Legalmente mío

CAPÍTULO 3

— Usted ha sido seleccionado para optar el puesto de “Mi futuro esposo”— Carcajadas salieron de su boca. Al parecer su frialdad se había borrado en un segundo. Oliver y yo solo lo mirabamos con seriedad

— Esto es una broma ¿Verdad? 

— Pues yo no veo que ninguno de los dos nos estemos riendo — Respondí 

— Disculpe, pero es que creo que no escuché bien. Usted me dijo que el puesto que gané es ser su es… 

— Mi esposo — Interrumpí — Así es. 

— No estoy entendiendo nada, ¿Acaso hay alguna cámara escondida en el lugar y me he dado cuenta? 

— Ya le dije señor Lee, esto no es una broma. Esto es algo serio 

Su gesto era confuso, no comprendía de lo que le estaba hablando — Déjeme explicarle. 

— ¡Por favor! porque si no voy a volverme loco 

— Tengo una propuesta para usted. Yo necesito a un hombre que finja ser mi esposo.  Bueno, no necesariamente que finja, porque la boda será real, al igual que el contrato que va a firmar. Su trabajo consistirá en fingir que me ama ante los demás y regalarme a mi heredero 

— ¡Tiempo! ¿heredero? ¿Se está refiriendo a tener un hijo? — Dijo confuso 

— Si, así es — Respondí segura 

— Disculpe señorita …

— Julie Valencia 

— Señorita Valencia, pero yo no voy por ahí, dando entrevistas y regalando mi semen para tener hijos con desconocidas 

— ¡Eres un vulgar!— Intervino Oliver — Ella puede ser tu futura jefa y le hablas de esa manera, ganarás dinero sin hacer nada. Solo poner tu lindo rostro y fingir que la amas 

— ¿Me llamas vulgar? Cuando ustedes me proponen algo así 

Oliver y Adrien estaban eufóricos — ¡Oliver déjame sola con el Señor Lee! — Ordené

— ¡No voy a dejarte sola con ese Orangután! —Reclamó Oliver 

— ¡Ahora Oliver! — Ordené. Éste salió de la oficina, dejándome a solas con Adrien — Muy bien señor Lee, como le comentaba, si usted acepta este trato no tendrá que hacer nada. Solo fingir ante los demás lo mucho que me ama. Tendrá un sueldo mensual y al finalizar el año de contrato le daré una indemnización. Hay ciertas reglas en este contrato que usted debe respetar de los contrario  se dará por finalizado. 

— No se si usted ya se dio cuenta que está negociando un matrimonio y más que todo un hijo. 

— ¡Claro que lo sé! es por eso que no cualquier hombre puede ser mi esposo. 

— ¿Qué sucedería si no acepto? y cuando salga de aquí contacto una revista o periódico y les cuento su verdadero plan. 

— Pues simple; Me aseguraría que ninguna empresa le dé empleo en esta ciudad, tendría que dejar a su madre y hermana y regresar de donde vino. 

— Me parece una razón muy convincente. ¿Qué pasará después que finalice el contrato? 

— Quedará libre, incluso puedo darle la mejor carta de recomendación para que otra empresa lo contrate, créame que después de ser el esposo de Julie Valencia, muchos querrán contratarlo. Y por el bebé no se preocupe, si no quiere darle su apellido, yo más que feliz. Tendrá solo mi apellido 

Se recostó en la silla, dió una respiración profunda y lanzó su cabeza hacia atrás. — Esto es demasiado para mí, esta mañana que me levanté nunca pensé que tendría una propuesta de esta magnitud. 

— Piénselo señor Lee, no encontrará nada mejor en esta ciudad. No creo que sea nada dificil para usted fingir que me ama y mucho menos tener sexo conmigo. 

— Eso es lo más fácil, pero va en contra de mis valores. Mi madre siempre me educó para ser un hombre de buenos principios y esto que usted me propone, sobrepasa esa línea. 

¿Principios? estaba segura que solo se estaba haciendo el difícil y que se moría por aceptar mi propuesta. ¿Qué hombre en su sano juicio dejaría pasar una oportunidad así? 

— Hace dos años que terminé un matrimonio; el proceso de divorcio fue la peor experiencia que he vivido y no quiero pasar lo mismo. 

— No será lo mismo, se lo aseguro ¿Sabe por qué? — Negó — Porque en esta relación no habrá sentimientos de por medio, solo será un trato, una de sus condiciones es: prohibido enamorarse. — Me puse de pie y le alcancé un vaso de agua, ya que se notaba lo nervioso que se encontraba.

 Ver a un hombre sudar, era una imagen desagradable, pero en él; era una imagen … sexy … ¡Qué! ¡No! ¡No! … simplemente era menos desagradable 

— Piénselo señor Lee, si acepta este trato lo espero mañana en este restaurante. — Le extendí un pedazo de papel y le anoté la dirección del restaurante. — Lo espero al medio día, si no se presenta, tomare su respuesta como una negativa. Solo le pido discreción, ya que se jacta de valores que le han inculcado en su familia — Tomó el papel y lo observó

— ¿Sabe que? Señorita Valencia, lo pensaré y mañana tendrá mi respuesta. — Se levantó de la silla y extendió su mano. Extendí la mía y la estreché con la de él — Lo difícil no es fingir que la amo o tener sexo con usted. Lo difícil será tener que aguantar su humor y derretir el hielo que rodea su corazón.

Ni siquiera me dio tiempo de recriminar, ya que después de sus palabras, salió directamente de la oficina. 

Al final era un ¡Vulgar! tal y como lo había dicho Oliver. 

Después de aquella entrevista, decidí regresar a casa. No quería saber nada más de la oficina o la empresa, solo quería un baño en mi tina, comer algo deliciosos que prepara mi nana y después dormir. Ni siquiera fui a la prueba del dichoso vestido de novia. Otro día lo haría

Por cierto, ignoré el interrogatorio que Oliver me tenía, después de que vio salir a Adrien. 

— ¿Qué tal te fue con las entrevistas? — Preguntó Dalila mientras me servía la cena. 

— Mejor, ni hubieras preguntado. Todo fue un desastre; no puedo creer que exista tanto hombre idiota en esta ciudad. Pero al final encontré a la persona correcta para el trabajo — Sonreí solo de recordar esa curiosa entrevista 

— Te mentiría si te digo que me alegra que hayas encontrado a la persona ideal, la verdad es que es plan tuyo nunca me pareció buena idea. Eso que te cases con un desconocido es algo no me gusta para nada




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