Legendhill "Un Secreto en la noche escondido"

Capítulo X "Los colores del destino" (sin editar)

Escocia.

14 de abril de 1746.

Nosotras las brujas celebramos en un círculo fuera de tiempo, somos la encarnación de la sabiduría, el latir de los campos verdes en épocas de cosecha, vida tras vida buscando el equilibrio, sobre hojas secas caminamos sin hacer ruido, sobre la madre tierra creamos nuestros nidos, somos el espíritu de los árboles, lagos y ríos, somos inviernos, otoños y primaveras, somos el verano y el fuego que regresa, con los elementos de la madre naturaleza, ho gran madre, Ho Gran padre, en este dia bendice a nuestra gente y danos la oportunidad de no dejar esta tierra que tú nos has dado.

¡Que Así Sea!

Gaius Bennet

Sacerdote circulo secreto Uróboros

El linaje uróboros fue el primero en saber sobre las tropas de Hanover, entre sus tierras ataco el primer batallón de militares que crearon su primera base en Nairn al mando del Duque de Cumberland, el que más adelante tomo el apodo de "el carnicero" por la crueldad en el campo de batalla, los uróboros que lograron sobrevivir correspondían al apellido Bennet, los que corrieron al norte y se refugiaron en las casas de otros linajes de brujas, con los Clutterbuck y los Cabot, los que pertenecían a otros coven independientes al uróboros.

Dalia Clutterbuck recibió a Gaius Bennet, amigo inseparable de Owen su marido, y a su joven hijo Matt Bennet, el que llego con una herida de las nuevas armas que el ejército ingles utilizo, la llamada "Bayoneta".

Por otro lado, Cecilia Cabot y su marido August recibieron a María Bennet y su hija Casandra Bennet, la que se alejaron adentrándose en el bosque entre los estruendos de la guerra que recién comenzaba para seguir con vida.

Dalia informo a Owen que el Duque estaba en tierra y los 5400 jacobitas fueron enlistados para dejar la base en invernes con la mayor parte de los suministros y convocados en Drummossie, a 19 km de Nairn, un lugar que para el líder Jacobita era un punto estratégico.

Dalia sabía que algo terminaría mal y convoco una junta de brujas, Ercilia Foley fue la primera en recurrir al llamado de Dalia, aunque nunca fue de su agrado el caso era más grave de lo que pensaban inicialmente.

Dalia Clutterbuck, Esther Brennan, Cecilia Cabot, María Bennet, Sofia Kedward, Laura Krein, Dorotea Lazan, Stefany Sawyer, Norma Keller, Ercilia Foley, Safira Scott, Felicia Sullivan y Arcadia Walsh se unieron esa noche, mientras sus maridos caminaban después de despedirse de ellos directo a la guerra.

Esther fue la última en llegar a la reunión, su marido, el señor Evander Brennan fue el último en enlistarse y Esther tuvo tiempo para cargar con magia el colgante de su esposo y lograr maldecir con la inmortalidad a aquel que por un largo tiempo lo portara, hacia frio, el ambiente estaba húmedo y el viento se había detenido, el silencio se hacía presente y mujeres llorando por los nervios y la posible pérdida de sus maridos eran el escenario más prometedor, pero el silencio fue más fuerte, las trece brujas se unieron frente a la mesa redonda de la sala principal de la capitanía del puerto de Drummossie al norte de Nairn, las 3 carabelas que las sacarían de Escocia aguardaban pacientes sobre las imperativas olas que llegaban sin fuerza a los muelles custodiados por guardias de Carlos Eduardo Estuardo.

Se tomaron de las manos y frente a ellas una flor de infinitos colores se posó sobre la mesa, Esther tomo la flor con seguridad y rompió el silencio que concentraba el aire de la sala,

Hermanas, hoy la maldad invade nuestras tierras, tierras que han sido capturadas por tiranos, personas que sin lugar a dudas llevan la voluntad de otros celebran victorias sobre el dolor y la perdida, hoy nuestra gente lucha, personas de esfuerzo que podrian morir por la dicha de volver a ver a sus familias con la libertad que lo hacían antiguamente, hombres que al momento de blandir la espada pensaran en la primera vez que miraron a sus hijos cuando pocos minutos antes la partera ayudo a traerlos a la vida, No olvidaran ese brillo, el brillo de los ojos de aquellos bebes que hoy son la luz de sus esperanzas y la razón por la que sus almas viejas llenan el campo de batalla para tener una vez más la dicha de mirar a sus hijos, hoy nuestro destino cambio, la línea del tiempo nos indica dos opciones de las cuales debemos escoger y creo que aquí en esta sala la decisión principal ya está tomada, nos iremos de estas tierras, perderemos casas, ganado y recuerdos, pero, no perderemos nuestra esencia, seguiremos siendo brujas y haremos de este mundo un mejor lugar para vivir. Fuera de esta sala 3 carabelas nos esperan y esta flor nos dirá al azar que familias compartirán cada una de ellas.

— Capitán ¿Está usted en su oficina? —grito Esther desde la sala

— Si, voy a la sala principal — respondió el Capitán, sin ánimo de formar revuelo y con padrastro con Esther.

— Decidiremos con esta flor quienes abordaran la primera carabela — mientras Esther conjuraba en voz alta — Desmatos Axiun Floritarnia.




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