Cuando regrese a casa era ya de noche, estaba sucio y mojado por la lluvia. Aunque se me ofreció comida la rechace, ya que mi interés estaba en estudiar más a fondo las marcas que había visto en el cuerpo de aquel hombre. Pase toda la noche estudiando acerca de la diferente escritura existente en cada cultura conocida hasta ahora, pero lo único que obtuve fue una pila de libros sin respuestas.
Para cuando la luna llego a su punto medio, mi fortaleza se había ido y el sueño me vencía, y aunque estaba cansado, sabía que esto ameritaba mi más profunda dedicación, así que me levante, y me lave el rostro para tratar de despejar mi sueño.
En ese momento se escuchó unos golpes suaves en mi puerta, y una voz dulce hablo a mi habitación, era mi madre que me había visto llegar todo empapado y cansado hace apenas algunas horas. Ella trato de averiguar porque aún estaba despierto, evadí su curiosidad con otra pregunta. Así logre evitar que ella se enterase de mi escape y quizá pudiese sospechar sobre mi búsqueda de la verdad tras todo ese asunto. Antes de despedirse me dio un beso y las buenas noches.
Trate de no pensar en mi madre, y lo mucho que le preocuparía mi situación, quizá era demasiado duro con ella, ya que nunca había cumplido su rol materno, cuando fui un bebe la servidumbre fue mi familia hasta los 5 años. Quizá fue eso lo que me distancio de ella, pero aun así era mi madre y le debía respeto.
A la mañana siguiente me levante tarde, y con un fuerte dolor de cabeza, como si dentro de ella una guerra hubiera estallado.
Me asome a la cocina por algo de comer, y allí sentado estaba mi padre, era raro verle, ya que casi nunca estaba en casa. Sin embargo era mi oportunidad para hablarle de lo quería hacer con mi vida, y como era mayor quizá entendería. Sin embargo apenas me vio, me dijo:
--- Prepárate iremos a ver a los Harrister.
--- ¿Qué? --- pregunte
--- Al parecer, Lord Harrister, fue víctima de un robo a mano armada, y fue asesinado por sus atacantes, así que iremos a su funeral. --- me dijo
Mi rostro se puso pálido al oír su apellido, no sabía cómo sobrellevar la situación, y menos que aquel hombre tuviese familia. Lo peor sucedió cuando llegamos a su residencia, no sabía cómo hacer para mantener la calma frente a todos. La conciencia me comía por dentro y las lágrimas de los parientes reunidos parecían reales, de no ser noble quizá me las hubiese creído; pero se podía oler la ambición en el aire, al igual que el interés de la difunta esposa.
Al terminar la reunión aquella mujer se acercó a mi padre para charlar, este como siempre buscaba beneficiarse, así que me mando a esperar en el salón, por alguna razón presentía que algo no andaba bien. Luego de algunas horas yo seguía aburrido en mi asiento.
En mi mente no cabía la palabra paciencia, así que me levante y salí a caminar por los jardines, donde quizá pudiera encontrar algo que matara mi aburrimiento.
Era una mañana extraña, parecía que todo a mí alrededor se movía a mi paso, los arboles de diversos colores, el viento soplaba suave, y había animales exóticos caminando a mi alrededor, era algo hermoso. Con algo de cuidado me acerque a la fuente y me quede viendo mi reflejo, como si tratara de estudiar mi conciencia y la profundidad de mi ser. En medio de aquellos pensamientos, otro rostro apareció junto a mi alma en la fuente, y era lo más hermoso que había visto.
Pensé que se trataba de mi imaginación, algo creado para afrontar mi profundo aburrimiento, pero sin darme cuenta el reflejo toco mi hombro y pregunto:
--- ¿Quién eres?
Me di vuelta y mi nariz toco la suya, me sonroje, ella se rio de mí con su linda cara y sus ojos café.
--- Que está haciendo un chico como tú en este lugar. --- pregunto
--- No lo sé, supongo que matando el aburrimiento. --- respondí
En ese caso déjame mostrarte mi lugar secreto, allí tengo cosas más asombrosas que este jardín. Mi sexto sentido, conciencia o como quieran llamarle me dejaba en duda, por un lado tenía la propuesta de ver algo que me dejaría con la boca abierta, pero que a la vez podría ser peligroso; por el otro tenía en frente mío a la chica más linda que hubiera visto, y pienso que eso hizo que las cosas se calmaran para mí.
--- Esta bien --- le respondí
Me tomo de la mano y corrí junto a ella a una parte del jardín que no había visto, allí una pequeña puerta de metal se encontraba. Ella llevaba una llave hecha manualmente, de seguro la había hecho para forzar la cerradura. Entramos y vi a todo un bosque de árboles secos como si la vida se hubiera alejado de ellos para no volver jamás.
--- Como es que esto termino así --- pregunte
--- No lo sé, cuando tuve la suerte de encontrar este lugar, ya estaba así.
Me parecía extraño ver un bosque seco en plena primavera, incluso la tierra parecía ceniza y los pájaros habían olvidado como cantar, solo estaban allí parados, sin hacer nada, como si esa parte se hubiese del mundo se hubiese apagado.
Aun en mi ignorancia sabía que ese lugar no era normal, así que le aconseje que no volviese a entrar. Me miro moviendo su cabeza de un lado al otro, dándome a entender que eso jamás pasaría, en lo profundo de su ser ella sabía que de cierta forma aquel lugar, y ella misma estaban conectados, pero el destino unió nuestro caminos, y aunque se alejarían nos volveríamos a encontrar, pues ella se convirtió en mi primer amor.