Legalidad en el mundo espiritual: Cartas de Apoyo

Carta 4:Camino angosto

Septiembre 22, 2023

Carta 4:Camino Angosto

Queridos Lectores y hermanos

 

Espiritu de Dios Te anhelo, te añoro, te necesito y me haces sentir amada, en tus brazos siento plenitud, cuando te abrazo, siento que puedo volar y flotar de alegría, por ti es que vale la pena vivir, gracias por existir en mi. En la noche, en ese día mi espíritu floto en los espacio extraños del mundo espiritual, ahí desesperadamente te busqué porque a mi alrededor había oscuridad, te llamé desesperadamente y una puerta apareció, pero antes de entrar escuche una voz que me dijo…

 

Mateo 7:13-14 NTV

solo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. la carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino. Sin embargo la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son solo unos pocos los que alguna vez lo encuentran. 


 

Me acerqué, la abrí y pude ver a lo lejos cuán angosto era el camino, por amor a ti entré sin dudar y la puerta se cerró. Comencé a observar todo lo que había a mi alrededor, vi que en ese lugar había algo que parecía ser paredes pero no era eso, era una llama azul oscura viviente que rodeaba el lugar, alrededor de esas llamas tanto de arriba hacia abajo, como de izquierda a derecha vi zarzas negras vivas que se movían continuamente, luego decidí comenzar a caminar y mientras más me adentraba en el camino más pesado se me hacia respirar, más pesada era la carga en mis hombros, la densidad del lugar me arropaba fuertemente, parecía que me iba tragar y hacerme desaparecer en la profunda oscuridad, pero mi espíritu clamaba a ti para que me ayudaras a continuar, sentí tu presencia que me fortaleció y pude seguir caminando. Cada paso que daba hacía que las cosas se volvieran más difíciles porque sin darme cuenta habían aparecido piedras filosas que lastimaron mis pies, abriendo heridas que provocaron un dolor indescriptible por eso grité, ¡Jesús! y aunque no sanaste mis heridas, sentí nuevas fuerzas que me ayudaron a resistir y seguir caminando, luego, aparecieron serpientes que comenzaron a atacarme, creando heridas en mis brazos, por eso grite, ¡Jesus! y te suplique que me cubrieras con tu poderosa sangre, en ese momento, las serpientes dejaron de atacarme, no sanaste las heridas de mis brazos pero pude seguir, más adelante en el camino el fuego azul se volvió más ardiente, las zarzas más grandes, las piedras más filosas y las serpientes se volvieron más grandes, mi respiración se volvió más pesada, a este punto mi cuerpo estaba lleno de heridas abiertas que debilitaban mi espíritu, sentía que me iba a desmayar, no podía pensar, mis ojos no podian ver con claridad y no podia mantenerme de pie, pero mi espíritu sabía que debía continuar, no podía rendirme, mi amor y mi fe hacia Jesús me impedían darme por vencida, luego, caí de rodillas al suelo, en mi mente decía, Dios ayúdame, sentía que el aliento de vida me estaba abandonando, pero aun en el suelo comencé a arrastrarme y mientras lo hacía no apartaba la mirada del camino porque a lo lejos había una luz que de solo mirarla me hacía sentir en paz, me costo mucho trabajo llegar, al hacerlo, aunque no podía distinguir su rostro, sabia que Jesus era quien estaba ahi esperandome y me dijo…

 

Lucas 9-24 NBLA

Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ése la salvará.


 

El me extendió su mano con un sonrisa tierna y cálida, yo tomé su mano y todas mi heridas fueron sanadas, mis fuerzas fueron renovadas, luego, apareció una puerta a la cual iba entrar pero antes de hacerlo escuche una voz que me dijo…


 

 1 Reyes 19-7 RVR(1960)

Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, largo camino te resta.


 

Antes de entrar, me arrodille y le oré a Dios para que me ayudara y fortaleciera mi espíritu, mientras lo hacía, recordé el versículo de la biblia del libro de los Salmos 23:4. 


 

Salmos 23:4 RVR(1960)

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

  

Luego, termine mi oracion y entre por la puerta, en este lugar habian paredes blancas rodeadas de grama verde y en el lado izquierdo habia tres puerta blancas, me acerque a la primera y entre, dentro habia un cofre de oro azul y blanco, lo iba a tomar pero un espiritu inmundo me lo estaba impidiendo, no sabia que hacer, hasta que el mismo Espiritu Santo me dijo, debes reprenderlo en el nombre de Jesus, asi lo hice y el espiritu huyo, abri el cofre y burbujas blancas salieron de el y entraron en mi, lo mismo paso en las otras dos puertas, despues en el medio del lugar aparecio una columna grande y ancha de color blanco con lineas doradas brillantes, donde habia una puerta aun mas grande de color verde dorada, me acerque para abrirla, al entrar, dentro había un cofre aún más grande irradiando un brillo rojo carmesí, iba a abrirlo, pero una fuerza invisible me empujo para no alcanzarla, volvi a intentarlo y me empujo aun mas fuerte, no sabia lo que estaba pasando asi que dije en el nombre de Jesus todo espiritu inmundo que me quiera impedir llegar al cofre se tiene que ir, volvi a intentarlo pero me volvio a empujar, y choque contra la pared haciendo que perdiera de vista el cofre debido al dolor que senti, cuando volvi a mirar, delante de mi habia un perro gigantesco, su pelo era negro, tenia ojos grandes y negros los cuales me miraban con odio, me gruñia, abria su boca en gran manera mostrando sus colmillos largos y afilados, frente a el yo parecia una hormiga, luego, lo mire fijamente y le dije sin vacilar, ni pestañear, yo no soy nada, pero Dios es mas grande que tu, en el nombre de Jesus, te vas a ir, vete, regresa al abismo, vete por donde viniste, no se movio, se enfurecio aun mas y cuando me iba a morder Jesus aparecio frente a mi y lo detuvo, hizo que se fuera derrotado, despues de esto senti que me quede sin fuerzas, me iba a desmayar pero nuevamente senti la mano misericordiosa de Dios que me levanto, luego, vi como el cofre, la columna y la puerta habian desaparecido, ahora todo se veía blanco y deslumbrante, solo había sensaciones de paz y armonía, luego escuche la voz de Dios que me dijo… 



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En el texto hay: dios es maravilloso

Editado: 22.05.2024

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