daba me quedé completamente dormida. 

Oí varios disparos, era mucho ruido. 
Recordé que estaba durmiendo. 
Abrí los ojos de inmediato, Blake trataba de despertarme. 

—Alení, despierta—Él me sentó y me abrazó. 

—¿Qué es lo que pasa?—Pregunté de inmediato mientras terminaba de despertar. 

—Estabas gritando, me preocupé. ¿Estás bien?—Él me miró esperando una respuesta. 

—Todo está bien, en realidad no recuerdo nada. 

Al terminar de hablar, vi como alguien se acercaba a nosotros. 
—Alení, ayúdam...—Él cayó al suelo. 

Me paré de inmediato, vi a Blake demasiado desconcertado. 
Era Blaze, estaba herido, parecía haber peleado con alguien. 

—¿Quién te hizo esto?—Pregunté de inmediato mientras mis manos temblaban. 

—Fue...—Cerró los ojos y ya no los abrió. 

—Aún respira—Verificó Blake. 

—Debo hacer algo, él va a morir.—Respondí de inmediato. 

—Llevemoslo al castillo—Sugirió Blake. 

Tenía miedo de que se entera alguien más, hice lo primero que se me ocurrió. 
Dormí de manera inmediata a Blake, lo acosté en aquella manta. Mientras curaba un poco a Blaze.
Minutos después él abrió los ojos. 
Tocó su cabeza, parecía dolerle. 

—Alení, el libro estuve a punto de devolverlo pero volvió a atacarme ahora él lo tiene, y lo peor de todo esto es, que conocí a tu hermano.—Blaze se ponía de pie. 

—¿De qué hablas?—inquirí de inmediato. 

—Fue tu hermano quien me atacó, casi me mata, porque logré ver su rostro. 

Me quedé callada por varios segundos. 

—¿Mi hermano es el responsable de que casi murieras?—Me quedé inmóvil, estaba tan sorprendida. 

—Él tomó el libro y se fue, creyó que me había matado, pero, logré escapar, te encontré porque...—Dudó mucho en decirlo—Coloqué un rastreador en tu celular. 

—¿Qué pusiste qué?—Pregunté molesta.—Da igual, debemos recuperar el libro, y descubrir porque mi hermano nos ha estado haciendo todo esto. 







 




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