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Legendhill, junio de 1946.
Emriss despertó una vez más con las manos sucias, comprendido que lo de la noche anterior no había sido una coincidencia, cerro la ventana frente a su cama y tomo la foto de su madre, la que tenía sobre el velador derecho de la cama y se sentó en el piso. Su pulso cardíaco era rápido y sentía que su garganta quería explotar, tanto así que le costaba respirar y sentía que se ahogaba. Comenzó la cuenta regresiva tal como su padre le había enseñado que debía hacer en las crisis, tomare su espacio y tratar en lo posible de respirar profundamente.
Dejo el cuadro de la foto de su madre sobre el velador y miro sus manos, definitivamente no había que ser un gran investigador para saber que la tierra que estaba en ella no era de su ante jardín o su patio, era tierra anaranjada como la que se genera con la erosión de las rocas y el abono de las hojas secas caídas en los meses de otoño en el bosque, comprendido una vez más que su vida estaba a punto de cambiar, bajo las escaleras rápidamente y paso corriendo directamente al sanitario, abrió el grito con agua fría y entro, miro su mano izquierda y se percató de que bajo toda esa suciedad tenía la marca de cuatro garras en la piel, la sorpresa fue mayúscula cuando el contacto con el agua fría elimino las heridas en vivo y en directo, justo frente a sus ojos. Impresionado salió de la ducha miro hacia afuera por la ventana y el sol estaba apareciendo, él no sabía que lo que verdaderamente había pasado hace un momento lo había ocasionado el nacimiento de un nuevo día, y que durante la noche Emriss por un motivo desconocido salía por las calles de la ciudad a escarbar en la tierra de una dimensión desconocida a los ojos mortales, quizás una dimensión que estaba aún más cerca de los que algunos son capaces hasta el día de hoy de asumir.
Nuevamente Emriss llego al instituto, Rebecca, Gian, Valentín y Cristian se saludaron en la entrada, se acercaron a la oficina de la dirección del instituto para pregunta por el profesor Robert Krein, el que el día antes no había asistido a clases.
— Hola muchachos ¿Qué necesitan? —Dijo la señorita secretaria.
— Solo necesitamos saber acerca del profesor Krein —Dijo Rebecca.
— Hoy si está aquí, incluso hace pocos momentos estuvo entregando algunos informes a la directora.
— Perfecto —intervino Cristian.
— Rebecca debemos irnos, hay que terminar la investigación.
Emriss debemos ir a la biblioteca dijo Val, con su cara de duda, Rebecca ya nos dio la respuesta que necesitábamos, quizás solo ayer el profesor se seria mal.
— Tengo un mal Presentimiento. —Dijo Gian. No puede ser que un profesor ni siquiera de escusas por su falta.
— Acompáñenme a mi casillero, no tengo los cuadernos con los apuntes acá, debo sacar mi bolígrafo y el libro de historia. —dijo Valentín.
— Okey. Vamos allá —Dijo Emriss.
Llegaron al casillero de Valentín, abrió con su clave y en su interior encontró una carta, Emriss se le quedo mirando con cara de duda mientras Rebecca y Gian se preguntaban que decía aquella carta, Cristian tomo la carta de las manos de Valentín y la leyó en voz alta. "Mañana a las 19:30 Horas, en el viejo puente del rió Legendhill", desconcertados Emriss y los demás fueron a clase, no sin antes que Valentín se percatara de tras el mensaje la carta contenía la imagen de una serpiente comienzo su propia cola.
Entraron a clase y el profesor como es de costumbre dio la bienvenida a Valentín, presentándose como el profesor guía del curso, debido a que el dia anterior el no pudo estar presente y eso lo había realizado la directora, Valentín entro en confianza y le devolvió una pregunta.
— Hola profesor, gracias por la bienvenida, sé que no estuve en la primera clase con usted, pero junto a un grupo del salón ya comenzamos a investigar acerca de los apellidos de los fundadores. ¿Cómo es que el Apellido "Harris" llego al libro?
Asombrado Krein contesto con una sonrisa en los labios.
— Veo que hicieron la tarea, ¿Qué información tienen acerca de los Harris? — Dijo con una sonrisa un tanto nerviosa.
— La verdad es que solo tenemos un apellido que estaba en el libro de fundadores.
— Harris era el apellido del primer sacerdote que piso estas tierras junto a los emigrantes de Culloden, se dice que era un cura inmortal que rondaba por las calles de Legendhill realizando exorcismos en las noches de otoño, supersticiones de campo diría yo.
Todo el salón rió de lo que el profesor respondió, mientras tanto Valentín con su habilidad de leer la mente del profesor escucho como claramente el profesor le decía que cambiara el tema.
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Editado: 27.09.2019