Legalmente suyo [chanbaek]

Prólogo

Los acordes de una balada de Celine Dion resonaban en el pequeño apartamento y el aroma de las velas de vainilla impregnaba el aire. Baekhyun Byun emergió del baño de burbujas, se envolvió en una bata y salió a la sala tarareando la canción de amor que sonaba.

Todo era perfecto. Las luces bajas, el champán en hielo... había ahuecado los cojines del sofá y las fresas cubiertas de chocolate se enfriaban en la nevera. Era el día de San Valentín y mientras otros chicos se afanaban con citas y trajes, él dedicaba. el día más romántico del año a mimarse. Después de un baño relajante, estaba preparado para disfrutar de una sesión de películas de Audrey Hepburn, empezando por su favorita: Desayuno con diamantes.

Siempre había preferido el romanticismo de las películas antiguas al de la vida real. En las películas clásicas, el amor era emocionante, arrebatador y perfecto. La pobre experiencia que había tenido en su vida en ese campo había resultado decepcionante. El amor real era incómodo, agotador y a veces aburrido. Sus fantasías eran mucho mejores. Y un día de San Valentín solo resultaba preferible a la otra alternativa, a pasar un montón de nervios y quedarse con expectativas sin cumplir.

Además, ¿qué otra cosa podía esperar un chico como él? En el instituto había sido el raro que nunca tenía novio y se pasaba el tiempo libre estudiando. Su vida social había consistido en visitas a ferias científicas, maratones académicos o citas con la ortodoncista. Así había conseguido una beca completa para la universidad de Shinwa, donde había decidido estudiar Botánica. Pero desde entonces habían cambiado pocas cosas, aparte de que le habían quitado el aparato de dientes. Y aunque había tenido algunas citas, no había encontrado al hombre de sus sueños.

Baekhyun tomó su diario y se sentó en el sofá, con los pies debajo del trasero.

-Otro día de San Valentín sin un hombre -murmuró mientras escribía-. Procuro mantenerme optimista; sencillamente no he encontrado al hombre ideal, pero está en alguna parte y tengo que tener paciencia y esperar que me encuentre él, como encontró Paul a Holly.

Aunque sí que había un hombre casi perfecto, que era el rostro que veía cuando pensaba en su media naranja y que además vivía abajo, como el Paul de Desayuno con diamantes. En realidad Paul había vivido arriba, pero eso era un detalle insignificante, teniendo en cuenta que su hombre casi perfecto no lo había mirado nunca como miraba Paul a Holly, con lujuria en los ojos.

Baekhyun movió la cabeza y cerró el diario, que dejó en la mesita de café, decidido a no entregarse a la melancolía. Llorar no iba a servir de nada, aunque supiera que, en ese momento, Chanyeol Park, su príncipe de cuento, estaría vistiéndose para salir con uno de sus muchos amigos.

Baekhyun sabía que había preparado algo grande porque le había pedido consejos sobre flores y él le había recomendado su floristería favorita y le había dado una lista de flores ideales para un ramo y sugerido unos cuantos restaurantes en los que podía reservar mesa. Incluso le había cosido un botón de la camisa y le había ayudado a elegir la corbata más apropiada.

-Buen chico -musitó para sí.

Chanyeol y él eran amigos desde que él se mudó allí el año anterior. Se conocieron cuando la bañera de él se salió y el agua cayó por el techo, que se ofreció a ayudarlo a paliar el desastre, después de lo cual él le invito galletas caseras y un vaso de leche con los que sellaron su amistad.

Baekhyun no tardó mucho en comenzar a fantasear con él, y tardó menos aún en comprender que jamás se enamoraría de un chico como él. A Chanyeol le gustaban los rubios altos de sonrisa resplandeciente y cuerpo más hecho para la ropa fina que para las batas cómodas. Sus novios siempre eran seguros de sí mismos y sofisticados y tenían aspecto de saber cómo complacer. Baekhyun era bajito y castaño, con un cuerpo que parecía más masculino que exuberante y mucha timidez. Lo único de él que complacía a los hombres eran sus galletas de chocolate caseras.

Una llamada a la puerta lo sorprendió. Fue a abrir y se encontró con Sehun Oh, su mejor amigo, que llevaba una bolsa de ropa en la mano.

-Tienes que ayudarme -dijo- no me decido entre el negro y el rojo. Creo que el rojo me hace un trasero tan grande y el negro enseña demasiado. Y necesito un abrigo decente. Una chaqueta quedaría fatal -miró a su alrededor-. ¿Esperas compañía?

Baekhyun forzó una risita.

-No, espero una velada tranquila a solas con mis plantas, Audrey Hepburn y George Peppard.

Sehun soltó un gemido.

-¡Oh, no! ¡Desayuno con diamantes otra vez no! ¿Cuántas veces puedes ver esa película?

-Incontables -repuso Baekhyun-. Es la película más romántica del mundo.

-¿Por qué no sales con Luhan y conmigo? Comeremos bien, beberás demasiado champán y te sentirás un hombre nuevo.

-Esta es su tercera cita y no creo que a Luhan le haga mucha gracia que vaya yo -Baekhyun abrió la bolsa de ropa y examinó los dos trajes-. Ponte el rojo y no te preocupes del trasero. Te presto mi abrigo negro.

Sehun le dio un abrazo.

-Eres una joya.

Entró en el dormitorio y Baekhyun volvió al sofá. Su amigo no parecía tener problemas para conseguir citas y había intentando ayudarlo varias veces, pero Baekhyun opinaba que las citas a ciegas eran para chicos desesperados y hambrientos de amor que no podían conseguir un hombre por sí mismos... y él no pensaba admitir la derrota tan pronto.



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En el texto hay: romance, kpop

Editado: 30.05.2022

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