14.

Leigh.

Sus labios no se detenían y yo tampoco tenía la fuerza mental suficiente para impedir que continuara avanzando, camino conmigo hasta la regadera y la encendió el agua golpeaba contra nuestros cuerpos.

Nuestros labios no se separaban, se devoraban como si esta fuera una forma de acabar el uno con el otro, nuestras miradas no se encontraban porque es como si supiéramos que ese sería el final.

—La niña. —es lo único que digo luego de que me llegue un golpe de realidad.

Anthony me mira unos segundos antes de apartarse de mí.

—¿Te da miedo perder conmigo? —habla de forma coqueta.

Me quedo sin respuesta por lo que solo lo empujo sacándolo de la ducha.

—¿Pensabas que me ibas a tener tan fácil? De esto ya hemos hablado, no me tendrás y punto.

—Queridísima prometida, estuvimos solo besandonos hace unos segundos y si de mí dependería ahora mismo estarías siendo mía. —su sonrisa de superioridad.

—Mira aquí está el idiota de regreso. —digo esta vez abriendo la puerta para sacarlo del baño.

Una sonrisa se me escapa y doy gracias que este fuera y no pueda verla, sería solo un premio que no estoy dispuesto a darle la satisfacción de saber que en realidad estoy disfrutando este juego.

Me doy una ducha rápida intentando no pensar en lo que sucedió, pero es inevitable que me aparezcan unos pequeños recuerdos fugaces.

Después me aplico un poco de maquillaje lo suficiente para tapar mis ojeras.

Quien me iba a decir que lo que muchas sueñan y preparan por años, yo lo iba a decidir en una sola noche y sin nada más que un impulso o una necesidad práctica terminó tomando la decisión de casarme hoy mismo.

Salgo del baño y veo a Anthony cambiado lo cual se me hace extraño.

—¿De donde sacaste esa ropa? —le pregunto.

—Siempre tengo una muda extra o dos en el auto, es parte de lo que aprenderás de los Williams, jamás podemos vernos mal, nunca jamás por más que estés hecho pedazos, siempre debes estar impecable, en tu caso puedes ocultar todo detrás del maquillaje, y fingir tú mejor sonrisa.

—El reino de la hipocresía por lo que me cuentas, pueden estarse matando y aún así deben fingir que todo está bien.

—Si algo así, no todos tenemos padres que se aman eternamente ni que darían todo por nosotros, hay quienes tenemos padres que nos tienen solo para decir que el apellido será permanente y que luego pretenden que seamos personas de sociedad perfectas y si no es así, nos obligan a someternos a eso porque nos quitan todo hasta que estemos de rodillas ante ellos, y tú ya has conocido mi límite, es esa pequeña que duerme tan feliz en esa cama.

—Supongo que es algo que entenderé al convivir con ellos, que no puedo confiar en absolutamente nadie más allá de tí.

—Si sobre eso, te tengo una sorpresa, se que no será fácil acostumbrarse a la vida que viene con mi apellido y quiero ayudarte un poco con eso, también se que no puedes separarte de tus padres en realidad me parece muy lindo eso, aunque no es un vínculo que tenga muy claro porque son dos realidades completamente diferentes la tuya con la mía, pero bueno el caso es que entendí que necesitamos un punto medio y he hecho algo, nos compre un refugio a los tres, lejos del control Williams y cerca de los tuyos.

Lo miro incrédula.

—¿Dejarás a los tuyos? Creí que el sentido de este matrimonio eran dos, y entre eso una alianza entre los tuyos y yo.

—Ellos me dijeron que tengo que vivir una vida bajo sus términos, jamás me pidieron que lo hiciera bajo su mismo techo, además la razón es obvia, tú interés es tú familia y yo como buen esposo velaré por tú interés, ellos son mi familia por obligación y tú mi familia por elección.

—¿Y Kaia? —le pregunto algo preocupada, después de todo, por más que ellos se sientan padre e hija no lo son, y no quiero que por querer ayudarme a mí la pierda a ella, porque la lógica me dice que quien tienen la tenencia de ella no necesariamente es él porque sino no podrían amenazarlo con enviarla a un internado.

—Nadie se preocupa por ella, no está en la edad para manipularla ni para ser una moneda de cambio así que por ahora eso no es problema, no la traemos con nosotros, tal vez más adelante debamos considerar adoptarla legalmente porque eso es un problema a futuro si o si.

—¿Por qué les tienes tan poca confianza? No lo entiendo, son tu familia.

—No es algo que tengas que entender, porque no hay otra forma de explicartelo más de lo que te puede llegar a mostrar el tiempo, pero en mi familia todo se trata de conveniencia, por eso no les tembló el pulso al darme la advertencia de lo que sucedería si yo no me casaba contigo y solo nosotros sabemos que no iba a quedar en una amenaza.

—Tal vez ese era el límite, porque sabían que tú no harías nada en contra de tu sobrina.

Anthony niega en cuanto escucha mis palabras.

—Mi hermana es la respuesta hacia esa duda sobre cuál es su límite, ella desde pequeña era muy “rebelde” en realidad solo era una chica que quería ser libre, vivir sin tener que estar en el estándar de la perfección y desde pequeña buscaron que ella no sea nada de todo lo que se proponía a ser, quería ser artista, y la tenían entre libros para que se convierta en una niña prodigio colegio tras colegio que la ingresaban ella escapaba y perdía absolutamente todas las materias, así sucedió en seis ocasiones , quería ser bailarina y la metieron en un conservatorio porque el talento no debía ser mover el cuerpo, sino la música, palabras de mi madre que la marcaron, ella machuco sus dedos a tal punto que no pudieran ser útiles para el piano para acabar una vez más con sus imposiciones, cada cosa que ella se proponía a ser ellos se lo arrebataron y lo transformaban en su pesadilla, ella era muy inteligente, tanto como ellos, pero la diferencia es que su inteligencia no los hacía iguales, sino enemigos en pie de guerra porque cada cosa que ellos le tocaban y lo volvían nada para ella y un sueño para ella, ella le daba la vuelta para que sea su pesadilla, porque ese es la peor pesadilla de los Williams, no sobresalir en absolutamente nada, pero mira que tan al límite la llevaron que la mandaron directo a los brazos de un hombre que le hizo una hija, la maltrataba y la abandono a su suerte, cada día que lo pienso, tengo una sensación extraña sobre todo lo sucedido con su final, pienso que a lo mejor ella no quiso salvarse.