16.

Leigh.

Un par de ojos que nos vuelven focos de atención, miradas que me hacen sentir estar en un frente de batalla, convirtiéndome en su enemigo, o su víctima.

Miradas que no dejan de observarnos mientras pasan un par de segundos que se vuelven como ese momento en la batalla donde se está bajo la incertidumbre de iniciar o no la batalla.

Pero hay una orden de no retroceder, el objetivo es claro y es llevarnos con nosotros a Kaia.

—¿Asi que se han casado? —pregunta la madre de Anthony con un tono muy molesto. —¿Han sido tan descarados de casarse a escondidas como las ratas?

—Madre, ¿Acaso no es eso lo que quieran? Que me casará con Leigh, pues ya lo he hecho, estamos casados. —dice mi esposo prácticamente lanzandoles un pequeño librillo verde que era el certificado de matrimonio que nos dieron al salir. —Ya cumplíamos con nuestra parte, les toca a ustedes, necesito dos cosas en este momento en primer lugar que ya firmen el acta de adopción de Kaia, porque ella se irá con nosotros ahora mismo, y luego que firmen el segundo documento, pero eso lo debes hacer tu abuelo —dice para dirigir su mirada a su abuelo. —Es el respaldo médico de mi esposa y su familia, así ya no te deberá nada.

En cuanto menciona esto último mi corazón se acelera, él en realidad pensó en eso y lo priorizo tanto como a su sobrina.

—¿Por qué lo han hecho sin avisarnos? Sabes que era importante para nosotros estar contigo, acompañarlos. —le reclama su madre. —No puedo creer que nos hayas quitado eso.

—Teníamos lo que necesitábamos, fue demasiado sencillo, queríamos casarnos hoy, había turno y lo hicimos, en realidad fue tal cual lo queríamos, sin demasiado atención como la que ustedes querían, que sea un gran show.

—¿Un gran show? La boda de un Williams no es un show, es un acontecimiento, sabes lo importante que son las influencias que tenemos, ¿Cómo piensas que ahora explicaremos que nuestro hijo se casó a escondidas de nosotros y a pocos días de haberse comprometido? Pensaran que estamos peleados y no es así.

—Ustedes hicieron de mi vida un negocio, pero yo no pienso comercializar mi matrimonio y la vida que llevo, ustedes hicieron peticiones y las estoy cumpliendo, ahora les toca a ustedes, no vine a discutir, solo a exigirle a ustedes que cumplan.

Sus padres se miraban entre sí como esperando que uno se anime a intentar hacerlo cambiar de parecer.

—Ella es nuestra única nieta, la hija de tu hermana, no puedes venir a exigirnos que te la entreguemos, es lo único que nos queda de tu hermana. —reflexiona su padre. —Esta es nuestra oportunidad para hacer bien las cosas, y no cometer los errores que cometimos con tu hermana.

Miro hacia Anthony y este los mira incrédulo.

—Yo en teoría soy su segunda oportunidad, y han hecho en mi vida un desastre tan grande como lo que hicieron con la de mi hermana, a ella prácticamente la empujaron a su final, y a mí me han empujado a ser de mi vida una ficha de ajedrez, dónde solo buscan hacen crecer sus alianzas, ella no será otra ficha de ajedrez, y ella en este momento no puede entende decidir por ella misma, asi que seré yo quien la saque de este juego antes que cuando menos lo espere esten comprometiéndola con una persona que les pueda dar algo de renombre, asi que esta es mi ultima advertencia, firmen los malditos documentos o en la cena tendrán un nuevo de que hablar, como el menor de los Williams salio a los medios a entregarlos a la hoguera comunmente llamado sociedad, porque creanme o no, yo ya estoy en el juego pero hare lo que sea para rescatar a Kaia de ustedes, no me importa quedar como el villano de una historia mal contada, ya con que me crea mi esposa, mi sobrina y saber que estoy haciendo lo que a mi hermana le hubiera gustado ya estoy mas que satisfecho, a mi no me importa ser la oveja negra de la familia y que me declaren persona no grata publicamente, pero tengan presente que si no firman esos documentos pelearé legalmene por ella, y si me conocen como creo que lo hacen, saben que yo por mi sobrina y ahora por mi esposa no me detengo ante nada, poco me importa otra cosa, por más que quieran amenazarme con lo que quieran, estoy preparado para esta batalla.

Escucharlo hablar de alguna forma me daba mucho orgullo, tal vez tanto como el que seguro su hermana lo esta donde se encuentre.

Esta escena me hace admirarlo de una nueva forma, porque esta frente a personas que buscan tenerlo bajo control y el pelea como si tuviera todas las oportunidades para ganar, sin importarle en nada que suceda con él.

Su madre lo mira algo asombrada, antes de respirar profundamente y acercarse para arrebatarle al abogado los papeles.

—Bien, pero que te quede claro que esto no se quedará así, no eres capaz de poner en orden tu vida por ti mismo, mucho menos lo harás por ella, cuando te encuentres desbordado terminarás por devolverla, ella es igual a tu hermana, y solo nosotros sabemos cómo educarla, pero quieres jugar a la familia feliz, hazlo, pero luego cuando decidas que te has aburrido como ha pasado con todo en tu vida, no vengas con patéticas excusas, si quieres aprender a ser padre tendrás que aprender que no todo lo puedes dejar cuando ya te has aburrido, se que diras que todo lo puedes, pero cuando eso suceda me terminarás dando la razón, y veremos si estaremos dispuestos a volver a solucionar los desastres que dejes.

—Tengo muy en claro lo que quiero, no me importa que digan para que me hagan dudar de ello.

Increíblemente ellos terminan por firmar el papel, es cuando Anthony regresa su mirada hacia mi y yo me acerco a ellos, veo que dice “Firma de madre adoptiva” y sin dudarlo firmó, madre adoptiva, no se porque pero no se sentía tan real hasta verlo escrito.

Anthony también firma para luego entregarle los papeles a su abogado.

El William mayor me sonríe antes de firmar el otro documento, pero esta vez fue algo más sincero que la discusión anterior, porque este en ningún momento se involucró, fue como si estuviese midiendo la situación desde afuera, pero por alguna razón presiento que él esperaba que su sobrino hiciera lo que hizo.